La Jornada 23 de mayo de 1998

Casablanca, acto ``injerencista'', dijo Rosario Green a Madeleine Albright

Gabriela Fonseca, enviada, Lisboa, 22 de mayo Ť La secretaria de Relaciones Exteriores, Rosario Green, aseguró hoy que la operación encubierta realizada por Estados Unidos en México es un ``acto injerencista'' e informó que la secretaria de Estado de aquel país, Madeleine Albrigth, le hizo una llamada telefónica que la funcionaria mexicana interpretó ``como una forma de decir `lo siento'''.

``Inclusive (Albrigth) me comunicó que no estaba de acuerdo con el procedimiento de que no se nos informara a tiempo de la investigación que tenían en curso; es una manera de decir `lo siento', ¿no? Yo le advertí que México tenía lista una nota formal de protesta por instrucciones del presidente Ernesto Zedillo'', agregó la diplomática.

Negó que la operación Casablanca pueda afectar las relaciones entre ambos países en materia de cooperación para combatir el narcotráfico o que tenga efectos negativos para la imagen de México.

Green afirmó que es ``sorpresivo'' que, pese a haber acuerdos entre México y Estados Unidos referentes a la estrategia binacional contra los crímenes relacionados con el narcotráfico, este último país haya optado por no utilizar esos mecanismos. Enfatizó que dichos documentos estipulan que las autoridades estadunidenses informarán a sus contrapartes mexicanas en caso de que tengan sospechas sobre individuos o agrupaciones mexicanas y acerca de las investigaciones que se realicen en torno a ellos.

Dijo que Washington argumentó que haber informado sobre la investigación secreta la habría puesto en riesgo. Agregó que Albrigth le aseguró en una conversación telefónica que no estaba de acuerdo con el procedimiento del Departamento de Estado de no informar al gobierno mexicano de las sospechas que tenía sobre los funcionarios bancarios acusados de estar ligados a operaciones de lavado de dinero.

Aseveró que México seguirá colaborando con Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico y que el escándalo no afectará la relación entre ambos países ni la imagen de México.

Destacó que no fue la banca mexicana como institución, sino algunos individuos, los que cometieron los ilícitos, por lo que tampoco se planea tomar medidas contra las instituciones bancarias involucradas en el caso.

Señaló que ante el precedente que ha sentado la operación Casablanca, México ha tomado la iniciativa de protestar, de solicitar pruebas y de tomar el control de la situación, porque ``no vamos a permitir que una cosa así vuelva a suceder''.


Roberto González Amador Ť Arremolinados fuera de una sucursal de Banca Confía, un centenar de miembros de El Barzón entregaron ayer, sin la asistencia de los premiados, el lavadero de oro a los bancos mexicanos.

Además, los deudores ofrecieron a las instituciones cientos de miles de dólares recién salidos de la lavadora, en pago simbólico por las deudas que se han convertido en una cartera vencida ``imposible de pagar'', según dijeron los barzonistas.

Los seguidores de El Barzón aprovecharon el escándalo suscitado a raíz de la operación Casablanca para asegurar que en México no existe una verdadera supervisión bancaria, ``lo que ha provocado quebrantos, prácticas ilícitas, autopréstamos y lavado de dinero''.

Un centenar de seguidores de El Barzón acudió ayer a las oficinas de Banca Confía en Paseo de la Reforma, una avenida donde prácticamente todos los bancos mexicanos tienen sucursales.

Los barzonistas colocaron a la entrada de Confía una manta en la que se leía ``aquí se lava dinero'', y junto colgaron varios lavaderos. Frente a las oficinas colocaron varias decenas de paquetes que simulaban ser mariguana y varios paquetes de dólares recién salidos de la lavandería.

La protesta, cuyo punto culminante fue la entrega --en ausencia de los galardonados-- del lavadero de oro, fue parte de una jornada nacional de protesta de los barzonistas con el propósito de ``denunciar las actividades ilícitas desarrolladas por funcionarios bancarios''.

Los deudores dijeron estar inconformes porque las autoridades estadunidenses violaron los tratados de cooperación bilateral al no informar a sus pares mexicanos de la operación Casablanca; asimismo, aprovecharon para ratificar que es urgente resolver el problema de la cartera vencida, que ya suma unos 100 mil millones de pesos.

``Decidimos realizar la protesta frente a las puertas de Banca Confía porque hoy es el representante directo de la banca extranjera a través de Citibank, y ambos bancos, uno con funcionarios mexicanos y otro con estadunidenses, desarrollan desde hace tiempo actividades de lavado de dinero'', dijo en el mitin Armando Herrera, coordinador jurídico de El Barzón Metropolitano.

El dirigente barzonista aseguró que la falta de supervisión bancaria ha provocado serias dudas sobre el comportamiento ético, legal y operativo de las instituciones bancarias mexicanas. Estos factores, agregó, han derivado en desprestigio para el país y en que el gobierno deba asumir una deuda de 65 mil millones de dólares producto del rescate bancario que comenzó en septiembre de 1994 y que continúa.

Por tanto, El Barzón exigió al presidente Ernesto Zedillo que informe pronto y de manera responsable sobre la situación de los bancos y las alternativas para la reorganización integral del sistema financiero nacional.

El organismo de deudores llamó a las autoridades a buscar nuevos caminos para solucionar la cartera vencida, a partir de la depuración inmediata de todos los saldos para fijar el precio real de las deudas, un programa de subsidio a las tasas de interés, un sistema de pagos mensuales en función de los ingresos de los acreditados, un programa emergente para zonas y actividades económicas afectadas por siniestros naturales, y también un programa emergente para jubilados y pensionados con deudas bancarias.