Evolución e identidad humana y animal
Clones, primos y parientes
J. R. Albaine Pons
La evolución
Todos sabemos qué son las bacterias. Algunos las han llamado las verdaderas reinas de la Tierra por lo exitosas que aparentan ser evolutivamente y su número incalculable en el planeta. Se llega a decir que fueron las primeras, y cuando ya no quede nada serán las últimas en extinguirse.
Las bacterias evolucionaron formando las células que hoy conocemos en todos los animales, plantas, algas y hongos. La diferencia básica entre una de nuestras células y una bacteria reside en que las células tienen un núcleo que contiene el ADN, esa biblioteca de información bioquímica que dice cómo somos y qué hacemos; por eso los biólogos llamamos a esas células eucariotas (de núcleo verdadero). Las bacterias, en cambio, tienen su ADN suelto en cuerpo o protoplasma, formando una hebra única, y son llamadas organismos procariontes (sin núcleo, pero en camino de tenerlo).
En la evolución, algunas bacterias se transformaron con el tiempo en células como las nuestras, pero se vieron en la necesidad de adoptar otras bacterias en su interior para que realizaran ciertas funciones. Una de esas adopciones es lo que hoy conocemos como mitocondria, la máquina de hacer energía de las células.
Fue la bióloga Lynn Margulis, primera esposa del inolvidable Carl Sagan, ido tan a destiempo, quien en 1967 empezó a hablar y convencer a los demás biólogos de que las mitocondrias fueron en su origen bacterias incorporadas. Hoy, ese planteamiento se da como un hecho y tiene sus consecuencias: las mitocondrias presentan su propio ADN, llamado ADN mitocondrial o ADNm, y es muy estudiado ya que en humanos su mal funcionamiento se considera responsable de más de una docena de enfermedades muy serias para la vida.
Los clones
Luego del gran logro científico del año pasado con el nacimiento de la oveja Dolly, el fenómeno de la clonación de mamíferos ha entrado en auge. Hoy tenemos otra oveja ya clonada, decenas de laboratorios que estudian tecnologías de clonación y centenas de opiniones sobre lo que dichas tecnologías significan y significarán para los seres humanos.
Inclusive, gobiernos y políticos se han puesto a opinar al respecto, intentando como siempre esconder sus verdaderas intenciones en un manto doctrinal.
Recordemos que para clonar a Dolly se introdujo material nuclear de una célula mamaria de una oveja en un óvulo, del que previamente se había eliminado el núcleo, de otra oveja de distinta raza. Y nació Dolly con todas las características físicas visibles de la oveja de la cual se extrajo la célula mamaria, características que están en el ADN nuclear.
Pero aun llamando clon a animales de idéntico ADN nuclear, la identidad no es completa, ya que las mitocondrias de Dolly provienen del óvulo que recibió el material nuclear, o sea, la totalidad de ADN de Dolly viene de dos individuos y no de uno solo, aunque la preponderancia del ADN nuclear es casi total en un organismo para casi todas sus funciones, con excepción de la energía celular y la docena de enfermedades que provienen del ADNm.
Los primos
En la reproducción de los humanos y de todos los mamíferos sabemos que intervienen un óvulo femenino y un espermatozoide masculino. En dicha fecundación, es la cabeza del espermatozoide la que penetra al interior del óvulo, pero no su cuello y su cola. Al entrar la cabeza del espermatozoide en el óvulo, ésta lleva su porción paterna de genes del ADN nuclear, pero las mitocondrias del espermatozoide no entran al óvulo, permanecen en el cuello descartado de éste.
El ser que se desarrollará del óvulo fecundado o huevo tendrá todas sus mitocondrias únicamente a partir del óvulo, o sea, nuestro ADNm proviene sólo de nuestras madres. Esta característica ha hecho que sea éste el ADN ideal (además de ser mucho menor) para resolver problemas de identidad y evolución humana y animal.
Recordemos que las madres de la Plaza de Mayo de Buenos Aires pudieron identificar a sus nietos -nacidos mientras sus hijos estaban en prisión, desapareciendo después sobre el Atlántico al ser lanzados desde aviones- porque los ADNm de las abuelas maternas y los nietos, que fueron adoptados como hijos por muchos de los captores y asesinos de sus padres, son idénticos.
Este ADNm también proporcionó la hipótesis de Eva: bioquímicos que estudiaron las variaciones de dicho ADNm en poblaciones humanas, propusieron que todos los humanos descendemos de una única mujer que vivió en el Subsahara hace unos cientos de miles de años; con la malasangre de muchos antropólogos físicos, de esos que dedican sus vidas a buscar fósiles humanos en el mundo, que consideraron invadida su privacidad intelectual.
También el ADNm de los hermanos es idéntico, pues proviene de la misma madre; igual que el de los primos, pero sólo el de aquellos que son hijos de dos hermanas.
Eso significa que tales primos presentan más igualdad genética que los hijos de dos hermanos, que al estar casados con mujeres distintas darán a sus hijos diferentes ADNm, de forma tal que hay de primos a primos.
Resultaría interesante saber con quién se lleva usted mejor, con cuál de sus primos presenta más afinidad, ¿con los hijos de hermanas de su madre o de sus hermanos? Los primos por parte del padre, o sea sobrinos de éste, no cuentan, pues de él no tenemos nada en común en nuestras mitocondrias.
Los parientes
Entonces, tenemos la realidad de que quienes son más nuestros parientes, de entre todos, son los que tenemos por vía materna, y de ellos las mujeres y sus descendientes. De cada abuelo tenemos 25 por ciento de genes nucleares, pero todos nuestros genes mitocondriales sólo provienen de nuestra abuela materna. Si usted ha tenido la suerte de haber conocido e interactuado con sus dos abuelas, ¿a cuál de las dos encuentra más dulce?
Los animales, en especial los primates, mantienen como familia más la relación por vía materna que la del padre, muchas veces desconocido. Entre los humanos se ha implantado en la cultura moderna de muchos pueblos que la relación por vía paternal es la importante, por asuntos de herencia económica, prejuicio y opresión a la mujer, y por muchas razones cosas más.
Cuando era estudiante se hablaba de la existencia de sociedades matriarcales donde la línea materna era la importante. Una vez, en una conferencia escuché que en realidad eso nunca había existido; ahora no sé, tendré que buscar datos con algún amigo antropólogo. De todas maneras, me cuido ya de que mis hijos sepan que sus primos por parte de madre, de las hermanas de ella, son en realidad más primos que todos los demás.