La Jornada 17 de mayo de 1998

El muro de Berlín, un juguete ante el de la tortilla: Castro

Reuters y Afp, Ginebra, 16 de mayo Ť El presidente cubano, Fidel Castro, acusó hoy aquí a Washington de querer dividir a los países de América Latina para evitar que se sigan el ejemplo de Europa, y expresó su preocupación ante la posibilidad de que la Unión Europea (UE) y Estados Unidos alcancen un acuerdo sobre la ley Helms-Burton ``a expensas de Cuba''.

``Estados Unidos se traga a América Latina'', afirmó Castro durante un discurso de más de tres horas y media ante miembros de la Asociación de Amistad Cuba-Suiza, en su mayoría latinoamericanos.

Sostuvo que ``tras cientos de años de guerra... los europeos comprendieron que te-nían que unirse'', pero en cambio ``los latinoamericanos, a pesar de hablar la misma lengua y tener intereses comunes, han sido hasta ahora incapaces'' de hacerlo.

Al denunciar una enmienda de Estados Unidos que, tras la guerra contra España (1898), impuso a Cuba el derecho de Washington a intervenir en la isla, el presidente cubano destacó que, sin embargo, ``no había enmienda en Haití, ni en Santo Domingo, ni en Nicaragua, ni en ninguna otra parte, e intervenían (los estadunidenses) cada vez que le daba la gana''.

``Ahora quieren dividir a Sudamérica y que no haya Mercosur, que haya Acuerdo de Libre Comercio de las Américas, y discutir uno por uno y que no les ocurra unirse a los sudamericanos, hay que dividirlos'', afirmó.

El líder cubano recordó también que si bien Estados Unidos abre sus fronteras al comercio con países como México, las cierra a sus inmigrantes, e ironizó que ``el muro de Berlín parece un juguetito al lado del que están construyendo en la frontera entre México y Estados Unidos''.

Por otra parte, calificó de ``diabólico'' un proyecto del Congreso estadunidense, impulsado por el senador Jesse Helms, para distribuir ayuda humanitaria en el país caribeño por medio de agencias eclesiásticas, sin permitir la participación del gobierno de La Habana, propuesta que, consideró, está dirigida a destruir ``el poderoso'' movimiento en Estados Unidos opuesto al bloqueo contra Cuba.

Mientras, en las calles de Ginebra, adonde Castro llegó el miércoles y permanecerá hasta el próximo jueves para participar en una reunión de la Organización Mundial de Comercio, unos 2 mil manifestantes protestaron contra ese organismo.

Previo a su discurso ante organismos de solidaridad, Castro se preguntó, en un comunicado hecho público en esta ciudad, si la UE se dispondría a alcanzar un acuerdo con Washington que permita que se perpetúe la ley Helms-Burton ``y el cruel bloqueo que ha durado casi 40 años'', ``¿y si esto ocurre en la víspera de las celebraciones del 50 aniversario de la creación del antiguo Acuerdo General de Aduanas y Tarifas (GATT), del que Cuba fue miembro fundador?'', agregó.

El presidente de la Comisión Europea, Jacques Santer, afirmó este sábado en Gran Bretaña que espera que la UE y Washington lleguen a un acuerdo sobre esa ley, que penaliza a las empresas que invierten en propiedades estadunidenses nacionalizadas por el gobierno de Cuba después de la revolución de 1959.

En Montevideo, entre tanto, el presidente del Parlamento cubano, Ricardo Alarcón, declaró que el bloqueo estadunidense le ha costado a Cuba por lo menos 60 mil millones de dólares, aunque precisó que ``quedan fuera de consideración otros costos, como el de vidas humanas por falta de medicamentos y el de inversiones que no han llegado por la ley Helms-Burton''.

El ex canciller aseguró además que ``Cuba se está abriendo cada vez más al mundo y hay muchos ejemplos'', como la ley de inversión que ha permitido el ingreso de capitales extranjeros, la recepción de emisiones de televisión de todos los países cercanos, y el paso de cientos de miles de turistas en los últimos años, entre ellos estadunidense que llegan vía un tercer país.