Fernando Benítez
El ``campanazo'' norteamericano
Luego de tres años de investigación secreta, autoridades de Estados Unidos dieron a conocer los resultados de la operación Casablanca, por la cual fue posible saber que 12 instituciones bancarias mexicanas están involucradas en lavado de dinero procedente del narcotráfico.
El secretario del Tesoro, Robert Rubin, y la procuradora Janet Reno, anunciaron la detención de 22 ejecutivos que trabajaban en aquel país en las sucursales bancarias nacionales, así como el aseguramiento de 35 millones de dólares y varias toneladas de droga.
En primer lugar, es preocupante que no existe una efectiva coordinación entre las autoridades mexicanas y las de Estados Unidos, como se ha publicitado, con el fin de abatir los mecanismos bancarios que permiten el lavado de dinero.
En segundo lugar, y sin dejar de reconocer lo vergonzoso que resulta este hallazgo para la credibilidad de los bancos privados mexicanos, no deja de ser curioso que en las acusaciones no figure ningún estadunidense. ¿Qué todos los empleados de sucursal bancaria mexicana son mexicanos? ¿Y qué no existe también el blanqueo de dinero en bancos norteamericanos? Según se ha dicho, ningún país escapa a esta práctica, ¿por qué no empiezan los norteamericanos por limpiar su propia casa?
Por último, habría que preguntarnos si este golpe contra el sistema bancario de México no busca adelantarse a los resultados de la investigación que Suiza dará a conocer muy pronto, a fin de demostrar que el dinero de Raúl Salinas de Gortari, depositado en los bancos suizos, proviene del narcotráfico.
Con este paso, Estados Unidos buscaría mostrar que está al tanto de la corrupción bancaria mexicana y que la combate eficazmente. Y, por supuesto, que esa nación se encuentra a la cabeza de la lucha contra el blanqueo de dinero a nivel mundial.