De 94 a 97, casi 400 secuestros en Morelos
Juan Manuel Venegas, enviado, y Francisco Guerrero Garro, corresponsal, Cuernavaca, Mor., 22 de mayo Ť Aunque las cifras de cuántas personas fueron plagiadas en la entidad durante los cuatro años de gobierno de Carrillo Olea nunca se sabrá con seguridad, la dirigente de Casa Ciudadana de Cuautla, Carmen Genis -la primera en la entidad que denunció la complicidad entre autoridades y delincuentes en los plagios-, calcula que de 1994 a 1997 hubo casi 400 secuestros en el estado de Morelos, siendo una de las bandas más activas la de los Arizmendi, a la que se atribuyen algunos de los plagios por los cuales se obtuvo mayor botín.
Genis ha afirmado que por cada secuestro denunciado a la Procuraduría de Justicia del Estado (PJE), muchos más quedaban impunes, ya que los familiares de las víctimas, atemorizados por las llamadas amenazantes de los secuestradores, se abstenían de acudir a las autoridades y preferían negociar con los plagiarios para tratar de recobrar a su familiar sano y salvo.
Sólo en Cuernavaca, durante 1995 y 1996 se registró un promedio de dos secuestros por semana, la mayor parte de ellos nunca fue denunciado, y esto se refleja en las cifras, puesto que en ese periodo se contabilizaron únicamente 87 denuncias en toda la entidad.
Según datos de la PJE, entre 1995 y 1996 fueron detenidos más de 350 plagiarios de las bandas de Los Dragones Negros, Los Delgado, El Sinaloense, El Sargento Camacho, Carileón, Los Oaxacos, Los Bolaños y La Víbora, pero eso no incidió en que se acabaran los secuestros, los que continuaron al mismo ritmo durante esos dos años.
Entre los raptos de mayor relevancia, ninguno de ellos denunciado ante las autoridades, están los de Jorge Morales Orañegui, padre del mandatario interino Jorge Morales Barud; Bernardino Salgado Leguizamo, tío de Hugo Salgado Castañeda, ex secretario general de Gobierno; del industrial Manuel Tovar Angeles, del inversionista Adolfo Deguer Rodríguez y del empresario del ramo de la panadería Ramón Trespalacios, por quienes se pagaron cantidades que oscilan entre uno y 6 millones de pesos, cada uno. También fueron secuestrados, durante los tres primeros años de gobierno de Carrillo Olea, las tres sobrinas nietas de Antonio Ortiz Mena, ex secretario de Hacienda; el dueño del Hotel Dorados de Oaxtepec, Rubén Pacheco; Ana María Turati, dueña de una óptica; el pastelero Erick Winzer; y los dos dueños del balneario Ex Hacienda de Temixco, padre e hijo.
Cabe señalar que quien investigó los secuestros denunciados y sirvió de asesor a los familiares de muchos de los plagiados que decidieron no presentar querella ante las autoridades fue Armando Martínez Salgado, en su calidad de jefe del Grupo Antisecuestros de la Policía Judicial del estado, y en muchos casos también el procurador Carlos Peredo Merlo, que aconsejaba a los familiares pactar con los secuestradores. Martínez Salgado se encuentra preso en el penal de alta seguridad de Almoloya de Juárez, acusado de estar involucrado con las bandas de secuestradores que asolaron Morelos.