La Jornada 28 de mayo de 1998

Funcionarios de la Casa Blanca y el Departamento de Estado afirman que tampoco sabían de la infiltración

Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 27 de mayo Ť Varios funcionarios del gobierno de Bill Clinton afirmaron hoy que sus contrapartes mexicanas no fueron las únicas sorprendidas por las dimensiones y extensión de la operación Casablanca, e incluso algunos de la Casa Blanca y del Departamento de Estado se quejaron, molestos, de que no fueron informados hasta el día del anuncio público de los resultados de la investigación encubierta sobre lavado de dinero.

Por segundo día consecutivo las protestas mexicanas por la falta de transparencia y cooperación fueron tema de discusión en la conferencia de prensa diaria en la Casa Blanca. Pero varios funcionarios de la administración Clinton consultados señalaron que aunque el gobierno dijo que ``lamentaba'' la falta de notificación a México en este caso, no hay garantía de que en una circunstancia similar se asegure que dicho país sea informado. De hecho, ninguno de los funcionarios de cuatro diferentes agencias dentro del Ejecutivo pudieron confirmar que en el futuro Estados Unidos pondrá a su vecino al tanto de operaciones encubiertas.

Estas cuestiones, indicaron varios funcionarios, serán retomadas cuando Clinton se reúna con el presidente Ernesto Zedillo en Nueva York a principios de junio, durante la sesión especial sobre drogas que se celebrará en la Organización de Naciones Unidas. También formarán parte de la nota diplomática que prepara el Departamento de Estado en respuesta a la reciente protesta formal mexicana.

Lo que funcionarios estadunidenses están dispuestos a decir es que consideran desafortunado que una notificación más plena y puntual no haya sido posible. El presidente Clinton indicó a su colega Zedillo que ``lamentaba no haber estado en una posición de ofrecer una notificación puntual de la operación'', anunció hoy el vocero de la Casa Blanca, Mike McCurry, al referirse a la plática telefónica de ambos mandatarios de la semana pasada.

Pero cuando los reporteros pidieron a McCurry explicar por qué Estados Unidos no ``estaba en una posición'' de notificar a México, no hubo respuesta. ``¿Estaba (Clinton) diciendo que debería haberse dado la notificación y no fue así?, o ¿estaba diciendo `sabemos que les gustaría haber sido notificados pero, disculpen, no lo vamos a poder hacer'?'', preguntó un reportero. La respuesta se limitó a: ``acabo de leer las declaraciones''.

Una importante fuente del gobierno de Clinton con conocimiento de cómo piensa la Casa Blanca en torno a este asunto, confirmó hoy a La Jornada que la declaración presidencial a través de McCurry fue cuidadosamente redactada para no inferir que Estados Unidos hubiera ofrecido necesariamente una notificación previa sobre la operación.

Un encargado de seguridad pública federal agregó que aunque los informes en la prensa sugieren que Clinton ofreció disculpas, la declaración textual simplemente reitera en forma menos expresiva la posición inicialmente manifestada por el secretario del Tesoro, Robert Rubin, y su subsecretario Raymond Kelly, de que debido a consideraciones de seguridad de los agentes en la operación, las autoridades no estaban en posición de informar a México hasta concluir la investigación.

Estos corresponsales preguntaron hoy a funcionarios de los Departamentos de Tesoro, de Estado y de la Casa Blanca si en el futuro se notificará a México sobre este tipo de operaciones. La respuesta de todos fue sólo que estos asuntos están bajo discusión en el gobierno estadunidense.

Un vocero del Departamento del Tesoro dijo que también están examinando los alegatos de que la falta de consulta bilateral violó acuerdos entre los países. Pero alguien del Departamento de Justicia dijo: ``No tengo conocimiento de ningún pacto entre Estados Unidos y México que haya sido violado por este acuerdo''.

Para muchos de los funcionarios consultados hoy, el problema más urgente es que el Servicio de Aduanas de Estados Unidos no informó al Departamento de Estado, a la Casa Blanca o a la DEA de esta operación casi hasta el final. ``Esto no fue sólo una sorpresa para los mexicanos, fue una sorpresa para la Casa Blanca, el Departamento de Estado e incluso para la procuradora general Janet Reno'', comentó una fuente con conocimiento del caso. En la Casa Blanca, tanto en la Oficina Nacional de Política de Control de Drogas, encabezada por Barry McCaffrey, como en el Consejo de Seguridad Nacional, dicen no haber sido notificados del caso hasta casi última hora.

``Uno puede suponer que algunos de esos tipos en Aduanas ahora están aguantando la furia de algunos en Washington por este asunto'', indicó una fuente con conocimiento de las discusiones entre las agencias federales. ``Muchos aquí están diciendo que una cosa es no informar a los mexicanos, pero ¿no informar a la Casa Blanca?''.