Si continúa el deterioro en la cuenta corriente, otro recorte ``sin vacilación'': Zedillo al WSJ
El presidente Ernesto Zedillo pronosticó que el Congreso de la Unión aprobará y probablemente mejorará su paquete de reformas financieras. En una entrevista con The Wall Street Journal, el mandatario advirtió además que no vacilará en recortar nuevamente el gasto público si continúa en aumento el déficit en cuenta corriente.
Zedillo dijo que no tiene grandes esperanzas en que el acuerdo para reducir la producción de crudo tenga efecto a largo plazo en las cotizaciones internacionales. ``Ningún mercado con más de dos productores puede sostener un cártel por mucho tiempo'', comentó al diario estadunidense.
En la entrevista, publicada en la edición de ayer, el Ejecutivo defendió el programa de rescate del sistema bancario, que implicó una erogación de 65 mil millones de dólares y que comenzó después del colapso del peso, en diciembre de 1994. Señaló que la otra alternativa era renacionalizar la banca. ``Seguimos el camino menos costoso para el gobierno y para los contribuyentes. No tuve ninguna duda entonces y no tengo ninguna ahora de que hicimos lo correcto''.
Zedillo ha recibido fuertes críticas del Congreso por la forma en que su administración ha manejado la recapitalización del sector bancario. El mes pasado, legisladores dispusieron una investigación sobre las actividades del Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa). Los legisladores advirtieron que no aprobarán el paquete de reformas hasta que concluya la averiguación, un proceso que puede llevar meses.
El paquete de reformas, que según Zedillo es crucial para apuntalar al sistema financiero mexicano, le daría mayor autonomía e influencia a las autoridades bancarias, eliminaría límites a la propiedad extranjera de los bancos mexicanos, crearía un sistema de seguros para proteger a los ahorradores y desmantelaría el Fobaproa. También reconocería formalmente como deuda pública el costo del rescate, que sería equivalente a 14.4 por ciento del producto interno bruto (PIB).
``Más allá de la retórica, espero que logremos un producto mejor que el que presentó el Ejecutivo''. Mientras a corto plazo el debate podría ser doloroso el PRI, a largo plazo daría ``legitimidad social y política'' a las reformas, añadió.
El Presidente dijo que por el momento está ``tranquilo'' ante el actual déficit en cuenta corriente, que se espera crezca a 3.4 por ciento del PIB antes de que finalice el año, a consecuencia de la baja de los precios internacionales del petróleo y la creciente demanda interna. La tendencia desfavorable de la cuenta corriente, el parámetro más amplio de ingresos de capitales internacionales a un país, ha comenzado a preocupar a economistas de Wall Street, quienes desean que las autoridades frenen la economía para prevenir otra crisis financiera.
Según el Journal, Zedillo sabe esto mejor que nadie. Sus primeros meses como Presidente se caracterizaron por el brutal colapso del peso mexicano, que afectó significativamente las condiciones de vida, que apenas tres años después comenzaron a recuperarse. ``Si viera la cuenta corriente comportándose como lo hizo en 1992 y 1993 me daría pánico'', dijo el Presidente, quien agregó que su secretario de Hacienda, José Angel Gurría, ``tiene instrucciones claras para endurecer la política fiscal'' si continúa esa tendencia. México ya ha recortado su gasto público dos veces este año, en casi uno por ciento del PIB, para hacer frente a la caída de los precios internacionales del petróleo, que representa casi diez por ciento de las exportaciones del país y cerca de 36 por ciento de los ingresos gubernamentales.
Zedillo dijo esperar que el segundo recorte a la producción de crudo, acordado la semana pasada por México, Venezuela y Arabia Saudita, ``reafirme la tendencia al alza de los precios e incluso los mejore''. Sin embargo, advirtió: ``Esto es asunto de corto plazo. Ningún mercado en el que haya más de dos productores puede sostener un cártel durante mucho tiempo''.
Por otro lado, el mandatario descartó que la influencia de los traficantes de drogas haya llegado a las altas esferas del gobierno mexicano. Un análisis supuestamente realizado por el Centro de Inteligencia Antinarcóticos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), que circula ahora en la Ciudad de México, sugiere que una conspiración de importantes políticos y empresarios manejan el narcotráfico. El titular de la Sedena aseguró que el documento era falso.
Zedillo señaló que es poco probable que los narcotraficantes traten de corromper a altos funcionarios mexicanos. ``Es mucho más práctico, productivo y barato corromper a funcionarios de niveles más bajos. Los traficantes están mucho más interesados en aquellos que pueden bloquear físicamente sus envíos'', declaró a The Wall Street Journal.