La Jornada 14 de junio de 1998

Velan a cuatro de los muertos en El Charco; retornan desplazados

Alonso Urrutia, enviado, Acapulco, Gro., 13 de junio Ť Cuatro cadáveres de presuntos eperristas muertos el pasado domingo en la comunidad El Charco por fin pudieron ser velados hoy, pues una vez que fueron identificados por sus familiares, el Servicio Médico Forense (Semefo) autorizó la entrega. Sin embargo, aún faltan siete cuerpos por identificar, en caso de que esto no sea posible podrían ir a la fosa común.

También la gente que vive en las comunidades aledañas a El Charco comenzó a regresar. A casi una semana del enfrentamiento y de la ocupación militar la gente volvió, pero como resultado del éxodo, decenas de pollos, borregos, chivos y demás animales se perdieron.

Por otro lado, en este puerto se dio a conocer que la Procuraduría General de la República (PGR) dejó libres a otras cuatro personas que resultaron heridas durante el enfrentamiento, ya que se carecía de pruebas en su contra; de igual forma, consignó a un menor de edad al Consejo Tutelar de Chilpancingo, mientras que el juez cuarto de distrito del estado, Maximino Toral Pérez, podría dictar mañana auto de formal prisión a Erika Zamora y Efrén Gómez como responsables de los delitos de terrorismo, acopio de armas, uso de armas reservadas con exclusividad al Ejército y delincuencia organizada.

A su vez, Rosario Mecino, dirigente de la Organización Campesina Sierra del Sur (OCSS) y quien fue señalada por Zamora en sus primeras declaraciones ante el Ministerio Público Militar como responsable política del Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente, atribuyó las acusaciones a ``la tortura a que pudo haber sido sometida. Es otro más de los ataques contra la organización''.

En posterior declaración, Zamora negó las imputaciones que hizo, por lo que Mecino afirmó que es parte de la campaña oficial contra la OCSS: ``ya nos dijeron que estábamos vinculados al EZLN luego nos relacionaron con el PROCUP y ahora con el EPR''.

Casi ocho días en el Semefo

Este sábado los cadáveres de Honorio García Lorenzo y Mauro González Castro, originarios de Ahuachahua; Mario Chávez García, de El Charco, y Daniel Crisóforo, de El Coyul, fueron entregados a sus familiares. Personal del ayuntamiento de Ayutla ayudaron a los deudos en los trámites administrativos.

Posteriormente los cuerpos fueron llevados a la cabecera municipal, donde esta noche serán velados y se espera que mañana puedan ser enterrados en sus comunidades.

Aun cuando el personal de ese municipio, de extracción perredista, pudo reconocer seis cuerpos, casi todos identificados como simpatizantes del PRD, el Semefo no autorizó la entrega de dos por no estar presentes los familiares.

El alcalde de Ayutla, Odilón Romero, dio a conocer que la población de las comunidades han comenzado a regresar con temor y zozobra, con la demanda de que el Ejército se retire para que puedan vivir en paz.

``Los soldados ya se replegaron en El Charco para establecerse en las inmediaciones de la cabecera municipal. La gente me ha dicho insistentemente que no quiere al Ejército y les he dicho que si los militares realizan patrullajes en sus comunidades traten de no provocar fricciones y que no busquen problemas mientras no les sean violados sus derechos''.

El edil dijo que además la gente pidió la reposición de sus animales perdidos y apuntó que buscará el apoyo del gobierno estatal durante la gira del gobernador Angel Aguirre Rivero, el martes próximo. Otra exigencia es la de cerrar la escuela del pueblo. ``Los pobladores dicen que no quieren que sus hijos vuelvan a esa escuela. Tienen razón, por el impacto psicológico''.

Por lo pronto, este lunes se reanudarán las clases en las inmediaciones de la comunidad, lejos de donde murieron los 11 presuntos eperristas. También fueron suspendidas las obras de remodelación de la escuela donde se efectuó la balacera, luego de un apresurado proceso para borrar las huellas de las balas en paredes y pizarrones de las aulas.

Romero dijo que debería construirse una nueva escuela con apoyo del gobierno estatal y se buscará que el actual plantel, al que asisten 60 niños, se convierta en casa del pueblo.