La Jornada 16 de junio de 1998

Contradictorios mensajes en la marcha priísta de ambulantes

Raúl Llanos Samaniego Ť Luego de exhortar al diputado y presidente capitalino del PRI, Manuel Aguilera, a ``quitarse la camiseta de líder de ambulantes y ponerse la de legislador'', la mesa directiva de la Comisión de Abasto de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal consideraron que este fenómeno social ha generado una red de complicidades en la que participan los líderes de estos vendedores, los inspectores de vía pública y delincuentes organizados, quienes se han apoderado de las calles de esta ciudad.

Por su parte, la fracción del PAN en la ALDF acusó a algunos ``dirigentes políticos'' de proteger el ambulantaje y propiciar con ello la corrupción y el caos; lo utilizan, aseguró Acción Nacional, para destacar su presencia pública y no para solucionar su problemática. De ahí que reiteró el hecho de que ``la ciudad no puede ni debe convertirse en rehén de los intereses partidistas''.

En conferencia de prensa, Verónica Moreno, Guillermina Martínez y Rafael López de la Cerda mencionaron que el crecimiento anárquico del ambulantaje se explica por la falta de aplicación de las normas legales. Ahí pidieron también a la secretaria de Gobierno del DF, instalar de inmediato las mesas de negociación entre dirigentes de ese sector, partidos y diputados para que, con sensibilidad y voluntad política, encuentren salidas adecuadas para todos.

Al comentar la marcha que realizaron ayer las organizaciones priístas por las calles del Centro Histórico, Verónica Moreno, presidenta de la Comisión de Abasto, expresó: ``tenemos una preocupación por el hecho de que Manuel Aguilera encabece ese tipo de actos que ponen en riesgo la estabilidad y normatividad vigente. El se debe a un mandato constitucional y debe cumplirlo a cabalidad, no puede generar un ambiente tenso y le apueste al fracaso de las políticas públicas del gobierno''.

Consideró que la manifestación de los vendedores ``evidentemente muestra tintes políticos, porque lejos de presentar propuestas para el programa de reordenación o para que no fueran desalojados del Centro Histórico, se presenta un ataúd con el logotipo del PRD, lo cual tiene un mensaje político, por lo que el priísmo se manifestó sólo por la defensa de sus intereses''.

Entonces, dijo Moreno, ``tenemos que hacer nuevamente un llamado a todas las organizaciones, sectores y partidos políticos a que contribuyan a la gobernabilidad e institucionalidad de nuestra ciudad''.

Para Guillermina Martínez, vicepresidenta de la referida comisión, ``Manuel Aguilera no ha hecho lo mejor posible su papel como diputado, sino lo ha hecho como líder de comerciantes ambulantes y en este caso sí llamaría a que Aguilera se sentara y se pusiera a trabajar como diputado''.

Mientras, Rafael López de la Cerda consideró que la marcha de ayer está siendo utilizada por los vendedores callejeros como una forma de presión política, errando el camino de acogerse a la apertura de las autoridades de esta capital. De ahí que planteó que el gobierno del DF se abra a la negociación no sólo con los dirigentes de esa actividad, sino también con los reales comerciantes de la vía pública.

Ambulantaje igual a botín político

De acuerdo con Verónica Moreno, los líderes del ambulantaje ya no ven esta actividad como una forma de vida para gente realmente necesitada, sino como un botín económico y político.

Por ello, ``tenemos que dejar muy claro que no vamos a permitir, bajo ninguna circunstancia, solapar o permitir que los líderes del comercio informal sigan enriqueciéndose de forma ilícita, porque es un hecho que detrás del ambulantaje se esconden grandes mafias.

``Tenemos que hablar de una red de complicidades, tenemos que señalar con claridad qué tiene que ver con el poder actual de algunos dirigentes que se han apoderado de nuestras calles y de la seguridad de sus habitantes, con el poder de inspectores de vía pública y algunas bandas organizadas'', y exigió la legisladora acelerar las respuestas a este fenómeno social.


Daniela Pastrana y Bertha Teresa Ramírez Ť Imagen pura del priísmo defeño: Pompones gastados, matracas, cachuchas --algunas de mejores ocasiones, con la leyenda aún de: ``Gobierno con decisión. Alfredo del Mazo''--, mantas enormes, y las inagotables mujeres de mandil y cabellos pintados que no paran de gritar. La plancha del Zócalo, llena a la mitad de vendedores ambulantes y el orador al micrófono desgañitando la voz.

Pero esta vez, el gremio más fiel del sistema en la capital no fue a venerar a su gobernante. Su grito era de guerra.

No dejó dudas Magdalena Acuña Guzmán, líder de la Unión de Comerciantes Cívica de Chapultepec, instalada arriba del templete que colocó en la plaza el gobierno de la ciudad: ``No podemos negociar que se deje de vender, porque no lo vamos a hacer, que se entienda, jamás vamos a salir de la calle, ni del Centro, caiga quien caiga''.

Y enardeció los ánimos de los comerciantes, adormecidos por el calor, la caminata y la amenaza de una lista de 20 oradores. Ya antes, Jorge Schiaffino Izunsa, líder del sector popular del PRI en la capital, había denunciado un boicot a la manifestación priísta. ``Nos quitaron el sonido, es otra forma de hacernos callar, pero no nos vamos a callar, no nos importan las amenazas'', acusó el dirigente, para despertar los gritos de: ¡duro, duro!, de los agremiados.

La marcha de los ambulantes del PRI --respuesta al endurecimiento de las acciones del gobierno de Cuauhtémoc Cárdenas para enfrentar el problema en el Centro Histórico-- logró lo que varios experimentados dirigentes priístas hubieran querido ver: unificar a las organizaciones --grandes y pequeñas-- de todas las delegaciones.

Juntos caminaron por Madero y Juárez, el propio Schiaffino, secretario general de la Confederación de Organizaciones Populares (CNOP) en el DF, y su principal contendiente en la lucha por la dirigencia del sector, Jorge García, hoy líder de la Alianza Metropolitana de Organizaciones Populares (AMOP) --escisión de la CNOP que agrupó a las organizaciones disidentes del liderazgo de Schiaffino--. Codo a codo, encabezando la marcha, iba con ellos Juan José Castillo Mota, líder histórico del sector popular.

Del brazo también con la incansable Silvia Sánchez Rico, heredera del trono de Doña Guille en la Merced, Benita Chavarría, tercera fuerza en los liderazgos que disputan el centro, y el líder de Movimiento Gremial Unificado (MOGUN) --grupo poderoso en 12 delegaciones-. Alejandra Barrios, presidenta de la Asociación Legítima Cívica y eterna rival de la Unión Cívica de Comerciantes de la Antigua Merced que fundara Guillermina Rico, se unió al mitin en el Zócalo. Con su bata roja --uniforme de la organización-- Alejandra compartió espacio en el templete con Silvia Sánchez, apenas a unos metros de distancia.

Dato que resaltó Sánchez Rico, en un discurso breve y repetitivo, pero que fue ovacionada por sus huestes: ``es importante que estemos todos, porque somos una unidad, somos una hermandad, he dicho''.

Al mediodía, los ambulantes cubrieron la plaza --entre 30 a 35 mil, contaron ellos, 11 mil reportó la SSP--, y durante dos horas oyeron mensajes contradictorios de sus dirigentes. Y del ``debemos retomar el diálogo y la concertación... la única alternativa es la construcción de corredores comerciales'', de Alejandra Barrios, al de Irma Cruz --de la plaza de Hierbas--, de ``alto al doble lenguaje que el pinche delegado nos ha hecho en Venustiano Carranza'', los placeros optaron por el segundo.

El propio Schiaffino, contrario al discurso del líder del PRI-DF, Manuel Aguilera --ausente de la marcha por tratarse de un ``asunto gremial''--, mantuvo el tono de lucha que aplaudían los vendedores y remató, para el recuerdo: ``Nos vamos a defender, cuentan con el apoyo del único partido que sabe gobernar y que hoy ha aprendido a ser oposición''.