La Jornada 9 de junio de 1998

El voto africano dio la victoria a Blatter en la FIFA; ofreció continuidad

Reuters, Ap y Afp, París, 8 de junio Ť La victoria del suizo Joseph Blatter en la pugna por la presidencia de la FIFA, este lunes en París, dio el triunfo de la continuidad de la labor emprendida por Joao Havelange, frente al ``nuevo estilo'' que preconizaba el sueco Lennart Johansson. Blatter, de 62 años, obtuvo 111 votos de los 191 emitidos en la primera ronda de la elección. Johansson, presidente de la UEFA, renunció a la segunda vuelta (para alcanzar la mayoría se requerían 128 votos), tras alcanzar sólo 80 votos. En la segunda ronda bastaba la mayoría absoluta para ganar la elección.

Tras la decisión inesperada del sueco, Blatter abrazó emocionado a su hija, Corinne. El y también Havelange, que hace tres días habían calificado a Johansson de ``poco serio'', elogiaron al sueco por su actitud. ``Es una decisión única, El es un gran caballero, un gran señor, al que hay que respetar por siempre'', dijo Havelange, cuyo mandato finalizará el 12 de julio, con la final del Mundial 98.

Johansson, por su parte, señaló: ``soy un ser humano normal y claro que estoy molesto. Mucha gente que dijo que votaría por mí no lo hizo''. Agregó: ``estoy muy triste por haber decepcionado a muchos de mis seguidores, entre ellos Pelé, el presidente de la Confederación de Oceanía, Charlie Demppsey, y el presidente de la zona africana, Issa Hayatou y los 80 países que votaron por mí''.

Hubo una sensación de que Blatter ganó por la división del voto africano, que Hayatou, en su calidad de presidente del grupo, prometió inicialmente a Johansson. Hayatou, natural de Camerún, declaró: ``por supuesto que las naciones africanas votaron según su elección. Esta es una democracia y aunque yo esté molesto uno tiene que respetar la decisión de la mayoría''.

Corinne Blatter, hija y jefa de campaña del nuevo presidente, comentó: ``hasta donde sé, la votación se ganó con Africa. A las naciones africanas no les gustó que su presidente les dijera cómo tenían que votar''.

En su discurso de cinco minutos que precedió a la votación, Blatter enfatizó que su programa estaba basado en la ``continuidad''. Lo dijo alto y fuerte y sin querer esconderlo. Se le notaba tenso, tal vez porque los sondeos de la jornada anterior habían dado vencedor a Johansson. El discurso del sueco fue un ataque velado a Havelange, que estuvo serio durante todo el 51 congreso. Pero el brasileño, en su despedida, salió más fortalecido que nunca; fue nombrado ``presidente de honor'' del organismo.

En su alocución al Congreso recorrió su mandato de 24 años y recordó que cuando llegó, la FIFA ``tenía apenas ocho empleados que trabajaban en la residencia privada del secretario general, las competiciones se limitaban a un Mundial con 16 equipos y los Juegos Olímpicos, y los ingresos apenas alcanzaban para pagar los salarios y una pequeña publicación''.

Ahora, confía a Blatter una de mas organizaciones más importantes del planeta. Según el informe de Havelange, la FIFA entrará en el próximo siglo con un superávit de 33,121,600 dólares. Su total de ingresos para el 1998-2001 será de 691.567.600 dólares y el total de gastos en ese período está previsto en 658.446.000. La mayoría de los ingresos provienen de las copas del mundo (534 millones) y los contratos de mercadotecnia (99 millones).