Legisladores y juristas piden protesta diplomática contra la estadunidense
Dirigentes de los partidos de la Revolución Democrática y Acción Nacional, así como juristas universitarios, condenaron ayer las declaraciones de la secretaria de Estado estadunidense, Madeleine Albright, luego de calificarlas como intervencionistas en los asuntos internos de México.
Además, demandaron que el gobierno mexicano envíe una protesta diplomática a la Casa Blanca por la injerencia de la funcionaria estadunidense en asuntos cuya solución sólo compete a los mexicanos.
En la Cámara de Diputados, el subcoordinador de la fracción perredista, Jesús Martín del Campo, dijo que ``una vez más vamos a tener que decirle a Estados Unidos que cada quien debe cuidar su propia casa''.
Sobre el tema, Eduardo Espinoza, integrante del Comité Ejecutivo Nacional del PRD, dijo que las declaraciones de Albright son una intervención en los asuntos internos de México y evidencian que Estados Unidos ya no sólo es factor de decisión en temas de carácter económico, sino también en puntos de índole política.
Recordó que en el pasado, su partido ha denunciado la violaciones a los derechos humanos que se registran en Chiapas, pero de ninguna manera ha pedido la intervención de ningún gobierno, como ahora está haciendo el de Estados Unidos, subrayó.
Por considerar que se trata de una actitud de carácter injerencista, demandó de la cancillería mexicana envíe una protesta formal al gobierno de Clinton.
Por su lado, el diputado Julio Faesler, presidente del Comité de Asuntos Internacionales y jefe de la delegación que participa en la interparlamentaria, dijo que será difícil introducir este tema en la agenda de la reunión, pero se buscará la ocasión de comentarlo porque el mandato de la Comisión de Régimen Interno y Concertación Política de la Cámara de Diputados es la defensa de la soberanía nacional.
Añadió el panista que tampoco cree conducente escalar este asunto porque la interparlamentaria va a tratar suficientes temas difíciles, como el operación Casablanca y la situación de los trabajadores migratorios mexicanos en Estados Unidos, como para seguir irritando a ambas sociedades.
Explicó que la junta será importante porque los legisladores de ambos países van a expresar sus puntos de vista y ahí se dirá que es necesario dejar actitudes de arrogancia y colaborar en la relación de dos países, indisolubles por situación geográfica.
México para los mexicanos
Por su lado, los juristas universitarios Jorge Carpizo, José Luis Soberanes y Héctor Fix Zamudio consideraron que el conflicto de Chiapas sólo compete resolverlo a México, por lo que ``no aceptaremos injerencias de ningún tipo o violaciones a la soberanía del país'', destacaron.
Secretario de Gobernación y procurador de la República durante el sexenio pasado, Carpizo afirmó que frente a las agresiones los mexicanos no pueden tener diferencias.
``En el interior podemos discutir absolutamente todo, porque la sociedad mexicana es muy plural, pero ante situaciones de injerencias extranjeras el gobierno y el pueblo mexicanos no aceptaremos por ningún motivo presiones ni violación a nuestra soberanía '', afirmó.
Renuente a hablar de política, desde que retornó a la vida académica en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México, esta vez Carpizo no evitó a la prensa para señalar que las declaraciones de la secretaria de Estado estadunidense demuestran ``la idea que siempre he sostenido, en el sentido de que la soberanía es la mejor defensa de los países chicos frente a los grandes''.
Añadió que ``esto ha sido esencial para los mexicanos y siempre hemos resuelto nuestros problemas sin injerencia de ningún gobierno'' extranjero.
Enfático, el también ex rector de la UNAM planteó que los mexicanos desean que el problema de Chiapas se resuelva a través del diálogo y de manera pacífica.
``Desde enero de 1994 (cuando surgió el movimiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional) he dicho que el diálogo es la única manera para resolver este y todos los problemas en forma civilizada''.
José Luis Soberanes, director del Instituto de Investigaciones Jurídicas, condenó a su vez el intervencionismo estadunidense y consideró que no es de extrañar, pero sí repugna porque ``se inscribe en una tradición de nuestros vecinos del norte que se sienten nuestros tutores y con derecho a decir lo que debemos hacer''.
Debido a la ``larga historia de injerencias estadunidenses que datan desde antes de que México fuera independiente'', Soberanes no descartó la posibilidad de una intervención del gobierno de Bill Clinton, pues consideró que tras la postura manifestada por Albright ``hay un interés por las riquezas naturales de Chiapas, porque sus recursos se convierten en un platillo muy apetitoso para los estadunidenses''.
Soberanes manifestó que la posición del gobierno de México debe ser enérgica y de rechazo para proteger la soberanía nacional, sobre todo por la ``doble cara de Estados Unidos, cuando por un lado habla de cooperación y al poco tiempo se inmiscuye en nuestros problemas''.
Por su parte, Héctor Fix Zamudio, ex presidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, coincidió en que los mexicanos resolverán de manera pacífica el conflicto chiapaneco.
Sin embargo, desestimó las declaraciones de la funcionaria, pues ``son expresiones de la política interna estadunidense'', pero no rechazó que respondan a una posible reacción a la protesta de la canciller Rosario Green por el caso operación Casablanca.
La secretaria de Estado declaró el martes que Estados Unidos está presionando al gobierno mexicano para que resuelva la situación que impera en Chiapas y realice investigaciones a fondo sobre la masacre de Acteal. (Mireya Cuéllar, Georgina Saldierna y María Esther Ibarra).