En cuatro años bajó 40% el gasto real destinado a los pobres

Víctor Ballinas Ť Los recursos que hoy en día destina el gobierno federal a su política de combate a la pobreza, en términos reales representan 40 por ciento menos que los encauzados durante 1994, debido a la pérdida acumulada de los últimos cuatro años por la prolongada crisis económica que a partir de 1995 ha llevado a recortar el gasto social. Además, en 1998 el presupuesto otorgado al ramo 26 es uno por ciento del gasto para desarrollo social, el nivel más bajo en los últimos 16 años; comparado con el producto interno bruto (PIB), se ubicó como el más bajo de las últimas dos décadas, al llegar a 0.1 por ciento.

Lo anterior se desprende de los informes de la cuenta de la hacienda pública federal de 1994 a la fecha, en los informes anuales de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso) y en el Presupuesto de Egresos de la Federación del periodo 94-98.

En 1994 el gobierno federal destinó al ramo 26 --Programa Nacional de Solidaridad (Pronasol)-- 9 mil 269 millones 900 pesos, y al año siguiente le dedicó 10 mil 2 millones de pesos, esto es un crecimiento nominal de casi 800 millones, pero por la inflación y la crisis de diciembre del 94, en términos reales los recursos apenas representaban 6 mil 575 millones 200 mil pesos; esto es, una reducción de 30 por ciento con respecto al año anterior.

Para 1996 el dinero destinado al ramo 26 se incrementó 2 mil 112 millones de pesos, para sumar 12 mil 114 millones, en términos reales fueron 330 millones de pesos menos que los de 1995 por la inflación y la crisis económica.

Para 1997, aun cuando los recursos del ramo 26 nominalmente crecieron 536 millones de pesos para ubicarse en 12 mil 650 millones, en términos reales apenas sumaban 5 mil 454 .9 millones de pesos, y para este año, a pesar de que se incrementó nominalmente el presupuesto del ramo 26 en mil 165 millones más que el año anterior, realmente los recursos asignados para el combate a la pobreza --línea central de la política social del gobierno-- son incluso inferiores a los ejercidos en 1997, aun cuando al ramo 26 se le suman los recursos del 33, que se creó este año y que es una subdivisión en destinado al combate a la pobreza.

De los informes de avance anual del ramo 26 de la Sedeso se desprende que en 1994 los recursos destinados a ese rubro representaron 7.2 por ciento del gasto para desarrollo social del gobierno federal, lo que significó 3.8 por ciento del programable del sector público y 0.5 por ciento del PIB.

De acuerdo con los informes del gasto público y los presupuestos de egresos de 1994 a la fecha, para 1995 el ramo 26 representó 6.6 por ciento del gasto en desarrollo social, 3.5 por ciento del programable del sector público y cayó en dos décimas del PIB (0.3) con respecto a 1994.

Para 1997, los recursos destinados al ramo 26 como proporción del gasto en desarrollo social bajaron dos puntos y se ubicaron en 4.6 por ciento, dentro del gasto público disminuyó un punto, para ubicarse en 2.5 por ciento y también descendió una décima del PIB (0.2).

Este año y no obstante que se le suman todos los recursos del ramo 33, el presupuesto otorgado para el 26 representa uno por ciento del gasto en desarrollo social, el más bajo en 16 años, lo que equivale a una caída en el gasto programable del sector público de 1.9 por ciento, y se ubicó igual al de hace nueve años, y el porcentaje de los recursos del ramo 26 con respecto al PIB descendió otra décima con respecto al año anterior y quedó en 0.1 por ciento, el más bajo en 20 años.

Al parejo que la disminución de recursos del gasto social, sobre todo en la política de combate a la pobreza, desaparecieron 36 programas sociales de los 46 que tuvo la Sedeso entre 1988 y 1994. Hoy apenas apoya diez.

Entre los programas sociales de combate a la pobreza que desaparecieron están: solidaridad forestal, IMSS-solidaridad, regularización del suelo urbano, enfermeras en solidaridad, ecología productiva, apoyo a caficultores, desarrollo de comunidades indígenas, hospital digno, jóvenes en solidaridad y solidaridad obrera, entre otros.