La Jornada 20 de mayo de 1998

Miles protestan en Colombia por la violencia; matan en Cali a un periodista

Ap, Dpa, Afp y Reuters, Santafé de Bogotá, 19 de mayo Ť Miles de colombianos efectuaron hoy una protesta nacional contra la violencia y la impunidad, al manifestarse en las plazas principales de las ciudades del país, y a la cual se sumaron los medios de electrónicos de comunicación y prensa escrita.

Sin embargo, el despliegue de palomas y pañuelos blancos que simbolizaban el deseo de los colombianos por la pacificación fue empañado por el asesinato en Cali del periodista Bernabé Cortés, atacado por pistoleros cuando se dirigía a un canal de televisión donde laboraba.

La jornada nacional, en principio convocada para conmemorar el primer aniversario del asesinato por paramilitares de Mario Calderón y Elsa Alvarado --defenso- res de derechos humanos--, fue organizada por centrales sindicales, empresariales, grupos de derechos humanos, la Iglesia católica, periodistas y universitarios.

La protesta tuvo diversas modalidades, pues comenzó desde anoche con una vigilia en la céntrica plaza bogotana de Bolívar, emprendida por mujeres vestidas de negro que decidieron decirle ``sí a la vida, no a la muerte``. Además, se exhibieron pancartas en las que se interroga sobre los desaparecidos y se pide justicia.

A esto siguieron la organización de marchas y cadenas humanas durante unas dos horas, así como la paralización de actividades durante media hora en centros de trabajo y comercios, incluso en sedes empresariales, lo que se hizo extensivo a otras ciudades como Medellín y Cali.

Todas las emisoras de radio se sumaron con el toque del himno nacional, a la par que los canales de televisión interrumpieron sus programas y emitieron mensajes de reconciliación. Los periodistas interrumpieron su trabajo, y el espacio de la columna del periodista Francisco Santos, en el diario El Tiempo apareció en blanco.

La Iglesia católica, que cuenta con una comisión permanente en las negociaciones de paz, también se unió a la protesta; miles de templos echaron a vuelo campanas, y en la capital del país por lo menos siete clérigos pronuciaron en sus parroquias una oración ecuménica por la paz.

Decenas de familiares de personas asesinadas, desde políticos, activistas de derechos humanos, periodistas o simples ciudadanos, presentaron una galería de la memoria con fotos y objetos los suyos, víctimas de la violencia, desaparecidos años atrás o más recientemente.

Medios de prensa recogieron el clamor de los manifestantes, en favor de una salida negociada y política al conflicto armado interno, que dura ya más de 40 años, pero también de condena a los criminales de derecha, a las guerrillas, a militares o policías involucrados en asesinatos, y en repudio a la impunidad. Los organizadores de la jornada indicaron que ésta es sólo el inicio de una plegaria permanente por la paz en un país que, pese a ser considerado el más violento del mundo, parece insensible, y apenas comienza a movilizarse con motivo de festejos deportivos.

``Esta es una demostración para que los violentos se den cuenta de cuán solos y cuán rechazados están por la gran mayoría de colombianos'', aprovechó para señalar con motivo de esta protesta el presidente Ernesto Samper desde Cartagena, donde participa en una reunión del Movimiento de Países No Alineados.

Mientras cinco helicópteros de la Policía Nacional sobrevolaban Bogotá y arrojaban claveles en señal de solidaridad, los trabajadores petroleros de Colombia declararon un paro de 48 horas en las zonas de bombeo de la red de oleoductos y producción en protesta por el asesinato de 11 personas y la desaparición de otras 42.

Al tiempo que se informaba del asesinato del periodista Bernabé Cortés, en Cali, se reportó que siete guerrilleros murieron en combate, y la policía afirmó haber capturado al paramilitar Francisco Marulanda --grupo responsable de al menos 40 asesinatos--, hermano de un conocido ex ministro y ex diplomático.

En París, organismos de derechos humanos se solidarizaron con la jornada nacional de Colombia; en Washington hubo una protesta frente a la residencia del embajador colombiano en repudio a los paramilitares, y 34 legisladores estadunidenses expresaron a Bogotá su temor por el empeoramiento de la violencia.

De última hora, el ministerio de Defensa y altos mandos militares informaron del desmantelamiento de la Brigada 20 de Inteligencia, cuestionada por la embajada estadunidense y grupos humanitarios, pues algunos de sus miembros han sido vinculados con los escuadrones de la muerte.

Por otra parte, el candidato presidencial conservador Andrés Pastrana recibió el apoyo del escritor Gabriel García Márquez, premio Nobel de Literatura, quien le envió un mensaje de adhesión para trabajar en la recuperación del ``poder creativo`` y contribuir a sacar al país de la crisis de violencia.