La Jornada 12 de junio de 1998

Golpean a niños y mujeres que querían saludar a Canales Clariond

David Carrizales, corresponsal, Monterrey, NL., 11 de junio Ť Una manifestación de colonos fue reprimida por efectivos de Seguridad Pública del Estado (SPE), quienes emplearon gas lacrimógeno y macanas para impedirles el acceso al palacio de gobierno, cuando acudieron a expresar su descontento contra el titular de Fomento Metropolitano de Monterrey (Fomerrey), Adalberto Núñez Ramos, y a saludar al gobernador Fernando Canales Clariond para desearle suerte por su primer informe de labores, que rendirá este viernes.

Al menos cinco niños y 12 mujeres --entre ellas una con seis meses de embarazo-- resultaron golpeadas al recibir patadas, puñetazos o macanazos.

Poco antes, la presidenta del comité directivo Estatal del PAN, Alejandra Fernández Garza, se ufanaba de que ese instituto político ``sí sabe gobernar'' y lo ha demostrado muy bien durante los ocho meses que lleva al frente de la administración estatal, ``pues no ha cometido una sola falla''.

Al preguntársele sobre lo que le faltaría al gobierno de Canales Clariond para redondear su actuación, sonriente, respondió: ``pues tiempo, sí, le falta tiempo''.

La lideresa expuso que su partido ha estado muy atento a las acciones y decisiones del gobierno para que todo sea conforme a los principios ideológicos del PAN, ya que (Canales) es y seguirá siendo panista y no puede quitarse la camiseta. ``Yo creo que en su trabajo no ha habido fallas... ninguna, todo lo que han hecho se ha desarrollado conforme a la forma de ser de los panistas''. Agregó que éstos están muy contentos de los logros que se han alcanzado en los ocho meses de gestión.

Sobre el incumplimiento de las promesas de campaña, como el nombramiento de un maestro en la Secretaría de Educación (cargo que cubre un abogado patronal) y la designación de un contralor apartidista (que quedó en manos de un panista y amigo personal), Fernández Garza expuso que ``nos queda suficiente tiempo para llevarlas a cabo''.

La agresión ocurrió cuando los manifestantes pretendieron entrar al palacio de gobierno, lo que impidieron los policías a golpes y empellones. Después del incidente, una comisión de inconformes fue recibida por el secretario general de Gobierno, José Luis Coindreau García, quien prometió investigar si se cometió algún exceso por parte de los uniformados.

Desde el viernes 2 de agosto de 1985 no se utilizaban macanas ni gas lacrimógeno en la Macroplaza de Monterrey. Irónicamente, los que entonces sufrieron la represión de un gobierno priísta --cuando protestaban por un supuesto fraude electoral-- ahora gobiernan el estado. En ese entonces Fernando Canales fue candidato a la gubernatura y se decía despojado del triunfo.

aproximadamente mil 500 manifestantes afiliados a la agrupación Andrés Caballero García, que el año pasado renunciaron al PRI y aunque se dicen apartidistas se les observa cercanos al PAN, acusaron a Núñez Ramos de vender en 50 mil pesos terrenos destinados a familias de escasos recursos que hace unos meses costaban apenas 5 mil.

Algunos de los lesionados que atendieron la Cruz Verde, Cruz Roja y ambulancias de Seguridad Pública, fueron los niños Gloria Esparza Villanueva, de nueve años; Mario Alejandro Gámez Ramírez, de 11, María de la Luz Obregón Espinosa, de 10; Diego Adrián López Arias, de cuatro y Tania González, de cinco años de edad.

También se quejaron María de Jesús Moreno, con seis meses de embarazo --quien dijo que recibió un golpe en el estómago--, María Luisa Niños, Amparo Hernández, Gabriela Bautista, Laura Bautista, Adriana Obregón, María Luisa Orta Zúñiga y María Josefina Gómez Silva.

Los afectados señalaron al policía placa 1434 de ser uno de los que utilizaron gases lacrimógenos, pegar con las macanas a los niños y de patear en el suelo a una viejita.

En los primeros ocho meses del actual gobierno han sido desalojadas cuatro manifestaciones. Recientemente ocurrió con militantes antorchistas que reclamaban como suyo un inmueble, incluso esa vez una mujer embarazada fue encarcelada junto con sus tres hijos menores de edad y antes habían sido sacados de la Macroplaza manifestantes que reclamaban justicia para dos familiares presos.