Hoy, México-Corea del Sur
Marlene Santos A., enviada, Lyon, Francia, 12 de junio Ť ``Llegó la hora de la verdad, el momento imaginado durante meses y meses'', señaló el delantero Luis Hernández, quien agregó que el Tricolor tiene toda la confianza de que pasará sobre Corea, su primer rival en el Mundial de Francia 98.
Mientras los jugadores charlaban con la prensa en un extremo de la cancha del estadio Gerland, el técnico Manuel Lapuente se quedó unos instantes de pie, en medio de las bancas técnicas, y muy pensativo contempló el estadio vacío.
Después, en conferencia de prensa, se declaró sin secretos ni armas sorpresa, pero totalmente concentrado en su labor, para obtener un buen resultado en el que será su debut en una Copa del Mundo, pero dijo: ``Ni siquiera pienso en eso, para mí es un partido más que al mismo tiempo tiene gran importancia''.
El Matador Hernández señaló que son tres partidos, tres oportunidades de sumar puntos, ``hemos visto que el Mundial ha iniciado muy cerrado, con empates y victorias mínimas. Nosotros pensamos que será motivante iniciar ganando''. Explicó que en los últimos días el grupo hizo labor de conciencia y todos quedaron de responsabilizarse de lo que harán en el partido.
Luego de admitir que ambos rivales se conocen muy bien a través del análisis de videos, agregó: ``Ellos saben quién soy, creo que no van a querer ni dejarme respirar en la cancha''.
Alberto García Aspe también habló de los apretados resultados que hasta el momento han arrojado los primeros juegos del mundial. ``Estamos ciertos de que ningún equipo va a regalar nada y menos en el primer partido, sin embargo nosotros hemos trabajado por la victoria y buscaremos ganar para tener posibilidades de avanzar'', indicó.
En el aula de conferencias, la pregunta se lanzó cargada de reproche: ``¿Qué tan sorpresivo será México, qué de especial veremos, luego de tanta práctica a puerta cerrada?''. Lapuente respondió: ``Para los mexicanos que ya saben cómo jugamos, nada. Ustedes ya conocen al equipo, no puede haber sorpresas''.
Sentado entre un par de traductores (al inglés y francés), por enésima vez reiteró que sus jugadores llegan muy bien de ánimo y físicamente mejor. Lanzó una especie de promesa al indicar que prefiere hablar en la cancha.
Horas antes, durante la mañana lluviosa y fría de Lyon, en los desiertos alrededores del estadio deambularon pequeños grupos de mexicanos, que tuvieron una taquilla especial para comprar boletos. Lapuente comentó que no sabía qué tan numerosa será la afición en torno al Tri, ``pero los que vengan serán suficientes'', señaló.
Uno de los traductores intervino: ``Y tendrá 6 más: los niños que llevarán en la ceremonia inicial la bandera del Fair Play son mexicanos''. Además, aclaró que todo el boletaje está vendido.
En tema aparte, Claudio Suárez manifestó que a su arribo a esta ciudad se toparon con ``un zapatista francés'' que tenía puesto un pasamontañas, ``gritó no sé qué, pero yo no observé nada de violencia. Tal vez lo alejó la gente de seguridad'' que cuida permanentemente al equipo.
Respecto al partido, el defensa se mostró feliz en el umbral de su segundo Mundial. Indicó que esta vez debe asumir la responsabilidad en esa línea, pues tiene más edad y experiencia que Pável Pardo, Duilio Davino y Braulio Luna, quienes por primera vez participarán en esta competencia.
Lapuente admitió que ``ya fluye la adrenalina, pero no más de lo normal. La concentración fue como se le prometió a la gente de México. Ahora llegó el evento para el que nos preparamos. No hay lesionados y no hay enfermos, así que voy a dormir muy tranquilo''.