BATALLA CAMPAL ENTRE EX MIEMBROS DEL SUTAUR
Elia Baltazar Ť Con un saldo oficial de cuatro heridos leves por descalabro --17 en forma extraoficial--, dos grupos de integrantes del ex Sindicato Unico de Trabajadores de Ruta-100 (Sutaur) escenificaron una verdadera batalla campal por espacio de 90 minutos, ayer por la tarde, en su intento por apoderarse físicamente del inmueble 17 de Marzo, sede de la agrupación gremial.
El enfrentamiento dio inicio alrededor de las 17:00 horas, cuando aproximadamente 500 trabajadores, convocados a asamblea por el secretario general del comité ejecutivo, Miguel Reyes Riojas, intentaron entrar a las instalaciones, pero fueron recibido a botellazos, palos, piedras, líquido de extinguidores y bombas molotov, por 60 integrantes del ex sindicato, seguidores del asesosor legal, Ricardo Barco, quienes se encontraban en el interior del local, en el cual se parapetaron después de cerrar el portón de metal negro.
En retirada, parte de los 500 trabajadores, que no pudieron entrar, se resguardaron momentáneamente en tres autobuses desde donde organizaron la contraofensiva, también con piedras, palos y todo tipo de proyectiles, con lo que se completó una zacapela que duró con toda intensidad por espacio de hora y media.
Cerco precautorio
En tanto, 25 elementos de la Secretaría de Seguridad Pública, 30 de vialidad, 10 patrullas y 60 efectivos de la Policía Montada, tendieron un cerco precautorio mientras llegaban al lugar primero las autoridades de la delegación Iztacalco y posteriomente las del gobierno central, para mediar en el conflicto intergremial.
A las 18:15 horas, cuando el enfrentamiento entre los dos grupos se encontraba en su apogeo, una grúa intentó derribar el portón metálico, pero fue repelida por una descarga de cuatro bombas molotov, que dieron en el blanco y tuvo que retirarse a toda velocidad con el capacete a medio incendiar, el cual fue sofocado por elementos del Cuerpo de Bomberos que llegaron al sitio del choque.
Alrededor de las 19:30 arribó el subdelegado jurídico y de Gobierno de Iztacalco, Rafael Fernádez Thomas, quien se ofreció como primer mediador del conflicto, que para entonces ya había entrado en tregua, aunque minutos antes un individuo de nombre Jesús Ramírez fue golpeado al salir del local del sindicato, hasta que llegó un grupo de siete policías que lo protegieron y lo llevaron en la patrulla 04061 a la 45 agencia del MP, a donde fueron dirigidos también los cuatro heridos, según informó el segundo superintendente, Pablo Jaime Mendoza, jefe del Sector Oriente y responsable del operativo de seguridad.
Ya cerca de las 21:00 horas llegó la comisión del gobierno capitalino, encabezado por el director general de Trabajo y Previsión Social, Manuel Fuentes; el procurador de la Defensa del Trabajo, Eduardo Miranda, y Rigoberto Avila, secretario particular de Rosario Robles, secretaria de Gobierno de la ciudad.
El primero contacto lo establecieron con Leonel Villafuerte Zavala, secretario tesorero del sindicato y presidente de la empresa Siglo Nuevo de autotrasporte, una de las tres que manejan los ex trabajadores del Sutaur-100, quien estableció como condición para el diálogo que la otra parte abandonara el auditorio sindical y quedara bajo resguardo del gobierno capitalino.
La negociación se prolongó durante más de una hora, y pasadas las 22:00 horas de la noche el acuerdo estaba tomado: ambas partes desalojarían la zona en la siguiente hora, para reunirse a las 23:00 en la oficina de Rosario Robles para instalar una mesa de diálogo. Así sucedió.
Las razones de unos
Los aproximadamente 500 trabajadores de la extinta Ruta 100 llegaron ayer a la asamblea, dispuestos a reclamar los malos manejos financieros que de sus fideicomisos ha hecho el ex asesor financiero, Ricardo Barco, y su equipo.
Denunciaron el desvío de cerca de 25 millones de pesos que se manejaban en Banca Ixe y Serfín, cuyo destino nunca ha sido explicado por Barco, ya que acusan que sólo con él ha establecido negociaciones el gobierno capitalino. Dice Villafuerte: ``Leonel Godoy --subsecretario de Gobierno-- nos ha dejado plantados en varias ocasiones''.
Leonel Villafuerte, vocero de los 500 trabajadores que acusan a Barco, pidió cuentas claras tanto del fideicomiso mediante el cual se constituyeron las dos empresas de autotransporte y una de taxis, en donde se contaba con 20 millones de dólares, los cuales sirvieron como fondo de garantía para recibir un préstamo por igual cantidad. De este fondo, aseguraron, se han perdido cerca de 3 millones de dólares.
Además, el sindicato contaba con otros 46 fideicomisos donde los trabajadores habían ahorrado cerca de 250 millones de pesos desde 1986, de los cuales denunciaron el desvío de 25 millones de pesos, en tanto que de ese dinero ``los trabajadores no hemos visto un peso''.
Acusaron directamente a Hilda Fajardo, Miriam Pomposo y Antonio Martínez, quienes conforman el Comité Técnico. Asimismo, dijeron que la administración de las empresas ha sido fraudulenta y culparon directamente al asesor financiero de Barco, Arturo Mendoza, quien ``ya cobró honorario por 15 millones de pesos''.
No fue posible conocer la versión de los 60 trabajadores parapetados en el local del sindicato, ya que éste se mantuvo bajo el resguardo de los 60 elementos de la Policía Montada, que impidieron el acceso.