Marco Rascón
La contaminación es plural

La contaminación tiene un origen plural y la producen los municipios conurbados gobernados por el PRD, el PRI y el PAN, la sociedad civil y las fábricas del DF, Naucalpan, Tlalnepantla, Atizapán, Texcoco, Neza y el resto; el transporte público de carga y pasajeros que cruza todo el Valle de México; más de 8 millones de calentadores de agua que se encienden desde las seis de la mañana, y todos los automovilistas que tienen derecho a transportarse de manera privada, pero que también contaminan. No hay nada tan plural, políticamente hablando, como el origen de la contaminación.

¿Qué hacen en Naucalpan y Tlalnepantla contra los emisores de humos, ozono y partículas? ¿Por qué los medios y el PRI y el PAN sólo señalan al DF y a su gobierno como responsables de las contingencias?

El Valle de México vive tiempos en verdad graves, incluso podríamos decir apocalípticos. Salva a esta región el clima y unos cuantos pulmones, luego de que el PRI fomentara por razones económicas el crecimiento espacial de la ciudad. Todo el oriente, las delegaciones Venustiano Carranza, Iztacalco, y hasta ciudad Neza, fueron una gran invasión promovida por el PRI y la Federación de Colonias desde los años cuarenta. Los fraccionadores fueron la gran combinación de la CNOP, que redituó ganancias políticas y económicas hasta la década de los ochenta, en que la nueva oleada de movimientos urbanos independientes de la zona conurbada y el centro de la ciudad propusieron con sentido ecológico la redensificación de la ciudad aprovechando el suelo utilizado en la especulación, el ocio y el abandono. Hoy, es significativo que los grupos invasores de las zonas ecológicas del DF sean de nuevo una promoción y provocación respaldada por el PRI para cobrarse con los bosques ejerciendo la venganza por el voto ciudadano en favor del PRD. La política de contingencia del gobierno del DF no parte de la idea sola de prohibir, sino de proponer y construir nuevas opciones con la ciudadanía para la vigilancia y contención de las fuentes de contaminación. La política ambiental se sustenta en un gobierno surgido del voto y del compromiso, no de la imposición; por ello establece nuevas reglas en contra de la contaminación y sus diversos orígenes y responsabilidades.

Los planes de contingencia del gobierno democrático no son para unos días, sino para atender los problemas de fondo y en eso los tres años de este gobierno son la corrección a setenta años de decisiones que fueron la causa de la situación que ahora padecemos.

Para la nueva política ambiental, la conciencia en la corresponsabilidad es el arma fundamental contra los orígenes de la contaminación; no se trata sólo de ``invitar'', sino de buscar que la conciencia individual ambiental se convierta en acción colectiva, de masas, social. En este sentido, los planes de contingencia convocan a detectar las fugas de gas butano y LP (precursor del ozono) y los calentadores que producen altos niveles de monóxido de carbono. Esta es una tarea ciudadana. En cada delegación, el gobierno deberá integrar brigadas para atender estas tareas de información contra fuentes contaminantes. Habrá que localizar basureros clandestinos, emisiones prohibidas y fecalismo al aire libre, mejorando los servicios de limpia y construyendo una infraestructura pública de sanitarios en toda la ciudad.

Deberá haber una reordenación de los transportes para alentar el uso del transporte público, pues hasta ahora la expansión de la industria automotriz ha diseñado nuestra ciudad, despreciando el transporte público y a sus usuarios, ya que éste se encuentra ligado al estatus social: los del transporte público son perdedores y no tienen derecho a nada; los del privado son ganadores y tienen derecho a todo.

En el DF no se pide a los ciudadanos que se encierren en sus casas haciendo voto de silencio, sino que participen en la tarea de reorganizar la sociedad para impedir que las fuentes de contaminación, nacidas de corrupción, individualismo y el centralismo en las decisiones, sea transformado en una conciencia colectiva en favor del medio.

En la Comisión Ambiental Metropolitana es necesario pedir cuentas y saber qué hacen PRI y PAN en sus municipios contra estos gases que generan en el norte del valle y consumimos en el sur de la ciudad.