La Jornada 17 de junio de 1998

Ofreció disculpas Massera por llamar homosexuales a generales argentinos

Stella Calloni, corresponsal, Buenos Aires, 16 de junio Ť El ex almirante Emilio Massera, uno de los jefes militares más involucrados en violaciones a los derechos humanos durante la última dictadura militar argentina, debió ofrecer disculpas este martes por calificar de ``homosexuales'' a los actuales comandantes de las fuerzas armadas, reivindicar la represión y criticar a los políticos.

Al salir la víspera en defensa del ex teniente general Jorge Rafael Videla, detenido hace una semana en el marco de la investigación sobre niños apropiados ilegalmente por los militares después de que éstos asesinaran a las madres de los pequeños, Massera advirtió sobre el ``malestar'' en las fuerzas armadas. Se supone que el controvertido ex marino --quien, como Videla y otros jefes militares, fue indultado por el presidente Carlos Menem en 1990, tras haber sido condenado a cadena perpetua en 1985-- decidió adelantarse a los hechos, pues de continuar esta línea del proceso judicial, él también deberá ir a prisión.

Bajo su jurisdicción, funcionó en la tristemente célebre Escuela de Mecánica de la Armada un centro de detención y torturas por donde pasaron unas 5 mil personas hoy desaparecidas, entre ellas muchas mujeres que allí dieron a luz, y cuyos hijos fueron robados.

``Me rectifico en todo aquello que pudiera haber ofendido a alguien'', declaró Massera. Ayer había calificado de ``ridículos'' a los jefes del ejército y la marina, general Martín Balza y almirante Carlos Marrón, y los acusó de ``borrarse'' (desentenderse) de la suerte de Videla. También sostuvo que ``algunos generales homosexuales no saben lo que dicen'', en alusión a jefes y voceros militares que calificaron a Videla de ser un ``ex general'' cuya detención no afecta al ejército. Como broche de oro, Massera había asegurado que en el régimen democrático hay gente ``corrupta, subversiva, antimilitarista''.

Además, el ex almirante --quien durante la dictadura compitió con Videla por espacios de poder-- afirmó: ``soy incondicional de la posición de Videla, y lo defenderé hasta la muerte''.

Mientras, continúan los debates en organismos humanitarios. Si el juez Roberto Marquevich, considerado allegado de Menem y quien ordenó la detención de Videla, sigue esta línea de juicio, podría afectar la que tramitan las Abuelas de Plaza de Mayo en el juzgado de Adolfo Bagnasco por secuestro de niños y supresión de identidad, que no prescribe, lo que permitió la detención de Videla aún cuando fue indultado por Menem hace ocho años.

Este proceso iba a permitir juzgar a todos los directamente vinculados con la apropiación de menores, de abajo hacia arriba en la cadena de mandos.

También se habla aquí de las relaciones por ``debajo de la alfombra'' entre Massera y altos funcionarios menemistas, nacidas en tiempos de la dictadura. Un ejemplo es la denuncia del ex capitán de cor- beta Adolfo Scilingo, quien recordó las ``sociedades'' entre el ex almirante y el actual ministro del Interior, Carlos Corach, e incluso el propio Menem.

Aunque Corach llamó esta mañana a mantener ``cautela'', fue Menem quien lanzó ayer una batería cargada contra las Madres de Plaza de Mayo, al advertir que hay ``que fijarse quién es el abogado de las Madres: un individuo que mató a su padre''; en referencia a Sergio Schoklender, quien cumplió prision por el presunto asesinato de sus padres y ahora asesora a Hebe de Bonafini, presidenta de un sector de las Madres. También acusó a la oposición de ``intentar destruir las instituciones'', en alusión al proyecto de la alianza opositora (Unión Cívica Radical y Frente País Solidario), de instaurar juicio politico a cinco miembros de la Corte Suprema acusados de presunta dependencia del Ejecutivo.

``Esto no es casual, está totalmente planificado el que citen nuevamente a los militares y sepan el día y la hora de la citación, para que armen un verdadero circo, agraviando a quienes han sido juzgados'', sostuvo.