Confusión ciudadana en Sinaloa por el derroche priísta de recursos
Mireya Cuéllar, enviada, y Alberto Morones, corresponsal, Culiacán Sin., 23 de mayo Ť El espectacular con el rostro sonriente de Juan Millán que da la bienvenida a quienes se acercan a Culiacán --camino del aeropuerto--, avisa que ésta no es una lucha entre David y Goliat.
La sucesión de espectaculares, uno de Millán, uno de Lauro Díaz... es la reproducción, aunque estática, de una férrea batalla que ya se dio en los medios de comunicación. Tanto que, confundidos, algunos ciudadanos llaman a estaciones de radio para preguntar si el precandidato que gane este domingo será el próximo gobernador de Sinaloa.
La contienda interna del PRI tiene visos de proceso constitucional. No sólo todos los ciudadanos están convocados a sufragar y los priístas hicieron todo para que las casillas se colocaran en el mismo sitio donde normalmente se instalan las del IFE, sino que la enorme cantidad de recursos económicos que ambos candidatos invirtieron en la precampaña hacen pensar que es la silla de palacio de gobierno lo que está por definirse.
Sin un tope de gastos ni reglas o sanciones precisas para quienes cometan irregularidades, los simpatizantes de Millán publicaron hoy inserciones en los periódicos. Los locutores --por acuerdo del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Radio y la Televisión--repitieron todo el día: ``vota por Millán''. En domicilios particulares --tomados del padrón del RFE-- se recibieron cartas pidiendo el voto para Millán.
Según cálculos del PAN, los precandidatos del PRI han gastado 25 millones de pesos en su precampaña. A su vez, el Frente Cívico Sinaloense señaló como excesivos los gastos priístas y lo acusó de tomar ventaja sobre el resto de los partidos.
Lo que se preveía como una contienda entre David y Goliat, donde no estaba muy claro si el David local (Millán) podría imponerse al Goliat (Díaz Castro, respaldado por el aparato gubernamental y priísta, con la bendición de Francisco Labastida) se fue desdibujando. No sólo porque se desmontó buena parte del aparato de Díaz Castro, sino porque Millán mostró que también tiene a varios grupos económicos detrás.
La euforia priísta que ahogó a la capital del estado el día que Lauro Díaz registró su precandidatura --100 camiones con acarreados-- se fue apagando, aunque se duplicó el número de anuncios en radio y televisión. No sólo se exigió a alcaldes como Jaime Leyva Díaz, de Guasave, que detuvieran su apoyo al precandidato, sino que en una reunión a la que fueron convocados los 12 presidentes municipales del PRI, se les conmino a cuidarse de trabajar por alguno de los aspirantes, bajo amenaza de expulsión.
Las quejas --nunca formalizadas ni documentadas-- de Millán en torno al favoritismo de que gozaba su contrincante en la estructura priísta y gubernamental, así como su visita al secretario de Gobernación, sirvieron para detener la cargada. La expectativa, hábilmente manejada por los millanistas, en el sentido de que si el senador pierde en una contienda desigual se irá a las filas del PRD, es el otro factor que, al parecer, ya dio al traste con la vieja línea. ``¿Quién quiere en el PRI otro monrrealazo?'', se preguntan aquí.
La toma de las cuatro casetas de peaje más importantes del estado (Guasave-Culiacán-Guamuchil) por parte de productores inconformes con el precio de comercialización de maíz y trigo --el próximo lunes cumple dos semanas y el gobierno ha perdido 1.5 millones de pesos--, rompió con la idea vendida a los sinaloenses de que el campesinado estaba con Díaz Castro. Por ello, decidió no ir hasta las casetas. En cambio, Millán y Leyson hasta tortas les llevaron.
En este estado, donde la agricultura es la actividad económica más importante, el problema de los precios de comercialización y el retiro de Conasupo en la compra de las cosechas tiene movilizada a la sociedad. Tanto, que las cámaras empresariales expresaron públicamente su respaldo a la toma de las casetas de peaje.
``Mientras sean justas y legítimas las demandas, hay que hacer lo que sea necesario para lograr lo que verdaderamente merece el sector agrícola, dijo este sábado el presidente del Centro Empresarial de Sinaloa, Héctor Aguerrebere Beltrán.
Molesto, por cuestionamientos sobre el tema, Díaz Castro dijo: ``Cuando estaba en la Sagar querían que hablara de política, y ahora quieren que hable del campo''.
La ruidosa campaña del PRI no ha dejado espacio a las otras fuerzas políticas. El senador Emilio Goicoechea, del PAN, se quejó de que el proceso priísta enturbia la elección estatal por el exceso de gastos de campaña y la utilización de viejas prácticas de compra de votos. También acusó a Juan Millán de repartir despensas.
Y mientras el Partido Acción Nacional tendrá hoy tan sólo la visita de Felipe Calderón hinojosa en su convención donde se elegirá candidato a gobernador --se realizará en un centro social de esta capital y se prevé que concluya a las seis de la tarde--, del PRI están aquí el secretario técnico del Consejo Político Nacional, Celso Humberto Delgado, así como el ex gobernador de Yucatán, Víctor Manzanilla Schaffer y un grupo de siete diputados federales encabezados por Carlos Jiménez Macías, quienes serán observadores.