ASTILLERO Ť Julio Hernández López

Enfermo y cansado, el ex presidente José López Portillo tiene todavía fuerzas para pelear en defensa del producto honesto de su trabajo. Por ello, acompañado de su esposa, la actriz Sasha Montenegro, acudió a desahogar una diligencia judicial el pasado martes 16 ante Rosalío Barragán Hernández, juez primero de primera instancia del ramo civil con sede en Acapulco.

El hombre famoso por su compromiso de defender el peso con furia animal, a cuyo recuerdo un fastuoso conjunto residencial familiar fue bautizado como La colina del perro, tiene buenas razones para emprender ahora una canina defensa de su importantísimo patrimonio acapulqueño.

Se trata de la Casa Margamar 190, ubicada en la zona de Acapulco Diamante, que en una media hectárea de terreno cuenta con alberca, cancha de tenis, 12 habitaciones, asoleadero y un vecino de lujo: la Casa Acapulco, residencia en el puerto usada por el gobierno guerrerense para actos de protocolo y hospedaje del mandatario estatal cuando visita ese puerto. La propiedad fue valuada por un promotor de bienes raíces, Jaime Rubio Castañeda, en poco más de 500 millones de dólares.

Don José ha promovido un juicio por la vía civil en contra de la inmobiliaria Arges, SA de CV, que representa los intereses de Melchor Perusquía Villarreal y los hijos de Carmen Romano, ex esposa de López Portillo. El expediente del caso es el 252/1/97. La próxima visita del ex presidente al juzgado acapulqueño mencionado será el próximo 7 de julio.

En Acapulco también disfruta de la medianía económica a la que el presidente Benito Juárez convocaba a los servidores públicos otro personaje del gobierno federal de 1976 a 1982: Arturo Durazo Moreno, el jefe policiaco apodado El Negro, cuyo secretario particular de aquella época dorada, Daniel Molina Miranda, es ahora uno de los firmantes del desplegado democratizador, analítico y crítico emitido por el grupo plural llamado Cien por Guerrero, uno de cuyos propósitos es la denuncia y la acción contra ``la ineficacia, el abuso o la corrupción''.

La difícil reactivación de la conciencia universitaria

El 18 de los corrientes se realizó en el campus Xochimilco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) un ``paro informativo'', en el que se abordaron los temas de la impunidad con la que el gobierno actúa contra las comunidades indígenas de Chiapas, Guerrero y Oaxaca; la violencia imparable en el país entero, y en particular en la ciudad de México; el proceso de elección del nuevo rector de ese campus Xochimilco, y el examen general de calidad.

Daniel Bobadilla, Pino Emanuel Gómez, Janis Ortúzar y Sandra Ocejo, estudiantes que forman parte de la Asamblea Universitaria de la mencionada institución educativa, han enviado a Astillero una comunicación en la que narran la gestación de ese ``paro informativo'' y rechazan las acusaciones que han recibido de que su propósito fuese el influir en la designación de la terna de candidatos a rector del citado campus.

Los estudiantes mencionados señalan que su propósito respecto al asunto chiapaneco era ``difundir y testimoniar en la universidad la realidad que nos está carcomiendo. Sin embargo, en cada intento nos asombramos y preocupamos por la indolencia e inconciencia de la comunidad en general''.

Otro motivo de su activismo fue el asesinato brutal de la docente Patricia Casanova y la inseguridad pública reinante.

Respecto a la elección del rector de la UAM-X, se mencionó ``la falta de sensibilidad del rector general, al no tomar en cuenta el plebiscito que se llevó a cabo entre todos los universitarios, y no cuestionamos la legalidad del proceso, únicamente propusimos replantear y restruc-turar la ley orgánica de la unidad Xochimilco''.

``No es justo que desvirtúen este movimiento'', añaden, en referencia a quienes los han impugnado, y reconocen que en el ``paro'' se mezclaron asuntos distintos, pero consideran que no podrían hacer un movimiento específico para cada tema.

``Parafraseándote, escribiste alguna vez en tu columna que nuestro país se está incendiando; nosotros sumaríamos que nuestras conciencias se están consumiendo (...) No estamos utilizando a nuestros muertos para desprestigiar una terna. No nos está pagando nadie. Estamos hasta la madre de que se empeñen en demostrar que los jóvenes no sabemos ni podemos tener criterio, ideología, intereses, conciencia, decisión y todo aquello que sólo corresponde a los adultos''.

Cooptaciones y complicidades

Fernando Miranda Servín ha denunciado las amenazas que contra su padre, Fernando Miranda Martínez, habría proferido el ex líder ferrocarrilero Jorge Peralta Vargas, cuya historia sindical forma parte del tenebroso entramado del que finalmente resultó como producto más conocido el actual dirigente ferroviario Víctor Flores.

Miranda Servín es compositor y ha producido de manera independiente el disco denominado Por la avenida Insurgentes, y además ha escrito el libro La otra cara del líder, en el que se relatan las peripecias judiciales y políticas de Peralta Vargas.

Obviamente temeroso de que contra él y su familia se pudiesen reproducir los episodios de ``homicidios sangrientos y actos porriles'' que caracterizan el actuar de los líderes rieleros actuales, Miranda Servín investigó el quehacer de Peralta Vargas y encontró que desde años atrás ocupa una oficina en Cuauhtémoc 1138, en la ciudad de México, en cuyo teléfono se contestan las llamadas diciendo que allí es la ``Unidad de Información'' del secretario de Comunicaciones y Transportes, que en esta fecha es Carlos Ruiz Sacristán.

Tal versión ya había sido conocida por esta columna, aunque sin precisión de número de teléfono y de domicilio. En el esquema de cooptaciones, la SCT habría adjudicado oficina, personal y prerrogativas al sombrío personaje que sigue teniendo influencia sustancial en el manejo de los asuntos sindicales ferrocarrileros. El señor Miranda Servín, y los contribuyentes con cuyo dinero se pagan sueldos y gastos diversos, tienen derecho a saber si verdaderamente el señor Peralta Vargas tiene un cargo oficial, y un presupuesto para disfrutar.

Astillas: No le ayudan sus compañeros de partido a José Olvera Acevedo, el candidato del tricolor a gobernador de Zacatecas. Este viernes pasado organizó en la ciudad de México el llamado Gran Baile de la Unidad Zacatecana, en el que hubo menos asistentes de los esperados. El gran ausente fue el promotor verdadero de la candidatura de Olvera, Genaro Borrego Estrada. Tampoco asistieron otros políticos como los ex gobernadores Fernando Pámanes Escobedo y Pedro de León, Guillermo Ulloa y los diputados federales priístas. Gustavo Salinas Iñiguez, quien se consideró virtual candidato, al que ``de última hora'' le arrebataron la postulación para dársela a Olvera, estuvo solamente una hora en el Gran Baile. El cantante Antonio Aguilar y la conductora de televisión Rebeca de Alba, que son zacatecanos, tampoco pudieron asistir... Melquiades Morales, el aspirante priísta a gobernador de Puebla, está recorriendo la entidad en una especie de precampaña electoral disfrazada (dado que oficialmente aún no comienzan los trabajos de proselitismo de los candidatos de los diversos partidos), con el pretexto de encontrarse con la militancia de su organización política. En esa gira están resurgiendo las diferencias entre los seguidores de Morales y los de quien fue su principal opositor, José Luis Flores, según reporta La Jornada de Oriente... Un error tipográfico le adjudicó a la diputada local de Quintana Roo, Alicia Ricalde, una militancia partidista falsa. Ella es panista y no priísta, como equivocadamente se publicó aquí.

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