La Jornada 12 de junio de 1998

BUENOS AIRES: IRA POPULAR CONTRA VIDELA

Stella Calloni, corresponsal, Buenos Aires, 11 de junio Ť Un camarógrafo resulto herido esta tarde durante incidentes ocurridos frente a los tribunales de San Isidro, en el noroeste de esta capital, cuando fue llevado a declarar el ex dictador Jorge Rafael Videla, quien se negó a declarar ante el juez Roberto Marquevich que investiga la apropiación indebida de niños en 36 causas, promovidas por los familiares de ex detenidos desaparecidos.

La imagen de su rostro detrás de las ventanas enrejadas del automóvil en el que fue trasladado como preso común dijo mucho más que todas las palabras. Se veía agobiado y confundido, y trató de cubrir su rostro con una bufanda. Lejos estaba este hombre de quien ordenó con sus otros compañeros de armas de entonces, como el almirante Emilio Massera, el aniquilamiento, la muerte y la tortura de miles de personas.

Varios familiares esperaron la salida de Videla, protegido por una muralla de escudos que portaban los policías, que, sin embargo, no pudieron contener las iras de los manifestantes. Huevos, naranjas, palos y piedras fueron arrojados contra el vehículo en el que el ex dictador fue conducido, primero a los Tribunales de esta capital y luego a la cárcel de Caseros, donde deberá permanecer por ahora.

Marquevich dijo que el militar, quien recuperó su libertad mediante un indulto decretado por el presidente Carlos Menem en 1990, después de haber sido condenado a prisión perpetua junto a los otros comandantes de las Juntas, está en carácter de procesado y que podrían ser citados otros ex jerarcas militares de entonces.

Los medios más importantes del país han señalado su escepticismo y dejan entrever la sospecha de que la prisión de Videla es un caso político utilizado por el gobierno menemista para mejorar su imagen en el exterior.

En tanto, existe otra cara de este drama. El oficial médico Norberto Bianco, detenido y extraditado desde Paraguay acusado de haberse apropiado de dos niños nacidos en cautiverio en las cárceles clan- destinas del Cuartel de Campo de Mayo, sostiene que sus dos hijos adoptados no pertenecen a desaparecidos.

Sin embargo, no sólo las fechas concuerdan con varios testimonios de sobrevivientes, sino que hay otros indicios. ``Lo único que hice --dijo esta tarde Bianco desde la cárcel-- es un acto de amor, ya que adopté dos niños, de distintas madres, aunque no hice el trámite legal de adopción''.

Carolina Bianco, adoptada por el militar, y su hermano de adopción, se niegan a someterse a las pruebas de ADN. Desde Paraguay, donde vive, dijo que no quiere volver atrás en su historia, que saben que sus padres biológicos viven, pero se negó a dar sus nombres.

En el otro extremo, quienes creen ser sus abuelos o parientes sólo tienen lágrimas y tratan de entender. ``No podemos exigirles nada, sólo hay que esperar, porque de hecho, es una historia sin fin''.

Las Madres de Plaza de Mayo estuvieron hoy, como todos los jueves, en una manifestación muy especial, exigiendo el fin de la impunidad y de los que llamaron ``juegos del gobierno'', jugados en su propio beneficio.

El juez Marquevich negó esta noche que se esté prestando a un juego en favor de recuperar la imagen de Menem. Las sospechas caen sobre él, porque ha actuado en otros casos para salvar a hombres del entorno presidencial.

Videla solicitó ser juzgado por un tribunal de las fuerzas armadas, pero su apresamiento y los momentos vividos sí crearon un malestar fuerte en sus viejos camaradas, según dijo una fuente a este periódico.

Hebe de Bonafini, titular de un sector de las Madres, sostuvo que ``lamentablemente no podemos creer, ya que para nosotras es una maniobra destinada a ocultar otros crímenes como el de Alfredo Yabrán y tratando de salvar la cara menemista para otra reelección y también ocultar la venta ilegal de armas que afecta a todos incluyendo al presidente''.

Organismos humanitarios recordaron que existen dos procesos penales contra altos jefes militares, uno por sustracción de menores y otro por privación ilegal de la libertad, contra militares indultados después de haber cometido esos delitos. Asimismo, recordaron que Menem había dicho que esta actitud de los familiares significaba un ``acoso'' para las fuerzas armadas; más de 22 años después --por caminos diversos, y especialmente por la voluntad de los familiares, que no han dejado puertas por tocar en el mundo y que encontraron un camino abierto en España con el juez Baltasar Grazón y ahora en otros países que también investigarán-- la extraña mano de la justicia regresa, mediatizada o manipulada, pero las imágenes de estos últimos tiempos han esperanzado a miles de argentinos.