La Jornada 22 de mayo de 1998

Trato suave en el Senado de EU a Davidow, presunto embajador aquí

David Brooks, corresponsal, Washington, 21 de mayo Ť Jeffrey Davidow, designado embajador de Estados Unidos en México, fue interrogado hoy sobre narcotráfico, derechos humanos y Chiapas, en una audiencia del comité senatorial de Relaciones Exteriores, donde lo más notable fue la cordialidad y el respeto que se le brindó, en contraste con el manejo del fracasado nombramiento al mismo cargo de William Weld hace casi un año.

Todo indica que el Comité de Relaciones Exteriores recomendará al pleno del Senado aprobar el nombramiento y así, después de casi un año, permitir que el gobierno de Bill Clinton tenga embajador en México.

La ausencia del presidente del comité, el senador Jesse Helms, durante la audiencia evidenció que no se esperan que surjan obstáculos para confirmar al nuevo embajador. Fuentes legislativas indicaron que Helms y otros senadores han presentado una serie de preguntas a Davidow, pero estiman que no habrá algún asunto que bloquee este proceso. Otros dijeron que Helms no se presentó porque se está realizando un intenso debate sobre una legislación contra la industria del tabaco en el pleno del Senado, asunto clave en Carolina del Norte, estado natal de Helms.

A raíz de la ausencia de Helms, el senador Paul Coverdell, presidente del subcomité del Hemisferio Occidental, presidió la audiencia del Comité de Relaciones Exteriores, a la que sólo se presentó otro senador, el demócrata Christopher Dodd. Ambos elogiaron la carrera diplomática de Davidow y señalaron que era el candidato idóneo para el puesto, ``uno de los más difíciles en el mundo'', consideró Coverdell.

Después de que los dos senadores y el diplomático intercambiaron puntos de vista en el sentido de que la relación con México es, posiblemente, la más importante para Estados Unidos en el mundo, el amable interrogatorio a que fue sometido Davidow, actual subsecretario de Estado para Asuntos Interamericanos, acerca de temas mexicanos, se limitó al narcotráfico y a Chiapas (con algunas ambiguas preguntas sobre inmigración y la frontera).

Dodd le preguntó dos o tres veces sobre la situación en Chiapas y la expulsión de extranjeros, la observación de los derechos humanos y la capacitación de militares mexicanos por parte de Estados Unidos. Davidow respondió que la posición de Estados Unidos en torno al conflicto chiapaneco es que la mejor forma de resolverlo es ``a través de un proceso de negociación'' y que ``no hay solución sobre la base de la fuerza''. Afirmó que esta es la posición del gobierno mexicano, el cual ha estado intentado que los zapatistas regresen a la mesa. Agregó que el conflicto de Chiapas es parte de una larga historia, pero que en el centro está el tema de los derechos indígenas, y que al respecto ``existe un amplio consenso en México''.

Dodd comentó que ``el gobierno de (Ernesto) Zedillo se echó para atrás de los acuerdos de San AndrésÉ nunca he entendido por qué hicieron eso''. Davidow no hizo comentario sobre el particular pero consideró que la observación de derechos humanos en Chiapas y los extranjeros que participan en este trabajo es ``algo difícil de manejar para los mexicanos'' ya que existe una situación donde hay gente armada, conflictos y tensiones, y subrayó que la ``transparencia'' de todos es la mejor opción en estos casos. Hay dos tipos de organizaciones de ``observadores'' en Chiapas, agregó: las agrupaciones legítimas de derechos humanos y las que tienen ``una motivación política'', y distinguir entre ambas no siempre es fácil pero es algo que sólo corresponde al gobierno mexicano.

Acerca de la capacitación de militares mexicanos por parte de Estados Unidos, Davidow consideró que ``ahora tenemos más contacto que nunca con los militares mexicanosÉ algo que beneficia a ambos países''. Afirmó que la capacitación estadunidense se brinda a algunos individuos, no a unidades, en materias y técnicas útiles para el trabajo antinarcóticos. ``Toda capacitación en Estados Unidos incluye un componente de derechos humanos y cómo tratar con ciudadanos'', dijo Davidow, y agregó que el monitoreo de las actividades de estos oficiales es responsabilidad exclusiva de México.

Al responder a varias preguntas sobre la lucha antinarcóticos en México, Davidow afirmó que el problema no se puede minimizar. ``El problema del narcotráfico sigue tan grave hoy o tal vez hasta peor para Estados Unidos y México'', en parte por la sofisticación que han adquirido los narcotraficantes. Pero si se compara con lo que existía hace seis años, la cooperación entre ambos países frente al narcotráfico es ``inmediblemente más alta'' y existen mecanismos y acciones conjuntas, al igual que un programa efectivo de medidas que se están implementando en México, ya que ahora se define a la droga como ``un problema común''. Sin embargo, advirtió que todo esto aún es ``incipiente'' y nuevo.

En su intervención inicial ante la audiencia, el primer asunto particular que mencionó Davidow al describir sus tareas en México -en caso de que sea aprobado su nombramiento- fue el de la droga. Dijo que ``la única opción es un esfuerzo abierto, agresivo y cooperativo para luchar contra los narcotraficantes'' que amenazan a las poblaciones de ambos países y ``corrompen a las instituciones y a los oficiales en ambos lados de la frontera''.

Davidow consideró que en su totalidad la relación ha llegado ``a la cúspide de un nuevo entendimiento'', ya que hay un reconocimiento de una ``comunidad estadunidense'' que en los últimos seis años ha llevado a un nivel de cooperación que no se logró en décadas.

Asimismo, indicó que ``nuestra relación con México es tan importante y probablemente más compleja que con cualquier país del mundo'', ya que ``en ningún otro país los eventos tienen un impacto tan inmediato'' sobre el pueblo estadunidense. México, dijo, está ``en una etapa clave de su transformación política y económica histórica''.

Más adelante, al señalar los cambios en el Congreso y en el gobierno del Distrito Federal, comentó: ``lo que está pasando en México es una transformación democráticaÉ tal vez más exitosa que las que hemos visto en otros países'', y estimó ``que no hay razón para creer que las elecciones del año 2000 serán menos ejemplares''.

Al concluir la sesión, Davidow habló con los medios e hizo una evaluación de audiencia: ``Cada vez que un funcionario salga ileso de estas audiencias es un éxito''.

El Comité de Relaciones Exteriores convocará a una sesión ``de negocios'' aproximadamente para el 23 de junio, en donde formalmente votará si recomienda o no la aprobación de Davidow al pleno del Senado, que si es positivo, como se espera, Davidow partirá hacia la ciudad de México para asumir su embajada en Paseo de la Reforma.