La Jornada 17 de mayo de 1998

Son ya 513 los muertos en las tiendas saqueadas en Indonesia

Afp, Ap y Reuters, Yakarta, 16 de mayo Ť El presidente indonesio, Suharto, confirmó este sábado que no renunciará a su cargo y anunció cambios en su gabinete, al tiempo que el gobernador de Yakarta, Sutiyoso, y el vocero del ejército, Wahab Mokodongan, afirmaron que la ciudad está en calma y que era seguro para quienes huyeron de los disturbios de la última semana, volverán a la capital.

Por otro lado, socorristas seguían rescatando cuerpos calcinados de la galería comercial que se incendió la noche del jueves en esta capital.

El vocero castrense, Mokodongan, dijo que el número de muertos en el siniestro ascendió a 513, en su mayoría jóvenes y mujeres, que trataron de saquear las tiendas cuando éstas ardían.

Además, han muerto más de 230 personas durante los disturbios de la semana pasada, indicó el portavoz.

Según medios locales, residentes en la zona de Ciledug, el distrito ubicado en un suburbio del oeste de Yakarta, dijeron que el incendio se originó debido a que los saqueadores encendieron velas y pequeñas fogatas dentro de los comercios para ver el valor de lo que se robaban.

Aunque el pasado viernes voceros gubernamentales dijeron que Suharto estaba dispuesto a renunciar al poder que ha detentado durante 32 años ``si el pueblo había dejado de confiar en él'', el presidente de la Asamblea Consultiva del Pueblo, Harmoko Suharto, aseguró hoy que el mandatario ``tomará todas las medidas a su disposición para el bien y la continuidad del Estado y de la nación''.

El mandatario, añadió, decidió cumplir la exigencia popular de reorganizar su gabinete y ``aprovechar para deshacerse de los ministros en los que ya no confía''.

Hamoko Suharto se negó a confirmar si el mandatario piensa utilizar los ``plenos poderes'' que le fueron renovados en marzo pasado, cuando la Asamblea Consultiva le concedió un séptimo mandato, y que le faculta a tomar, por iniciativa propia, cualquier medida que considere necesaria para mantener la paz, la seguridad y el desarrollo económico del país''.

La Asamblea Consultiva es, según la Constitución, ``el órgano de la expresión de la soberanía popular'' que elige al presidente, pero es el mismo Suharto quien ha elegido a los miembros de ese organismo, entre los que figuran varios familiares.

El diario Yakarta Post publicó la carta de 15 altos responsables militares retirados, veteranos de la guerra de independencia, quienes solicitaron la renuncia de Suharto y exigieron a la Asamblea Consultiva elegir a un nuevo presidente.

De su lado, el vocero del ejército informó que durante la primera parte de la jornada fueron rescatados numerosos cadáveres del centro comercial de Ciledug, por lo que la cifra oficial de muertos ascendió a 499.

Medios y fuentes hospitalarias dijeron, sin embargo, que el número de muertos podría ser mucho mayor a medida de que avancen las labores de rescate de cuerpos y debido a que muchos cadáveres están reducidos a cenizas.

Residentes del suburbio de Ciledug citados por la agencia Reuters dijeron que el fuego fue provocado por los mismos saqueadores, quienes habrían encendido velas y fogatas para ver los artículos de la galería comercial de cuatro pisos, y que cuando el fuego se propagó, muchas de las personas murieron al saltar por las ventanas mientras el resto quedó atrapado en los corredores de las tiendas.

Mokodongan aseguró, no obstante, que ``la situación en Yakarta y las zonas aledañas ``ha sido controlada'' y agregó que ``el ejército se disculpa ante todos los sectores de la nación y el pueblo indonesio por las condiciones que existen en la actualidad. (Las fuerzas armadas) están, y continuarán trabajando duro, listas para arriesgar toda su credibilidad por el regreso de la seguridad y la paz''.

En tanto, el gobernador de Yakarta, Sutiyoso, aseguró que en la ciudad ``la situación está en calma ahora. No tenemos problemas. Animo a todos los capitalinos a volver a sus casas''.

El funcionario indonesio señaló que se ha reanudado el servicio de transporte público en la ciudad, así como el abasto de combustibles y otros bienes.

Ayer, unos unos 2 mil ciudadnos estadunidenses y varios cientos de canadienses abandonaron la ciudad, luego de haber sido conminados por las autoridades de sus países a salir del país.

Mientras, el gobierno japonés anunció hoy que fletaría 11 vuelos especiales a Indonesia para evacuar a sus ciudadanos residentes en Yakarta.

A pesar de las afirmaciones del vocero castrense, trascendió que la televisión local prohibió hoy transmitir imágenes de las protestas de la última semana.

Observadores dijeron que la mayoría de los comercios seguían cerrados y que patrullas del ejército a bordo de tanques mantenían vigiladas las calles de Yakarta.

Sutiyoso agregó que durante los disturbios de la semana pasada murieron 232 personas y 69 más resultaron heridas, además de los que fallecieron en el incendio.

El funcionario añadió que las protestas ``han dañado la imagen de Indonesia ante los ojos del mundo, y deberíamos estar muy preocupados por ello''.

Las protestas populares se intensificaron luego de que el gobierno impuso incrementos en los precios de combustibles y servicio eléctrico, que redundaron en alzas en el resto de los bienes, debido a que el Fondo Monetario Internacional (FMI) exigió que se cortaran las subvenciones a dichos sectores productores como condición para otorgar a Indonesia un préstamo por 43 mil millones de dólares.

Piden hacer públicas advertencias del FMI

El Grupo de los Siete, que reúne a las naciones que tienen las más fuertes econo-mías del mundo y que celebra una conferencia en la ciudad británica de Bir- mingham, dio hoy su apoyo indirecto al FMI al pedir al organismo que haga públicas sus advertencias a los países con dificultades financieras que, no obstante, no aplican sus recomendaciones.

La prensa en varios países responsabilizó al FMI de agravar la crisis política y económica en Indonesia.

Actualmente el FMI tiene la obligación de mantener la confidencialidad sobre sus tratos con países que solicitan su ayuda.

Pero fue el director general del organismo, Michel Camdessus, quien recientemente sugirió la idea de mostrar la ``tarjeta amarilla'' a los ``malos alumnos''.

Los siete (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia y Japón) señalaron en un documento conjunto que el FMI ``deberá publicar más información sobre sus miembros y sus políticas, incluidas las inquietudes sobre la gestión y sus debilidades''.