Sale de prisión el fundador del CUT

Francisco Guerrero Garro, corresponsal, Cuernavaca, Mor., 26 de mayo Ť Gerardo Demesa Padilla, fundador y dirigente del Comité de Unidad Tepozteca (CUT), quedó hoy en libertad luego de que un juez revocó la sentencia de ocho años que se le impuso hace más de dos, acusado de haber participado en el homicidio del comunero Pedro Barragán durante un zafarrancho provocado por agentes del gobierno del estado en el zócalo de Tepoztlán.

Al salir en libertad y ser recibido entre saludos y abrazos por integrantes del CUT y quienes lucharon durante dos años para conseguir su libertad, Gerardo Demesa declaró: ``Sabía que alcanzaría la libertad tan pronto (Jorge) Carrillo Olea abandonara el poder'', y manifestó que tomará unos días para rencontrarse con su familia y su pasado y poder empezar a discutir con sus abogados la posibilidad de presentar una demanda contra quienes lo acusaron de homicida.

Demesa Padilla fue uno de los primeros en oponerse a la construcción sobre terrenos comunales, por parte de la empresa KS, del megaproyecto El Tepozteco, que incluía un club de golf. A raíz de ello, fue acusado de la muerte a balazos del comunero Pedro Barragán, cuando un grupo de personas fueron a provocar a los simpatizantes del CUT que se mantenían en plantón frente al palacio municipal de Tepoztlán.

Barragán cayó abatido por las balas de sus compañeros, pero el gobierno de la entidad culpó a Demesa del homicidio.

El dirigente, que también era secretario de Conflictos de la sección del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) en Morelos, fue aprehendido en Cuernavaca por agentes de la Policía Judicial que allanaron la sede sindical y provocaron la inmediata reacción del gremio, que exigió su inmediata libertad.

Durante su proceso, la defensa demostró su inocencia y refutó una a una todas las pruebas y acusaciones presentadas por el gobierno del estado, pero a pesar de ello lo condenaron a ocho años de prisión, pena que hoy fue revocada.

Inclusive, la Comisión Nacional de Derechos Humanos emitió una recomendación exigiendo a Carrillo Olea la inmediata libertad del dirigente, pues según se demostró no había elementos para inculparlo; empero, el mandatario morelense ignoró a la CNDH.

Durante los dos años que permaneció tras las rejas, el CUT y sus paisanos de Tepoztlán, mediante movilizaciones, exigieron su libertad.

También efectuaron movilizaciones en su favor maestros y diferentes grupos y organizaciones no gubernamentales en la entidad, así como el PRD y los legisladores tepoztecos Adela Bocanegra, local, y Anastacio Solís Leso, federal.