Aeroméxico, sin arreglo; laboraron los sobrecargos bajo protesta
Víctor Cardoso, Elizabeth Velasco, Jesús Aranda y Martha García Ť La huelga de la Asociación Sindical de Sobrecargo de Aviación (ASSA) en Aerovías de México (Aeroméxico) cumplió su primer día sin que las partes llegaran a un arreglo. La empresa operó normalmente con la requisa que aplicó el gobierno al primer minuto del lunes con tripulaciones completas, pues los mil 33 sobrecargos de la aerolínea aceptaron trabajar bajo protesta.
En la reunión de ayer por la tarde en la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), las partes sólo lograron avanzar en el punto de la sindicalización de 300 plazas de confianza. Quedan por definir el aumento salarial de 19 por ciento y los puntos que integran la previsión social (pago de horas nocturnas, tiempo extra de vuelo y vuelos con tripulaciones completas). Las propuestas de empresa y sindicato fueron entregadas al administrador de la requisa, Juan José Domene Berlanga.
Las partes se comprometieron a reanudar las negociaciones hoy a las 18 horas con la mediación del subsecretario A de la STPS, Javier Moctezuma Barragán, y de Domene Berlanga. Hoy por la mañana, la secretaria general de ASSA, Alejandra Barrales Magdaleno, y el líder de los telefonistas, Francisco Hernández Juárez, tienen previsto ofrecer una conferencia en la Unión Nacional de Trabajadores (UNT).
Justifican la requisa
En un ``corte informativo'' de las primeras 12 horas de huelga, el subsecretario del Transporte de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, Aarón Dychter Poltólarek, afirmó que las autoridades federales no han hecho ninguna recomendación a la empresa para ofrecer contrapropuestas al pliego petitorio de ASSA, a pesar de que más de 60 por ciento de las acciones de la controladora de esa aerolínea, Cintra, son propiedad del gobierno.
Tanto Dychter Poltólarek como el titular de la STPS, José Antonio González Fernández, afirmaron por separado que no se beneficia a ninguna de las partes, pero sí se salvaguarda el interés público con la intervención gubernamental en la empresa mediante la aplicación de la requisa.
El subsecretario del Transporte reconoció que en las negociaciones entre empresa y sindicato se deben mejorar las percepciones laborales, pero sin que la primera pierda su viabilidad y desarrollo en el corto, mediano y largo plazos.
González Fernández aseguró que en la huelga de Aeroméxico el Estado mexicano ``no puede permitir que un servicio público de tanta importancia no se preste''.
Luego de informar que este lunes la dependencia a su cargo reconvino a la empresa y a los trabajadores para reanudar las negociaciones, González Fernández también aseguró que la requisa no significa que las autoridades hayan optado ``a favor o en contra de una u otra posturas'', y opinó que no será necesario aplicar medidas adicionales para garantizar el servicio. ``Con la requisa es más que suficiente''.
En sendas declaraciones, tanto González Fernández como Dychter Poltólarek afirmaron que la requisa se aplicó conforme a derecho (artículos 83 de la Ley de Aviación Civil y 112 de la Ley de Vías Generales de Comunicación).
El secretario del Trabajo recordó que el administrador nombrado por el gobierno tiene la autoridad para invitar a los sobrecargos a que reanuden sus funciones aun estando en huelga. En caso contrario, puede contratar el personal que considere necesario. La aceptación de trabajar, mencionó, ``es un gesto importante para que las pláticas se den en un mejor término''.
El subsecretario del Transporte explicó que Aeroméxico, dentro del sistema de transporte aéreo del país, es una de las empresas más importantes que moviliza más de 20 mil pasajeros al día, además de mercancías diversas. ``No podíamos poner en riesgo la economía nacional o ciertos sectores de actividad económica o dejar varados tantos o cuantos pasajeros. Fuera de eso, las partes quedan en una situación cuya única alternativa, o real alternativa, es volverse a sentar a negociar y concluir sus negociaciones''.
Solicitará ASSA apoyo internacional
Barrales Magdaleno advirtió que de continuar sin solución sus reclamos acudirán en los próximos dos días al amparo ante el Acuerdo Laboral de Libre Comercio, y consideró que la requisa constituye un ``golpe'' al movimiento de huelga, al restarle 90 por ciento de fuerza y presión.
Los mil 33 sobrecargos de Aeroméxico trabajaron ayer bajo protesta en una huelga simbólica. Portaban en su saco un distintivo rojinegro con la leyenda ``Cambiaría esto por mi revisión de contrato''. En las oficinas se notificó que no se habían solicitado cancelaciones en las reservaciones ni disminuido la demanda del servicio.
Barrales Magdaleno reiteró que sus reclamos son prioritarios y que el gremio está dispuesto a llevar hasta sus últimas consecuencias el movimiento.