La Jornada Semanal, 21 de junio de 1998
Yo vine al mundo
en la ciudad más prostituida,
más
circular,
más envidiada,
todo se deteriora
al acercarse a
ella,
todo trabaja en su favor
para dejarla inalcanzable.
A
lo mejor se nace siempre así,
a lo mejor todos nacimos en
Alejandría.
Jamás he de volver a verla
porque mi edad, mis
versos
(¿no son lo mismo?)
se han hecho
de esta
lejanía,
no de otra cosa.
Mi verdadero lujo
es este: haber
nacido
donde no he de volver jamás,
casi no haber
nacido.
Cuando me muera,
si he de morir,
me moriré más lejos
que ninguno.
Este poema pertenece al libro Ocho poemas, recientemente publicado por Editorial Ditoria.