José Cueli
García Lorca

Como en el congreso internacional sobre su vida y su obra, se celebran 100 años del nacimiento del poeta granadino Federico García Lorca en la universidad de su terruño. Le sobraba tronio que era la calidad rutilante de lo viril, no entorpecida por lo exquisito, al chanelador de lo flamenco en la poesía. Ya Antonio Machado expresaba: ``Nuestro punto de arranque, si algún día nos decidimos a filosofar, esta en el folclor metafísico de nuestra tierra, especialmente el de la región andaluza y castellana''.

``El lenguaje esta hecho de imágenes --decía García Lorca-- y nuestro pueblo tiene una riqueza magnífica de ellas. A un cauce profundo que discurre por el campo, lo llaman `buey de agua' para indicar su volumen, su acometividad y su fuerza; y yo he oído decir a un labrador de Granada: `a los mimbres les gusta estar siempre en la lengua del río. `Buey de agua'' y `lengua del río'' son dos imágenes hechas por el pueblo. Vamos, pues, que lo que le interesa a los poetas del lenguaje popular, no es su ruralismo, si no lo que hay en ellos de intuición poética, agudeza lírica, a veces inconsciente. Interesa también su garbo, su ligereza expresiva, metro breve --el romance, la seguirilla-- y la ingenua música de la tonada popular. Retorno a lo popular, pero sin abandonar ninguna de las conquistas de la nueva lírica''. (Citado por González Climent). Esta es la literatura de Federico García Lorca que va de las imágenes populares a las imágenes sofisticadas de su Poeta en Nueva York.

Poesía que se mete por lo popular con un calor, y una intensidad e intuición que desde Lope de Vega no se había dado. Los metros irregulares y estrofas populares del Siglo de Oro, y los vívidos giros idiomáticos, reviven con tal brillo que el poeta no parece un escritor culto que busca lo popular, sino un anónimo artista que canta desde la piel del pueblo.

Si bien Luis Cernuda rebaja el valor del neopopularismo --¿lorquiano?-- midiéndolo con el cartabón de la universidad y etiquetándolo de ``manía folclorista'' y le critica a Federico, Romancero gitano, y lo teatral de su costumbrismo trasnochado, no deja de ser curioso de que siendo García Lorca el inaugurador, sea el clausurador del movimiento neopopularista (González Climent). Si bien llegó a la forma íntima de lo flamenco y lo miró por dentro y por fuera y fue al cante por el cante, a lo oscuro de lo flamenco, y le hurgó su razón existencial, o se hurgó la suya propia. Obsesionado por el tema de lo ``jondo'' dramatizó el tema y lo encarnó trágicamente lo mismo con los gitanos que con los negros de Nueva York.

Entre mariposas negras
va una muchacha morena
junto a una blanca serpiente
de niebla.

Va encadenada al temblor
De un ritmo que nunca llega
Tiene el corazón de plata
Y un puñal en la diestra
¿a dónde vas siguirilla
con un ritmo sin cabeza?
¿Qué luna recogerá
tu dolor de cal y adelfa?