Incumple normas la mayoría de carne importada de EU: ganaderos mexicanos
Angélica Enciso, enviada, Zacatecas, Zac., 23 de junio Ť La mayor parte de la carne importada de Estados Unidos para consumo humano no cumple los requisitos correspondientes y ocupa 40 por ciento del mercado nacional, afirmaron ganaderos, por lo que exigieron mayor vigilancia sanitaria en puertos aduanales.
Un estudio presentado aquí por la Comisión Nacional de Porcicultura (Conapor) reveló que de mil 300 pedimentos de carne importada ``revisada'', 80 por ciento no señala la fecha de empaque ni cuenta con etiquetado y aún así se permite su ingreso al país, a pesar de que la normatividad lo prohíbe.
El presidente de la Confederación Ganadera de Estados Unidos, Clark Willingsheim, rechazó que su país exporte a México -segundo mercado más importante para ellos después de Japón- carne en malas condiciones o con ``cáncer'', y dijo que no venderían productos de mala calidad. Explicó que las principales ventas al mercado mexicano son ``cortes de tipo popular y menudencias que aquí tienen mucha demanda''.
Por su parte, el director general de Inspecciones Fitozoosanitarias de la Secretaría de Agricultura, Fernando Contreras Rodríguez, reconoció que la norma 030, con la que se regula el control sanitario de productos cárnicos, ``no se puede cumplir estrictamente'', ya que no es posible controlar ciento por ciento de la carne que ingresa debido a que no se cuenta con la infraestructura adecuada.
Productores de Coahuila informaron que hace unos meses compraron carne de Estados Unidos, la retiquetaron y pretendieron regresarla a ese país, pero no lograron que ingresara el producto porque no aprobó las normas sanitarias.
En el marco de la 62 asamblea ordinaria de la Confederación Nacional Ganadera (CNG), los productores acordaron que se establezca una demanda antidumping por las importaciones, que éstas se detengan de inmediato y que el organismo participe en la vigilancia aduanal.
De acuerdo con datos de la CNG, la importación de productos cárnicos a México ha tenido un importante incremento en los últimos años, al pasar de un millón de toneladas en 1995 a 1.8 millones de toneladas en 1997. Estas cifras incluyen carne de bovino, porcino, caprino, avícola y despojos.
En la mesa donde se analizó la situación de la carne de bovino, los productores aseguraron que el producto que ingresa al país es de ``segunda o tercera'' calidad. Además de que ya ocupa grandes espacios de comercialización, y sólo en el rastro de Ferrería hay 15 empresas que se dedican a la venta de carne congelada de Estados Unidos.
Guillermo Salcedo, ganadero de Jalisco, dijo que el mercado de esa entidad cada día es invadido por mayores cantidades de carne importada, y que Estados Unidos prevé que para este año México incrementará sus importaciones 33 por ciento.
Explicó que cuando los productores nacionales exportan carne a Estados Unidos, de entrada deben pagar mil 500 dólares para que en las aduanas bajen el producto de los transportes y se realicen los exámenes sanitarios, y la mayoría de las veces no es aprobada.
En esta mesa se acordó que de inmediato se detengan las importaciones de carne, ante la ``severa crisis de la ganadería y la merma del hato ganadero; que la Sagar aplique políticas espejo con Estados Unidos para que sólo ingrese el producto por tres puntos y que los productores participen en la vigilancia''.
Asimismo, en las conclusiones de la mesa de Sanidad Animal se estableció que los productores han comprobado que la carne importada no es apta para consumo humano, ya que es de mala calidad, y que la falta de normas que complementen la información de etiquetado y la calidad microbiológica permite su ingreso.
Acerca de la normatividad, consideraron necesario que todo el producto que se importe sea inspeccionado y no se haga aleatoriamente; que se rechace la importación de carnes, vísceras o despojos; que se cobre una cuota similar a la que Estados Unidos impone a los productos mexicanos; que la hoja de requisitos técnicos zoosanitarios para importación se elabore por fracción arancelaria y se analice la conveniencia de que aquí se consuma carne congelada.
El estudio de la Conapor indica que la Sagar no presenta reportes sistemáticos de los resultados de análisis de residuos tóxicos que se hace a la carne de importación, lo cual ``crea incredibilidad entre el sector productivo, en cuanto a que los análisis de laboratorio realmente se realicen''.
Agrega que al carecer la normatividad de la Sagar de una hoja de requisitos técnicos zoosanitarios para la importación, registro de trámite de inspección fitozoosanitaria y certificado de importación zoosanitario, los verificadores no pueden constatar que el producto importado es el que señala el documento de importación.
Señala, entre otras irregularidades, la inexistencia de básculas en las aduanas fronterizas del norte, lo cual da lugar al contrabando, ya que los inspectores no pueden constatar el peso del producto.
En entrevista, el director de inspección Fitozoosanitaria admitió que se requieren modificaciones a la norma, pero que actualmente no puede ser acatada al cien por ciento. Explicó que hay 80 inspectores en las aduanas, los cuales toman muestras aleatorias del producto, pero no pueden revisar todo el embarque ya que no hay instalaciones adecuadas para almacenarlo, y hacerlo sin esa infraestructura pondría en riesgo al producto.
Aseguró que se requiere una fuerte inversión, la cual tendrán que hacerla particulares, ya que además de que no hay infraestructura para la inspección se requiere un laboratorio equipado con instrumentos básicos, además de que las pruebas de toxicidad se realizan en Cuernavaca y tardan hasta diez días en realizarse.
Explicó que en caso de que en alguna muestra se encuentren residuos tóxicos, ese embarque no puede ser detenido, pero sí se retiene la siguiente carga de esa empresa, ya que mientras no se tengan los resultados es imposible adoptar medidas preventivas.