La Jornada jueves 4 de junio de 1998

Marta Lamas
Diversa: una agrupación política feminista

La Primera Asamblea Nacional de DIVERSA se llevó a cabo el sábado 30 de mayo, con una inauguración a cargo de personalidades del mundo político y cultural. A lo largo del día los estatutos y los principios fueron discutidos en mesas de trabajo, y ya cerca de la noche se pasó a votar tanto los contenidos de los documentos como los puestos de dirección. Asistieron las delegaciones ya constituidas en dieciocho estados de la república, con cientos de mujeres afiliadas y unas decenas de hombres simpatizantes, y fue escasa la presencia de chilangas y chilangos.

DIVERSA aspira a obtener registro como agrupación política nacional ante el IFE para así participar con un estatuto formal en la política. Ante la desmoralización generalizada por la enorme dificultad de democratizar tanto nuestras instituciones como nuestras prácticas políticas, DIVERSA ofrece una base distinta de los partidos para abordar la política. Además, se propone integrar la experiencia de cientos de líderes locales en los estados y ser una plataforma de lanzamiento de nuevas líderes.

DIVERSA da cobijo a una multiplicidad de posiciones, articuladas en una perspectiva democrática, radical y laica. Así, desde sus comunidades e inscripciones laborales específicas, las personas afiliadas a DIVERSA que trabajan para que la diferencia no se traduzca en desigualdad podrán unir sus esfuerzos. DIVERSA quiere modificar el reparto de tareas sociales y de tiempos laborales reconociendo que existen la diferencia sexual y el género. Esta forma de hacer política no es pensar sólo en las mujeres, o dirigirse sólo a ellas: es pensar en cada circunstancia, en cada situación, qué ocurre con los hombres y qué con las mujeres, comparando sus condiciones de desarrollo y sus oportunidades. Vemos así que en ciertos espacios, como el doméstico, hay una ausencia de hombres, mientras que en el del poder político, de mujeres. Equilibrar equitativamente las poblaciones masculinas y femeninas en los ámbitos privado y público es una aspiración de DIVERSA.

Construir una cultura democrática requiere promover el respeto a la diversidad como una reivindicación capaz de producir otro modo de convivir. Somos muchas las personas que no encajamos dentro de los moldes tradicionales de lo que se supone femenino o masculino. Asumirnos como personas distintas, no victimizadas ni sometidas, nos conduce a transformar nuestras condiciones de vida, y eso requiere de acción política. Nuestro desafío es mejorar nuestra posición en el orden político existente al mismo tiempo que transformamos ese orden y construimos un orden nuevo.

Por eso DIVERSA se constituye para impulsar temas, demandas y cuestionamientos que interesan tanto a mujeres como a hombres y para cohesionar a distintas fuerzas estatales con miras a consolidar una fuerza política nacional. Este proceso muestra un cambio de giro en la política de una parte del movimiento feminista: pasar a una acción política propositiva, de construcción de alianzas y con aspiraciones de injerencia en la realpolitik.

DIVERSA desea recuperar la idea de lo público desde su perspectiva, y eso cuestiona las relaciones Estado/sociedad en la medida en que se propone renovar los sistemas de intermediación, representación y participación ciudadana. Obviamente, esto supone la ruptura de los actuales monopolios partidarios y de sus silencios sobre temas vitales (derechos sexuales y reproductivos, para empezar) para millones de mexicanas y mexicanos. La recuperación del espacio público por la sociedad exige también una batalla cultural, que enfrente los dogmas, supersticiones y mojigaterías de la derecha y de un clero cada vez más vociferante y entrometido. Ante esto DIVERSA se perfila como una opción renovadora para establecer nuevos arreglos que hagan visible la diversidad y que impulse su presencia en lugares de toma de decisiones.