Parlatino: el próximo podría ser el siglo de los conflictos indígenas en Latinoamérica
María Esther Ibarra Ť El próximo siglo será el de los conflictos indígenas latinoamericanos si los gobiernos no legislan y resuelven con rapidez y profundidad las contradicciones étnicas, pues de nada sirven a los pueblos indios las autonomías si faltan democracia y programas económicos o hay derechos y leyes que no se cumplen con realidades y acciones de gobierno, coincidieron los integrantes del Parlamento Latinoamericano (Parlatino), al clausurar ayer el seminario Problemas de los Indígenas en América Latina.
Por otra parte, el diputado perredista Gilberto López y Rivas informó que mañana los coordinadores de los partidos se reunirán con el secretario de Gobernación, Francisco Labastida Ochoa. ``Esperamos que se llegue a acuerdos colectivos y viables para el conflicto chiapaneco, y no simplemente sea una junta de notables. Por igual nos preocupa que el jefe del Ejecutivo siga decidiendo en la Permanente y que los legisladores de oposición se conviertan en levantadedos, traicionando sus propios principios partidistas.
``Esa reunión -agregó- implica la posibilidad que el Presidente no tome las decisiones que corresponden al Poder Legislativo, y también que sus integrantes tengan la posibilidad de reafirmarse como tales y fortalecerse ante un Ejecutivo igualmente fuerte''. Ratificó la negativa del PRD a participar en la discusión para elaborar el dictamen de ley indígena del gobierno, pues ``son medidas unilaterales''.
Y abundó: ``Nuestra posición fue correcta, pues el hecho de que no saliera la propuesta del presidente (Ernesto) Zedillo como dictamen es un reconocimiento tácito de que había errores de procedimiento y disensos entre los legisladores, incluidos los del PAN y el PRI''.
Entrevistado al término de la clausura del seminario, López y Rivas agregó que la postura de su partido es lograr primero la paz y luego dialogar, ya que ``tarde que temprano las autonomías se constituirán en condición sine qua non del cambio y el desarrollo democráticos en el país; pero para ello los pueblos indígenas requieren que México esté en paz y cese el acoso creciente de militarización y la desaparición de los grupos paramilitares''.
Incorporar a legislaciones el debate
En el auditorio de El Colegio de México, los integrantes del Parlatino presentaron las conclusiones del seminario que por consenso adoptaron sobre la problemática de los pueblos indios, entre las cuales se destacó la necesidad de que los planteamientos debatidos por parlamentarios latinoamericanos sean considerados por los gobiernos de sus respectivos países en las iniciativas legislativas en materia indígena.
El diputado Leonel Pantin Wilson, presidente del Parlatino, y el senador priísta Heladio Ramírez afirmaron que no hay recetas para resolver el asunto indígena. ``En Nicaragua decimos que ya encontramos (la solución), pero sigue el problema en otros países porque en cada uno no son iguales las problemáticas y ninguno hemos encontrado todavía la fórmula acertada'', dijo el legislador nicaragüense. A su vez, el senador mexicano manifestó que cada pueblo indígena ``tiene su propia salvación de acuerdo con su identidad y cultura'', y reconoció que si hoy reclaman justicia es porque requieren apoyos ``no como grupos de religión, sino como pueblos que tienen derecho a ser reconocidos sus puntos de vista y a ejercerlos''.
Ramírez dejó entrever que, dada la riqueza de los aspectos debatidos en el seminario, algunas reflexiones podrían ser presentadas en el seno de las comisiones del Senado en las que está a discusión la iniciativa enviada por Zedillo.
Para el panista Julio Faesler, el asunto indígena no es ``cuestión particular y segregada'' dentro de las comunidades nacionales, ni siquiera regionales o mundiales. De ahí la urgencia de que los gobiernos ``aseguren el trato justo, la integración y la participación política y económica de las comunidades indígenas en el progreso y desarrollo social, regional y mundial''. Pidió que de cara al nuevo milenio ``se corrija la falta de justicia que ha caracterizado el tratamiento a los indígenas''.
Consideró urgente ``concretizar'' proyectos específicos de las distintas instituciones financieras internacionales y los fondos creados para apoyar el desarrollo sustentable de los pueblos indígenas, con el fin de que sean aprovechados adecuadamente.
Anunció que el Parlatino evaluará el seminario, en agosto próximo, en Sao Paulo, Brasil, y también los trabajos de la Comisión de Asuntos Indígenas y Etnicos, con el propósito de ``traducir los pensamientos en la legislación'' de cada país.
Walter Vener, diputado uruguayo, afirmó que en épocas de recesión económica ``algunos sectores consideraban que la democracia era insuficiente, pero las opciones totalitarias en Latinoamérica finalmente cedieron. Lo mismo ocurrirá con las autonomías de los pueblos indígenas, y (quizá) sea más difícil aplicar en algún país donde haya problemas y se consideren los parteaguas, pero también se puede conseguir su constitución válida''.
López y Rivas dijo que si funcionarios mexicanos hubieran asistido al seminario, ``muchos de sus fantasmas y visiones negativas respecto a las autonomías -como la balcanización- se hubieran disuelto. A ningún gobierno, y en particular al nuestro, deben preocupar las autonomías; son instrumentos de los pueblos indígenas para reinsertarse en la dinámica nacional, a partir de un proceso de autoafirmación y control de sus recursos, territorios y tierras''.