La Jornada 4 de junio de 1998

Páez y Sabina debaten sobre Beatles, Serrat y la música pop

Pablo Espinosa/ I Ť En entrevista, Joaquín Sabina y Fito Páez reavivan, durante la segunda tarde de junio, lo que fue su vida juntos durante seis meses, convivencia al término de la cual parieron, al unísono, Enemigos íntimos, disco concebido al alimón (tequila al alimón y un poco de ron) que ven ahora, ya terminado, como ``una acuarela de fin de milenio''.

En extensa charla, aceptan analizar, entre otros temas, el problema de la prosodia en la música pop en español. Como lo hicieron durante medio año, discuten, debaten, discrepan, reflexionan, producen, paren ideas. Crean. De dos temperamentos, personajes, individualidades diferentes, del respeto mutuo a la calidad artística del otro nació un ente artístico notable: Enemigos íntimos. A continuación, una muestra de cómo conviven Joaquín y Fito.

--¿De qué carece la lírica de la música pop en español?

``La literatura castellana es un lenguaje fabuloso, está lleno de intersticios muy sofisticados para pensar y expresarse --abre fuego Fito. Ha tenido muchos puntos altos en poesía y en novela. El castellano ha sido un espacio muy lindo para pensar y decir. En la música pop, en tanto, estoy extrañando una mirada un poco más tradicional del idioma, o por lo menos más profunda, que tome conciencia del significado de cada palabra para olvidarlo luego pero sabiendo siempre de la importancia del lenguaje que se está utilizando. Ese rigor lo encuentro en la música pop en inglés en (Bob) Dylan, Leonard Cohen, Elvis Costello, Lou Reed, James Taylor, Joni Mitchell y lo encuentro en castellano también.

``Cuando hablo de música pop -sigue Fito-- hablo de los Beatles en adelante y en castellano tenemos ahí a Yupanqui, a...''

Tener un lenguaje certero

--¿Tú meterías a Serrat en música pop? -interrumpe Joaquín a Páez.

--Sí, yo sí -responde el rosarino.

--Pues, yo no. Aute sí, pero Serrat no -replica ``el bohemio de Jaén''.

--Después vemos por qué sí y por qué no -pide tregua Fito.

--Serrat no funciona con la estructura pop -contrataca Joaquín.

--Tu nombre me sabe a hierba puede ser un tema pop muy sui generis --revira Fito--, tiene el mismo tono armónico y melódico del pop, pero bueno, eso no es importante. Estaba en que antes de los Beatles en la lírica musical en español ya existían (Atahualpa) Yupanqui, (Enrique) Discépolo, (Homero) Manzi, (Carlos) Gardel, (Ernesto) Le Pera y en México (José Alfredo) Jiménez y (Agustín) Lara. Hay mucho y muy bueno en castellano antes de los Beatles. En la música posBeatles, en cambio, he estado extrañando ese conocimiento cercano del lenguaje que tenían los músicos que mencioné. Hace falta entonces un lenguaje que sea certero, para después reírnos también de él, porque tampoco debe ser un altar al que debamos rendirle pleitesía.

--De hecho -interviene Sabina--al final del disco nos pidió el cuerpo hacer una canción más ligera, mucho menos literaria, con menos pretensiones, que es Enemigos íntimos. Ahora, estoy de acuerdo con lo que acaba de decir Fito, sólo quiero agregar que hasta los años sesenta había una tradición: el tango, la ranchera, el bolero y la canción tradicional española, que era muy literaria. Cuando llega la gran oleada pop, el oído se llena de sonidos anglosajones, con un lenguaje mucho muy sintético, con palabras más cortas, mucho más fáciles de rimar y como empieza siendo una cosa para adolescentes, como que se descuida absolutamente el uso del idioma español, y las canciones aparecen como malas traducciones del inglés, como una necesidad de decir tonterías para poder cantar pop. Han tenido que pasar algunos años para que se logre hacer una obra adulta, con dignidad literaria suficiente.

La poesía es sonido

--En defensa de lo que ataca Joaquín -se encrespa Fito--quiero decir que She loves you yeah yeah yeah suena como los dioses...

--Sí, pero en inglés -le hace notar el madrileño al rosarino.

--Cierto, pero la adaptación al castellano...

--Suena como el culo, me estás dando la razón, Fito.

--Es claro que es un problema de orden técnico -entro como moderador cizañesco.

--En el siglo XVI --ilustra Sabina-- era ya un problema técnico para Garcilaso de la Vega adaptar el soneto italiano al español. Y le cuesta mucho, porque estaba hecho para el idioma italiano. Pero el italiano y el español están más cerca que el inglés y el español. Y eso contó más para lo que estoy criticando del pop en español.

--¿Cómo abordan ustedes, en sus respectivas obras, el problema de la prosodia; es decir, cómo amaridan texto y música?

--Que no suene artificial, que suene natural -responde Joaquín. Eso era lo que más me inquietaba durante aquellos seis meses en que hicimos juntos Enemigos íntimos, porque tú haces (dice Sabina dirigiéndose a Páez) melodías muy complicadas y estructuras muy libres y que vuelan mucho, mientras que yo suelo hacerlas mucho más simples, más escuetas. Yo me las hacía a mi medida, así que lo que me inquietaba ahora era ver si lo que yo escribía podía sonar con Fito de manera natural, nunca impostado.

--Fito: para la sonoridad de las palabras hay leyes en todos los idiomas. Decía Carlyle que la poesía es también sonido. Al escribir uno debe hacer sentido en el sonido y al mismo tiempo en la carga de ideas y de lógica de la palabra. Si revisas las primeras letras del rock argentino encuentras en Charly (García), en Litto Nebbia, en Spinetta, un aroma que si bien venía de una primera traducción, ahí el castellano empieza a tomar forma dentro de la música pop.

(Mañana, más de la mayéutica Sabina-Páez.)