La Jornada 4 de junio de 1998

Catástrofe ferroviaria en Alemania

Dpa, Afp y Reuters, Eschede, Alemania, 3 de junio Ť Por lo menos 120 personas murieron y 300 resultaron heridas al accidentarse hoy un tren de pasajeros alemán de alta velocidad en esta localidad, en las cercanías de Hannover, en lo que constituye la peor catástrofe ferroviaria en el país desde la Segunda Guerra Mundial.

El percance ocurrió hacia las 11:10 horas locales, y hasta esta tarde los socorristas habían logrado rescatar un centenar de cadáveres de entre los fierros retorcidos; se teme que la cifra de víctimas aumente, ya que entre los heridos habría unos 50 de gravedad.

Hasta esta noche las versiones sobre las causas del siniestro eran encontradas. Inicialmente se habló de un descarrilamiento ocasionado por la caída de un auto desde un puente sobre la zona de vías del Intercity Express, que en ese momento corría a poco más de 200 kilómetros por hora.

Según esa versión, la caída del auto habría provocado que la locomotora se desprendiera y siguiera avanzando sola, mientras que el resto del convoy de cuatro vagones descarrilaba y se estrellaba contra un pilar de cemento armado de un puente, lo que habría provocado a continuación que esos vagones se incrustraran unos contra otros.

Sin embargo, un vocero policial negó más tarde que la causa del accidente haya sido el automóvil. Explicó que el vehículo en cuestión, propiedad de la compañía de ferrocarriles y destinado al transporte de personal de mantenimiento de las vías férreas, cayó después de ocurrido el percance.

Reportes posteriores aludían al conductor de la locomotora --que resultó ileso-- diciendo que ésta se desacopló del resto del convoy y provocó que los vagones chocaran y se desprendieran. En todo caso, dos de los vagones quedaron hechos chatarra, aplastados por el hormigón del puente derribado.

El tren accidentado era el ICE 884 que cubría la ruta Munich-Hannover; constaba de un convoy de 14 vagones de un total de 410 metros de longitud y asientos para 759 pasajeros, corría hasta 280 kilómetros por hora y era considerado de los más seguros del país.

El primer ministro alemán Helmut Kohl decidió interrumpir un encuentro en Roma a raíz del percance ferroviario, el peor después del ocurrido en junio de 1945 en Munich, con saldo de 102 muertos, cuando un convoy ferroviario del ejército estadunidense cargado con carros de combate embistió a un tren que transportaba prisioneros de guerra.