La Jornada 19 de mayo de 1998

Escándalo de narcolavado en la banca mexicana

David Brooks, corresponsal, Washington, 18 de mayo Ť Durante tres años Estados Unidos llevó a cabo una operación encubierta a espaldas del gobierno de México que podría resultar en uno de los mayores escándalos bancarios de este último país, pues implica a 12 de los 19 principales bancos mexicanos en operaciones de lavado de dinero para los cárteles de Juárez y Cali.

Con el arresto de 22 ejecutivos -identificados sólo como de ``nivel medio''- de 12 bancos comerciales mexicanos el pasado fin de semana por lavado de dinero y acusaciones formales contra tres de las más importantes empresas financieras mexicanas: Bancomer, Serfín y Confía, la llamada operación Casablanca hoy concluyó su etapa clandestina y fue declarada un éxito por el gobierno de Bill Clinton.

La operación concluyó sus tres años de existencia encubierta con 112 arrestos (más los 22 de este fin de semana), el decomiso de 35 millones de dólares, dos toneladas de cocaína y cuatro de mariguana, y el establecimiento de pruebas de vínculos entre los cárteles de Juárez y de Cali con la banca mexicana.

El secretario del Tesoro, Robert Rubin, calificó el resultado de la operación encubierta -encabezada por el Servicio de Aduanas en colaboración con la DEA, Justicia, Tesoro y otras dependencias-, como ``la culminación del caso sobre lavado de dinero proveniente del narcotráfico más cuantioso y extenso en la historia de la seguridad pública de Estados Unidos''.

Podrían clausurar sucursales en el vecino país del norte

Por su lado, la Junta de la Reserva Federal anunció acciones contra Banamex, Banca Serfín, Bital, Bancomer y Banco Santander, en las que ordena a estos bancos aplicar nuevos procedimientos y políticas anti lavado de dinero, indicando que todas estas instituciones de crédito tienen sucursales en Estados Unidos.

Las autoridades financieras aquí, informaron que este es un paso previo a posibles medidas que podrían llevar hasta la clausura de las sucursales de estos bancos en Estados Unidos. La determinación y evaluación sobre las operaciones de éstas la realizará la Reserva Federal.

Rubin, la procuradora general Janet Reno, y el subsecretario del Tesoro Raymond Kelly, divulgaron hoy la existencia de la operación, al anunciar el arresto de 22 de los 26 ejecutivos mexicanos acusados formalmente en documentos divulgados por el tribunal de distrito de Estados Unidos en Los Angeles (en Washington no se divulgaron los nombres de los ejecutivos ni de sus bancos, más allá de señalar que son 12 empresas). También informaron que hay órdenes de embargar más de 100 cuentas bancarias a través de este país y Europa, controladas por los cárteles de Juárez y Cali, con lo que se espera confiscar otros 122 millones de dólares.

Se espera el arresto de otros 40 o más individuos por los delitos de lavado de dinero o narcotráfico, y con la detención de los 22 ejecutivos mexicanos y otras 112 personas en el curso de la investigación de 3 años, el total de aprehendidos podría llegar a 200, informaron.

Hasta ahora, 14 miembros del cártel de Juárez y dos del de Cali están detenidos aquí. Además, se informó de la presentación de cargos formales contra José Alvarez Tostado -conocido aquí como el administrador financiero de los narcos de Juárez.

La investigación, sin la ayuda o conocimiento de México

Al preguntar en la conferencia de prensa -citada sin previo aviso para anunciar los resultados de la operación- si México había cooperado en las indagaciones, el subsecretario del Tesoro, Raymond Kelly, respondió que ``esta fue una investigación muy guardada. Teníamos a muchos oficiales clandestinos trabajando bajo un enorme riesgo, por eso esta información no fue compartida con el gobierno mexicano''.

Reno informó que hoy habló con su contraparte en México, Jorge Madrazo Cuéllar, y Rubin hizo lo propio con el secretario Gurría, para informarles sobre la operación y sus resultados, y en este contexto, Janet Reno agregó que ``ellos indicaron que deseaban cooperar en todas las formas posibles''.

En respuesta a una pregunta sobre si estadunidenses que son clientes de bancos mexicanos deberían confiar en ese sector después del anuncio de hoy, Rubin afirmó que los bienes involucrados en el lavado de dinero identificados hasta ahora eran un porcentaje mínimo de los bienes totales de la industria bancaria mexicana, ``y no creo que cualquier cosa que haya pasado aquí, en ese sentido, se relacione con la cuestión de la integridad financiera del sistema bancario mexicano''.

Sin embargo, en torno del impacto de este asunto sobre la banca mexicana, dijo Rubin, esa tendría que ser una pregunta para las autoridades mexicanas y Hacienda. Sobre si habrá estadunidenses arrestados o implicados en este caso, la respuesta fue que no, y aunque se utilizaron unas 100 cuentas estadunidenses, no se detectaron pruebas o indicaciones, hasta la fecha, de que los banqueros estadunidenses sabían del origen de esos fondos.

Exito celebrado

``Hoy es un día muy malo para los narcotraficantes en este hemisferio'', afirmó la procuradora general Janet Reno. Agregó que la operación Casablanca construyó un mapa de carreteras que detectó la estructura de los cárteles de droga internacionales, desde los capos, a los mensajeros, a los banqueros. Estamos utilizando ese mapa para irrumpir en sus operaciones y no nos vamos a detener, afirmó. ``De hecho, nuestros esfuerzos continúan''.

Informó que el caso judicial sobre los resultados de la operación se llevará a cabo en Los Angeles.

El subsecretario de Tesoro resumió el significado del caso: ``primero, sólo por el volumen de los montos de dinero involucrados; segundo, porque se descubrió un intrincado modo de lavar dinero por medio de un número significativo de instituciones financieras mexicanas; y tercero, porque expuso un vínculo entre los cárteles de Cali y Juárez con los bancos mexicanos''.

Hoy -continuó- ``nos inyectamos en la sangre vital de los capos, y aunque no destruimos los cárteles, los dejamos significativamente más débiles y mucho menos seguros''.


Esquema del lavado de dinero

1. Agentes encubiertos confiscaban el dinero procedente de la venta de drogas en las calles de las principales ciudades estadunidenses y depositaban esos fondos en cuentas bancarias encubiertas controladas por el Servicio de Aduanas de Estados Unidos.

2. Los fondos fueron transferidos electrónicamente a bancos mexicanos que empleaban a las personas arrestadas.

3. Los bancos diseñaron mecanismos para conseguir confidencias sobre las cuentas de los bancos mexicanos donde se depositaron los fondos enviados por los agentes encubiertos de los Estados Unidos.

4. Los fondos se transferían después a los encargados de lavar el dinero.