La Jornada 29 de mayo de 1998

Conversión a deuda pública, sólo si se resarce a la sociedad, señala el documento

René Alberto López, corresponsal, Villahermosa, Tab., 28 de mayo Ť El presidente nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Andrés Manuel López Obrador, fijó aquí la posición de su partido en torno al Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa), y propuso que las auditorías al fondo de rescate constituyan la base para que el gobierno renegocie los bonos emitidos y los bancos asuman parte de la deuda; revisar caso por caso, para determinar qué porcentajes asumirán los propietarios de la banca si se comprueba que son responsables de operaciones irregulares y, de ser necesario, que el gobierno retome el control de las instituciones bancarias, las reordene, y con una mecánica honrada, las reprivatice.

De gira por esta entidad, el líder perredista lanzó un Manifiesto a la Nación en el que advierte que su partido pretende aportar ``su parte en la salida de trampas creadas por decisiones tan aberrantes como el rescate bancario, pero no firmaremos cheques en blanco para seguir lastimando el bienestar de millones de compatriotas''.

Subrayó que la participación del PRD en la discusión y tratamiento del Fobaproa tiene como condición que se transparente todo el proceso de los recursos entregados a los bancos y se establezca un esquema compensatorio, que supla a nivel constitucional el daño que van a padecer los mexicanos, no sólo hasta el 2008 como se anuncia, sino por mucho tiempo más.

Explicó que convirtiendo o no la cartera vencida de los bancos en deuda pública, de cualquier modo la crisis continuará porque el sistema financiero tiene deficiencias estructurales; los neobanqueros se han entregado al manejo irresponsable y no pocas veces turbio de sus instituciones, como lo han evidenciado operaciones en paraísos fiscales, autorrobos y actividades relacionadas con el lavado de dinero, incluso proveniente del narcotráfico.

Para demostrar la inviabilidad del sistema bancario, dijo que si eventualmente se lograran vender todos los activos del Fobaproa y los banqueros tuvieran que asumir el 15 por ciento de las pérdidas, como se comprometieron al recibir los apoyos para su capitalización, tendrían que declararse nuevamente en quiebra, ya que ese porcentaje superaría hasta en dos veces su capital contable estimado en 39 mil millones de pesos.

López Obrador estimó que de aprobarse la conversión a deuda pública de los recursos destinados al rescate bancario, se tendría que reducir en 102 mil millones de pesos el gasto social, incluyendo educación, salud y seguridad social. ``Siendo que para 1998 el gasto social programable equivale a 349 mil millones, si se autoriza la conversión del Fobaproa, equivaldría a una reducción de 29.1 por ciento del dinero para el bienestar y el desarrollo humano''.

Por ello, remarcó, el PRD no dará su aprobación para provocar este desastre ``en el que va en juego la estabilidad política y la paz social de la nación''.

Las propuestas del PRD

En un documento de cuatro cuartillas, López Obrador fijó la propuesta de su partido, que incluye siete puntos básicos:

Primero, propone que las auditorías al Fobaproa sean la base para que el gobierno renegocie los bonos emitidos con los banqueros, porque ``si los mexicanos van a perder lo que no gastaron, con mayor razón ellos tienen que asumir parte de la deuda. No aceptaremos que los mexicanos paguen lo que el gobierno y banqueros dilapidaron irresponsablemente''.

El segundo punto considera que en la medida que avancen las auditorías y las negociaciones, banco por banco, y se vaya depurando la cantidad global, el PRD estará en condiciones de aprobar que cada trimestre se conviertan en deuda pública 100 mil millones de pesos, pero plenamente transparentados y tras saber qué porcentaje asumirán los bancos al comprobarse que son responsables de operaciones irregulares.

En seguida recomendó que se analice la situación real de cada banco, ya que de vender todos los activos del Fobaproa, cada uno tendría que pagar 15 por ciento de las pérdidas y podría declararse otra vez en insolvencia. En función de ese análisis, decidir qué instituciones pueden seguir funcionando y cuáles deben venderse, fusionarse o liquidarse.

La propuesta de López Obrador en su cuarto punto sugiere que el gobierno retome el control de los bancos que así lo requieran, los reordene y que con una mecánica honrada y distinta a la que aplicó Carlos Salinas de Gortari, se reprivaticen nuevamente para que formen parte de un sistema financiero moderno y eficiente.

Propone crear un programa social de Estado, con rango constitucional, financiado con los incrementos en el precio del petróleo, entre otras fuentes, a partir de convertir en deuda el primer monto trimestral.

En el sexto punto de su Manifiesto a la Nación, el líder perredista recomienda que se incorpore al texto constitucional figuras delictivas y sanciones relacionadas con los recursos públicos destinados a campañas electorales.

Como último tema pide que se establezca en la Carta Magna un capítulo sobre el combate a la corrupción pública y privada para evitar, de una vez por todas, los saqueos del erario por parte de gobernantes y empresarios coludidos con el poder.