Astillero Ť Julio Hernández López
El valiente y profesional semanario El Sur, editado en Acapulco, ha recibido un peculiar regalo en la conmemoración de su quinto aniversario: amenazas y calificaciones públicas adversas de parte del director de Comunicación Social del gobierno del estado de Guerrero.
El envenenado presente fue motivado por la publicación que el semanario había hecho de las versiones existentes respecto de la prosperidad alcanzada por la familia Aguirre, desde que su miembro más destacado, Angel, relevó, dos años atrás, a Rubén Figueroa Figueroa.
``Los Aguirre, una familia de ganaderos que se codea con los grandes del país'', es el título de la nota (una de cinco firmadas por Misael Habana de los Santos) en la que se habla del ``crecimiento sin precedente'' en los ranchos de los Aguirre, ganaderos desde ``hace muchas décadas''.
Tanto ha sido el éxito que, por primera vez, han aparecido en revistas nacionales especializadas los nombres de los ranchos El Pantano, Los Almendros y San Carlos, propiedades, en ese orden, de los hermanos Angel, Delfino y Carlos Mateo Aguirre Rivero.
Los hermanos tienen, además, otras tierras valiosas. Carlos Mateo es propietario de Las Tortugas y 18 meses atrás compró cien hectáreas de riego en la colonia Miguel Alemán. Delfino, maestro y ex líder sindical, es propietario de los ranchos Pozos de agua y El Cuije, famoso este último por la denuncia que hicieron, en vivo, en una cadena radiofónica, varios indígenas amuzgos menores de edad que fueron torturados en junio de 1996 por el administrador del rancho ``porque dice que nosotros chingamos becerro de patrón''.
Por tales esfuerzos, los guerrerenses tienen el quinto lugar nacional en producción de ganado suizo, y de los diez personajes del ramo en la entidad, tres son el gobernador, su hermano Carlos Mateo, y su primo, Mateo Aguirre Arizmendi.
Tales logros podrán constatarse en los diversos actos que con apoyo del gobierno de Angel Aguirre Rivero se realizarán en Acapulco del 20 al 25 de julio: La XXX Exposición Nacional de Ganado Suizo, la segunda Conferencia Panamericana de Ganado Suizo y el Congreso Nacional de Brucelosis.
Pero no es sólo en el rubro ganadero en el que destaca la familia. Carlos Mateo era director de administración de los Servicios Estatales de Salud cuando Angel fue nombrado gobernador sustituto. Ya durante el gobierno de Angel, estaban en la nómina: su sobrino Martín Aguirre Murga, director jurídico de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado del Municipio de Acapulco (CAPAMA); su también sobrino Heladio Aguirre Díaz, coordinador de comercialización de la misma CAPAMA; su cuñado Rogelio González Villalva, que era poderoso director en la Secretaría de Educación Pública, y Mateo Aguirre Arizmendi, subsecretario de fomento ganadero.
Las protestas contra el nepotismo, encabezadas por priístas adversos al gobernador, provocaron que fuesen relevados los familiares ``más visibles''.
Uno de ellos, don Mateo, dejó una subsecretaría estatal de Ganadería para pasar a la subdelegación federal de la Sagar, desde donde sigue haciendo negocios privados. Por ejemplo, es uno de los accionistas de la planta pasteurizadora La Costa, que producirá 20 mil litros de leche diarios, yogurt y quesos.
El subdelegado es uno de los 110 socios de la empresa que, con simples 10 mil pesillos de aportación por cada cual, saben cómo hacer buenos negocios. La inversión, de 5.5 millones de pesos, proviene no sólo de los particulares (varios de ellos con apellido Aguirre) que juntaron 1.2 millones de pesos, sino de la Alianza para el Campo, con 2.5 millones, y del Fideicomiso Fondo de Capitalización de Inversión para el Medio Rural, con 1.3 millones.
Otra revelación empresarial ha sido Carlos Mateo, a quien se considera la versión guerrerense del hermano incómodo, después que prefirió dejar su cargo de segundo nivel en los servicios de salud para dedicarse a los negocios particulares y, según la información publicada por El Sur, se convirtió en ``el hombre con mayor influencia en la determinación de contratos para obra pública, en prolífico constructor y en prominente criador de ganado suizo europeo de registro''. El ``señor 10 por ciento'', según la versión recogida por el semanario.
Pero no sólo la familia ha sido beneficiada, sino también el terruño natal, Ometepec, de gobierno priísta, que ha recibido un insólito apoyo que lo ha colocado por encima de su vecino antes con mayor desarrollo, Cuajinicuilapa, gobernado por el PRD.
Enterado de las investigaciones periodísticas de El Sur cuando apenas estaban en curso, el gobernador Aguirre Rivero concedió a este semanario una amplísima entrevista, a la que se le dio el siguiente encabezado principal: ``Aguirre, abierto a un escrutinio sobre sus propiedades''; y los sumarios: ``No ha adquirido ninguna en dos años, asegura'', ``Niega ser el cacique de la Costa Chica y refuta las críticas al festejo de su cumpleaños'', y ``Pide denunciar `sin temor a represalias', presunto tráfico de influencias de familiares suyos''.
Realizada por el director Juan Angulo, la entrevista fue publicada en tres partes, que ocuparon aproximadamente cuatro páginas y un cuarto del semanario. Las notas referentes a las versiones de negocios y prosperidad familiar consumieron dos páginas y tres cuartos.
Sin embargo, el siguiente número de El Sur, que empezó a circular el 17 del presente mes, reproduce una carta firmada por Pedro Julio Valdés Vilchis, director de Comunicación Social del gobierno de Aguirre Rivero.
La misiva hace precisiones y aclaraciones menores y secundarias (que aun siendo ciertas no cambiarían el sentido esencial del reportaje), defiende el derecho constitucional del gobernador y sus familiares a dedicarse a la ganadería o a cualquier actividad lícita, asegura que el gobernador no ha adquirido propiedades ni ha dedicado obras o recursos para mejorar posesiones personales o familiares compradas antes de llegar al poder, y conmina a quienes tengan pruebas de hechos ilícitos a que acudan ante las autoridades correspondientes.
Pero, además, el funcionario de prensa acusa al reportero Habana de los Santos de dejarse llevar por sus ``imaginerías y perversidades'', dice que sus trabajos son ``tendenciosos y malitencionados'' y le advierte que lo publicado ``a partir de datos incoherentes, maledicencias y declaraciones de fuentes cuya identidad nunca se dan a conocer, es faltar a la verdad e incurrir en delitos que las leyes penales prevén''.
Valdés Vilchis expresó que el reportaje forma parte ``de una estrategia más bien política que informativa''; dice que la entrevista con el gobernador fue hecha con las ``incisivas y en algunos casos agresivas preguntas -casi increpaciones-'' de Angulo, y cierra quejándose de que no se reprodujo íntegra la conversación con el gobernador y que las razones de tales omisiones, y de ``las tendenciosas `informaciones' del señor Habana son fácilmente imaginables, habida cuenta de las simpatías, las antipatías y los compromisos políticos harto conocidos de usted, señor Angulo, y del semanario que dirige''.
Al lado de la carta del vocero del gobernador Aguirre Rivero se publicó una respuesta del director Angulo, en la que establece que El Sur no tiene el propósito de enfrentarse con el gobierno ni con el gobernador, y que ``si en algo nos equivocamos, aquí lo reconoceremos''. Dice además que el asunto de las propiedades de los gobernantes y de sus familiares ``sigue siendo en Guerrero un tema tabú, es decir, propio del mundo de los intocables, aunque se aborde de una manera que creemos seria y profesional, y aunque la nación haya cursado ya la traumática experiencia de la familia Salinas''.
Por lo pronto, en los diarios que son propiedad de los jefes de prensa de los gobiernos estatal y de Acapulco, que son Valdés Vilchis y Andrés Campuzano, respectivamente, se han publicado artículos injuriosos contra Angulo, El Sur y sus reporteros.
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