La Jornada 19 de junio de 1998

Denuncian la desaparición de familiares de Erika Zamora

Carlos Camacho, corresponsal, Francisco I. Madero, Hgo., 18 de junio Ť Vecinos de la comunidad de El Rosario afirmaron que, desde la madrugada del pasado día 11, ``desaparecieron'' de su domicilio los padres y hermanos de Erika Zamora Pardo, la joven, presuntamente miembro del Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI), detenida en un operativo policiaco-militar en el poblado de El Charco, municipio de Ayutla de los Libres, Guerrero.

De acuerdo con la versión del regidor perredista Rey López Quezada, la madrugada del 11, aproximadamente a las 2 horas, un grupo de 20 personas, a bordo de dos camionetas Suburban, irrumpieron violentamente en el domicilio de la referida familia y sacaron a Justino Zamora, padre de la supuesta guerrillera, a quien subieron, esposado, a un vehículo y se lo llevaron con rumbo desconocido.

El propio presidente municipal, de extracción perredista, Víctor Gálvez, confirmó la primera versión y afirmó que ``los vecinos denunciaron la desaparición de la familia. No están en su casa. Nadie sabe de ellos. No hay nadie. Alguien se los llevó''.

Otros habitantes de esta comunidad aseguraron, sin embargo, que toda la familia, los padres y tres hermanos menores, están en su domicilio, aunque aceptaron que la vivienda fue cateada ``por gente desconocida'' la madrugada del día 11.

Los cerca de 3 mil campesinos que habitan en esta localidad están temerosos, pues se corrió el rumor de que todas las casas del lugar serían cateadas, con el objetivo de encontrar ``más guerrilleros''.

Aunque el edil aseguró que no han llegado soldados al municipio, ubicado a unos 50 kilómetros al este de la capital, Pachuca, reconoció que existen comentarios de la gente sobre la incursión de militares, que se habrían llevado a los familiares de Erika Zamora, hoy recluida en el penal de Acapulco, Guerrero.

Otros familiares de la joven, como tíos, primos y sobrinos, que viven en la misma comunidad, no han sido molestados, aunque manifestaron su preocupación por la desaparición repentina de Justino Zamora, su esposa Alfonsa Pardo y sus tres hijos, una que estudia en la secundaria y otro que cursa el quinto grado de primaria.

La vivienda, rústica, que muestra la pobreza de la familia Zamora Pardo, ahora parece abandonada, aunque en un pequeño corral hay animales domésticos.

Por su parte, Felicitas Jiménez, supervisora de esta zona escolar, recuerda que Erika, en sus años de estudiante, ``fue muy sobresaliente'' a tal grado que presidió la sociedad de alumnos de la secundaria de El Rosario, en el curso 1990-1991.