EL CORREO ILUSTRADO

La Jornada domingo 14 de junio de 1998

Exigen frenar masacres

Señora directora: Los abajo firmantes le agradeceríamos mucho publicar en el Correo Ilustrado la siguiente carta dirigida al doctor Ernesto Zedillo:

¡Ya basta!

¡Alto a las masacres!

Las y los mexicanos no permitiremos la guerra que ha desatado en el país.

Atentamente

Abelardo Villanueva, Alberto Betancourt Posada, Alejandra Ríos, Alejandro Hernández, Alfredo Zárate, Alicia Villela, Amadeo Franco, Ambrosio Velasco, Amparo Martínez, Ana Colchero, Ana Irene Ramírez, Ana Margarita Guzmán, Angeles Eraña, Angelina Peña, Antonieta Rendón, Arturo Aréchiga, Benjamín Macías, Bricia Orozco, Carlos Estrada, Carlos López Beltrán, Carlos Martínez, Carlos Mújica, Carlos Rodríguez, Carmen Curcó, Catalina Denman, César Díaz, Claudia Cruz, Concepción García Huerta, David Acevedo, David Arriaga, Edmundo Ducoing, Elvira Borquez, Elvira Concheiro, Emma Sosa Moreno, Enrique Romero, Enrique Villalpando, Epifanio Morales, Erica Nava Prado, Ernesto Pérez Chavela, Flavio Montiel, Francisco Ruiz Terán, Francisco Segovia, Gabriel Figueroa, Gabriel Torres Puga, Gabriela Utrilla, Gerardo Díaz, Gilda Salazar, Gloria Canedo, Gloria Elizabeth García, Gonzalo Soltero, Guadalupe Carrasco, Guadalupe Huacuz, Guillermo Escamilla, Hugo Pérez, Hugo Rincón Mejía, Ignacio Correa Izquierdo, Iria Gómez, Irmene Ortiz, Jaime Hernández, Jaime Villanueva, Javier Buj, Javier Guzmán, Javier Villanueva, Jefferson King, Jorge Cervantes, Jorge Omar Cortés, Jorge Pérez López, Jorge Prado, José Antonio Falcón, José E. Marquina, José Luis Contreras, Josefina Recilla Silva, Juan José Rosell, Juan Manuel Chapa, Karen Toussaint, Laura Cecilia Sosa, Leonardo Herrera, Lourdes Cortés Fernández, Lourdes Grobet, Ludmila Jiménez, Luis Bueno Rodríguez, Luz Arenas Monreal, Luz Ma. Robeglia, Ma. De la Luz González de la Garza, Ma. De la Luz Rosell, Ma. De la Paz Alvarez Scherer, Ma. de Lourdes Pérez Vega, Ma. del Consuelo Chapela, Ma. del Pilar Sánchez Rivera, Ma. Emilia Caballero, Ma. Luisa Izquierdo, Ma. Luisa Marquina, Magdalena Vera, Manuel Fernández Guasti, Manuel Outón, Manuel Quintana, Marcelo Canedo, Marco Antonio Cortés Fernández, Marco Martínez, Marcos Milán, Margarita Robertson, Mariano Noriega, Mario Peña, Martha Sosa, Mary Glazman, Miguel Rodríguez, Mónica Bucio, Mónica Diez, Nati García, Nayeli Nesme, Octavio Miramontes, Pablo Rosell, Paloma Zapata, Patricia Aranda, Patricia King, Pilar Martínez Téllez, Rafael Animas, Rafael Chávez Rivera, Rafael Olea, Raúl Gómez, Roberto Briones, Rocío Mejía, Rogelio Padilla, Rosa Ma. Pérez Vega, Rosalía Ridaura, Rosario Enríquez, Rubén García, Salvador Zamora, Santiago López de Medrano, Saúl Milán, Sergio Armando Rodríguez, Sergio Gómez, Sergio Hernández C., Silvia Alcántara, Silvia Gómez Tagle, Sol Aréchiga, Teresa Aguirre, Teresa Pérez Vázquez, Tomás Segovia, Vegonia Lecumberry, Verónica Sánchez, Víctor Hernández López, Violeta Aréchiga, Virginia Pérez Vázquez, Vivianne Marquina.


Piden buena voluntad para resolver huelga en la UAG

Señora directora: Debido a la situación de desigualdad social que vivimos las mujeres y al hecho de que la responsabilidad de las tareas domésticas, el cuidado de los hijos, la administración de la casa, han corrido tradicionalmente a cargo de las mujeres, la crisis económica nos afecta fundamentalmente a nosotras. En este sentido, las trabajadoras sufrimos una doble desventaja, como administradoras de la crisis y como asalariadas.

La crisis restringe nuestras oportunidades de desarrollo académico porque el dinero nos da acceso a la cultura, a la compra de libros y a la actualización profesional. La carencia de recursos impide que las mujeres podamos desplegar todas nuestras potencialidades para lograr un impacto positivo en la calidad de vida de los otros miembros del hogar y de la sociedad en su conjunto.

Las trabajadoras y los trabajadores académicos, administrativos y de intendencia de la Universidad Autónoma de Guerrero están en huelga desde el 2 de junio de 1998, por adeudos en prestaciones, incremento salarial y por el respeto al contrato colectivo de trabajo.

Las mujeres firmantes estamos preocupadas porque no existen negociaciones de las partes en conflicto, por lo que exigimos de los sindicatos (STAUAG y STAISUAG), de las autoridades administrativas de la UAG y de los gobiernos federal y estatal, que manifiesten su voluntad por resolver en un tiempo perentorio este conflicto a favor de los trabajadores universitarios.

Alma Clarisa Rico Díaz, Marta Lamas, Beatriz González Hurtado, Victoria Enríquez, Susana Ponts, Alejandra Cárdenas, Araceli Díaz, Rosa Marta Muñúzuri, Leticia Burgos, Rosa Isela Ojeda, Amelia García, Verónica Alvarez, Rosaura Rodríguez, María Luisa Garfias, Rosa María Gómez, Jéssica E. García y 48 firmas más.


Se une al repudio por el cierre de XEYT, Radio Teocelotl

Señora directora: El pasado 11 de junio de 1998, Teocelotl, Veracruz, cumplió 100 años como municipio. Para celebrar se programaron una serie de actividades. Desde luego que la participación de la radiodifusora XEYT Radio Teocelotl tendría una aportación importante de comunicación todo este año. Permítame recordar que el nombre del municipio Teocelotl de Díaz es en honor del dictador Porfirio Díaz, como para no olvidar que en la actualidad todavía seguimos padeciendo este tipo de ``dictaduras y atropellos'' en cuanto al derecho a la información se refiere.

A todos mis paisanos de Teocelotl, la tierra del Dios Tigre, desde la ciudad más transparente del país. Me uno al repudio por el cierre de nuestro medio de comunicación, XEYT radio Teocelotl, el más importante de la región.

Abel Anell Aguilar.


Llaman a detener la ``guerra sucia'' del gobierno en Chiapas

Muy estimada Carmen: Tenemos la urgencia de hacer un llamado a la sociedad civil:

No esperemos a que el gobierno declare abierta y públicamente la guerra a todo aquel que no acate su política antipopular. La guerra sucia es la que menos se ``declara''; se oculta tras las publicitadas declaraciones oficiales pletóricas de loas a la paz y al estado de derecho y con silencio en los medios informativos. La disolución de la Conai es un angustioso llamado a todos para unirnos y movilizarnos. Sobre las matanzas en Chiapas, los encabezados de muchos periódicos llamaron ``combates'', ``atacan los zapatistas'' o ``enfrentamiento'' a los sucesos, como hace 30 años, en 1968, cabecearon en la mañana del 3 de octubre, y al igual que entonces justifican un genocidio con la mentira de que ``el Ejército repelió la agresión''. La represión, el terrorismo de Estado, la guerra paramilitar y el genocidio son la recurrente respuesta del gobierno priísta frente a las exigencias de justicia y derechos democráticos en Chiapas o Guerrero, como hace 30 años en Tlatelolco. En boca de Albores Guillén, el pregonado estado de derecho es una falacia. En Chiapas impera el estado de sitio. Los mexicanos queremos justicia, no ese abuso faccioso de leyes creadas y aplicadas para servir a los intereses de los poderes. Las únicas leyes que no se cansan de aplicar contra los indios y los pobres son la del embudo, la de Herodes, la de Caifás, la del más fuerte y la de la selva. Seamos los más celosos observadores y testigos para denunciar lo que hace el mal gobierno en las comunidades indígenas de todo el país, no sólo de Chiapas, mediante campamentos y caravanas. Hagamos consultas y enjuiciamientos populares sobre la legitimidad y legalidad del gobierno represor chiapaneco; sobre la actuación del Ejército (ejército de ocupación en su propio país), y sobre si el enorme costo económico que ello representa para la nación también le será recortado, como hace el gobierno con los programas de salud, educación, cultura, seguridad social, etcétera. Desenmascaremos la abierta protección a los grupos paramilitares por parte del gobierno. Exijamos sin cejar el cumplimiento de los acuerdos de San Andrés. No aceptemos que el gobierno rompa la vía del diálogo y de la mediación que la Conai ha representado. Esta es una guerra injusta y por ello la más sucia e infame de todas. No es sólo contra los indios, es una guerra contra los mexicanos.

René Villanueva y Beatriz Zalce.