Acoso de paramilitares en Río Blanco; persisten tensión y miedo en Tenejapa
Juan Balboa, corresponsal, San Cristóbal de las Casas, Chis., 27 de mayo Ť En dos poblados de la zona de conflicto de chiapas --Río Blanco, en el municipio de Las Margaritas, y Tenejapa, en Ocosingo-- han sido vistos nuevos grupos paramilitares bajo entrenamiento que junto con integrantes del Ejército Mexicano y la policía estatal visitan casas de simpatizantes del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) previamente señaladas por pobladores.
Unas 12 familias zapatistas del predio Buenavista, en Las Margaritas, dejaron sus casas y se refugiaron en las montañas después de sufrir un ataque con armas de fuego por parte de pobladores de Río Blanco, según las declaraciones de miembros del ayuntamiento autónomo Tierra y Libertad.
Un número similar de indígenas fueron hostigadas por un grupo de priístas y algunos abandonaron el poblado Sol Paraíso, municipio de Ocosingo, confirmaron dirigentes de la Aric-Unión de Uniones, ``las personas (del PRI) se encuentran armadas y amenazan a todas las familias que no están de acuerdo con sus arbitrariedades''.
Según la información proporcionada por los campesinos de la zona conocida como Selva Fronteriza, representantes del ayuntamiento autónomo Tierra y Libertad --que el gobierno intentó desmantelar el pasado 1o. de mayo-- y representantes de organizaciones no gubernamentales (ONG) que trabajan en dicha zona, pobladores de Río Blanco, San Vicente y Nuevo Pinar forman un grupo paramilitar que son entrenados cotidianamente.
Las incursiones del Ejército Mexicano, agregan, en las comunidades de la región fronteriza son cada vez más frecuentes; ``acompañados de campesinos vestidos de civiles señalan las casas de los simpatizantes zapatistas''.
La mayor parte de las familias desplazadas viven sin alimentos y han logrado que algunas comunidades vecinas los apoyen con posada mientras regresan a sus hogares. Esta gente, afirman las ONG, piden ayuda, ``ya que ante la situación es difícil y no pueden salir a buscar sus alimentos''.
Los desplazados de Buenavista y Sol Paraíso se suman a unos 12 mil más que por la violencia han tenido que dejar sus hogares en la zona de conflicto.
De acuerdo con información proporcionada por las ONG y confirmada por la Comisión Nacional de Intermediación (Conai), unos 13 mil indígenas provenientes de nueve municipios han abandonado sus comunidades por el temor de ser agredidos por grupos paramilitares, la policía estatal o el propio Ejército Mexicano. De éstos, unos 5 mil 800 pertenecen al municipio de Chenalhó, en la región de los Altos de Chiapas.
Los representantes de las ONG agregaron que los grupos paramilitares tienen como objetivo ``desaparecer las zonas grises o neutrales'', convirtiéndose en el nuevo escenario del conflicto armado. Son nueve los que han aparecido en Chiapas, poco después de que el Ejército Mexicano arrinconó a la máxima dirigencia del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, en febrero de 1995. Están integrados por militantes del PRI y mantienen una infraestructura castrense que incluye campos de entrenamiento.