La crisis en Asia obligará a México a replantear metas de crecimiento: Santander
Roberto González Amador Ť La caída de las economías asiáticas obligará al gobierno mexicano a replantear sus metas de crecimiento económico en lo que resta de este sexenio si quiere evitar una nueva crisis en el año 2000, afirmó Héctor Chávez, director de análisis de Santander Investment.
El principal analista del grupo financiero español en México dijo que el gobierno de Ernesto Zedillo quiere llegar al final de su administración con una economía sin riesgos, sin puntos débiles, y para poder hacerlo tiene que ajustarla al entorno internacional.
A finales de 1994, Zedillo empezó su periodo de seis años con la promesa de llevar bienestar a los mexicanos, pero una desordenada devaluación, 20 días después de la toma de posesión, echó por tierra las expectativas de crecimiento y el país vivió en 1995 su peor crisis en 60 años, la cual se tradujo en un desplome de siete por ciento del producto interno bruto y el despido de 850 mil trabajadores.
La crisis de 1995, originada por la falta de recursos para hacer frente a vencimientos de deuda por casi 45 mil millones de dólares, de los cuales 30 mil millones correspondían a bonos de deuda interna contratada por la administración anterior, disparó las tasas de interés, lo que puso al borde de la quiebra al sistema bancario, al que el gobierno rescató con 65 mil millones de dólares.
El plan de choque aplicado por el gobierno en 1995 permitió que la economía superara en seis trimestres la tendencia recesiva. El PIB creció siete por ciento en 1997 y mantuvo un aumento similar en el primer trimestre de este año.
Sin embargo, Héctor Chávez advirtió que las posibilidades de crecimiento de la economía nacional serán limitadas debido a la agudización de la crisis asiática, que empezó hace un año y que se complicó por la caída en los precios del petróleo, los cuales se encuentran en su nivel más bajo en 25 años.
En los próximos meses, pronosticó el analista, disminuirá el ritmo de crecimiento económico. ``Es probable que la desaceleración no se haga evidente en este año, pero en la segunda mitad de 1998 habrá un menor crecimiento, y si en 1999 no mejoran los precios del petróleo se deberán moderar las expectativas de incremento del PIB, aunque no creo que vaya a haber un giro de 180 grados''.
Para Chávez, las expectativas de crecimiento económico en México siguen siendo buenas. ``Seguramente no alcanzaremos las tasas de incremento de cinco por ciento del PIB (la meta del gobierno), pero seguramente estaremos en niveles de cuatro por ciento, que es bueno''.
Un crecimiento moderado de la economía, añadió, ``será el costo de no generar desequilibrios mayores, pues sería riesgoso no tomar en cuenta el entorno internacional''.
Chávez explicó que la economía mexicana necesita cuantiosos flujos de capital externo para sostener altas tasas de crecimiento, pero la crisis asiática ha hecho escasear esos recursos. Por ello, dijo, es recomendable moderar las metas de crecimiento, pues de lo contrario se generarían altos déficit comerciales y de cuenta corriente de la balanza de pagos, dos de los factores que al salir de control precipitaron la crisis de 1995.