Angustiosa igualada a 2 con Holanda; Bélgica y Corea terminaron 1-1
Marlene Santos, enviada, Saint-Etienne, 25 de junio Ť La selección mexicana tuvo por tercera vez una gran reacción y nuevamente impulsada por los gritos de ``¡sí se puede!'', con gol de último momento logró hoy un heroico empate a dos goles con Holanda.
Se trata de un resultado histórico para México, ya que no sólo se repuso de una desventaja de 0-2 ante uno de los equipos favoritos para conquistar la Copa, sino que por primera ocasión se clasificó a octavos de final en un Mundial realizado en Europa. Además, Luis Hernández es el primer mexicano que anota tres tantos en una misma competencia mundialista, y con las 7 unidades conseguidas hasta el momento, México es la primera ocasión en que más ha marcado, superando los 6 conseguidos en 1970 y 1986, ambos en tierra propia.
Fue un dramático empate, conseguido en base a la garra y entrega que ya caracteriza a los mexicanos en esta justa. Pese a que la mayoría de los 36 mil asistentes al estadio Geoffroy-Guichard eran holandeses la final del cotejo se convirtió en una fiesta mexicana, ya que el Tri arrinconó totalmente a la escuadra europea. Se olvidó así del temor que los pupilos de Lapuente mostraron en los minutos iniciales y que los tenía al borde de la debacle.
La igualada dejó a México en el segundo lugar del grupo E, con 5 puntos, con promedio de más dos (7 goles a favor por 5 en contra), mientras que Holanda terminó en primer sitio con las mismas unidades, pero con diferencia de goles de más 5. Bélgica y Corea del Sur quedaron eliminadas con 3 y 1 punto, respectivamente. Ahora el Tri enfrentará en la siguiente fase a otra poderosa máquina: Alemania.
Desde el comienzo del partido, Holanda se lanzó al ataque y al minuto 4 se fue al frente en el macador con gol de Phillip Cocu, tras pase de Dennis Bergkamp y ante la floja marcación de Duilio Davino. Campos se resbaló sobre el mojado césped con las piernas al frente y el trallazo del holandés le pasó a un lado.
El nerviosismo se apoderó de la zaga mexicana, que perdía balones y recurría a los pases laterales. Al minuto 10 logró su primer avance importante con un disparo de Ramón Ramírez que alcanzó a desviar con la mano derecha el portero Edwin Van Der Sar.
El ataque naranja parecía demoledor, siempre a velocidad y con un disparo potente al final, por lo que los pases retrasados de Joel Sánchez y Duilio Davino se antojaban temerarios y suicidas. Salvador Carmona y Germán Villa se unieron a la sinfonía de errores y hasta Claudio Suárez titubeó un par de ocasiones. Para colmo de males un aguacero se precipitó sobre el pletórico estadio Geoffroy-Guichard, en el que los jugadores del Tri, vestidos de color blanco, empezaron a resbalarse.
El 2-0 cayó a la lógica del dominio holandés al minuto 18. Ronald de Boer recibió un largo pase, tres defensas fueron a marcarlo, pero el mediocampista dio unos pasos hacia su derecha y disparó con fuerza, el balón pegó en el poste izquierdo de la meta de Jorge Campos, ya vencido, y entró.
La Naranja Mecánica bajó su ritmo, las tribunas teñidas en ese color estallaban en cantos festivos, pero poco a poco el Tricolor se fue rehaciendo, a pesar de nuevos errores de la defensa, sobre todo uno de Davino, quien retrasó el esférico sin considerar la velocidad de Wim Jonk, éste con un cabezazo hizo volar en espectacular lance a Campos, quien apenas reaccionó para desviar el balón hacia tiro de esquina.
La suerte tomó partida a favor de México, porque en adelante los holandeses dejaron ir goles cantados que bien pudieron dejar el marcador parcial en 4-0.
Al arranque del segundo tiempo, ya con Jesús Arellano en la cancha, apareció el juego bonito de México, sin complejos y atrevido, motivados por la exigencia en las tribunas ``¡un gol, queremos un gol-un gol, queremos un gol!''. Joel Sánchez dejó su lugar a Peláez, quien al minuto 74 acortó distancias en un tiro de esquina. Con gran técnica superó a su marcador y cabeceó cruzado para vencer al portero.
``¡Un gol, queremos otro gol-un gol, queremos otro gol!'' pedían esos mexicanos que pagaron a los revendedores hasta 650 dólares por un boleto. Al minuto 83 ya todo era alegría por el empate que prevalecía entre Corea y Bélgica. Campos parecía empeñado en hacer correr la adrenalina y se lanzó sin preocupaciones al frente. El gol anulado a Cuauhtémoc Blanco, por fuera de lugar, y la expulsión de Ramón Ramírez, quien reclamó esa decisión, encendieron los ánimos, por lo tanto el volante zurdo estará ausente en el duelo ante los alemanes.
Tras estas acciones y cuando todo parecía perdido para los mexicanos, el éxtasis revivió con el gol de Luis Hernández, quien al minuto 94 superó a su marcador y por abajo fusiló al portero Van Der Sar.
El árbitro Abdul Rahman Al Zeid, de Arabia Saudita, amonestó al holandés Arthur Numan y a los mexicanos Salvador Carmona, Germán Villa, Luis Hernández y Ricardo Peláez, además expulsó a Ramón Ramírez.
Dpa, Reuters y Afp, París, 25 de junio Ť Sang Chul Yoo coronó el mayor fracaso mundialista de Bélgica en los últimos 20 años. Su gol selló el resultado de 1-1 en el minuto 71, y el capitán surcoreano mandó de regreso a sus casas a los desolados Diablos Rojos en el Grupo E, hoy en París.
Bélgica confió mucho en su sentido práctico. El ataque de Corea del Sur no le causaba problemas y en el segundo tiempo subestimó a su rival sacando del terreno a su cerebro Enzo Scifo y metiendo al soldado del centro del campo Frankie Van Der Elst. Ese fue su gran error.
El primer tiempo había sido soporífero hasta el punto de que la plana mayor de la FIFA dormitaba. El presidente de la Confederación Africana de Futbol, el camerunés Issa Hayatou, no tuvo reparo en echar una larga siesta en el palco y a su contraparte de la Unión Europea, el sueco Lennart Johansson, se le cerraban los ojos.
Los belgas se dedicaban a practicar su habitual futbol introvertido tras haber marcado en el minuto 7, cuando un cabezazo de Vidovic fue rechazado por Song Yong Choi en la línea de gol, pero el rebote lo tomó Luc Nilis, quien con preciso remate venció al portero Kim Byung-ji. Los coreanos, por su parte, se mostraban torpes de cara al gol, en un mal que parece acompañar a todos los equipos asiáticos.
Esa confianza, añadida al 5-0 y el 3-1 logrados por Holanda y México, respectivamente, ante los coreanos en los anteriores partidos, permitía a los belgas no tener ansias de ampliar la ventaja. Además, los mexicanos iban perdiendo al mismo tiempo con Holanda en Saint Etienne por 2-0 y así Bélgica estaba calificado.
Pasada la media hora de juego, el árbitro brasileño Marcio Rezende se equivocó al sancionar una posición adelantada de Nilis, quien había recibido un pase perfecto del delantero de origen brasileño Luis Oliveira y se escapaba a gol.
Luego del descanso, Lee Min-sung le ganó una pelota en el área a Lorenzo Staelens y el arquero belga, Vande Walle, desvió a tiro de esquina.
Al minuto 51 Nilis se perdió el segundo gol, cuando remató dentro del área y el balón dio en el travesaño. El juego siguió siendo equilibrado en el medio campo y los coreanos, incansables, no bajaron los brazos y llegaron al empate al minuto 71, cuando vino un tiro libre desde la banda izquierda, y el capitán Yoo se estiró al máximo para rematar, tomando por sorpresa a la zaga belga al aparecer por el segundo poste.
Luego de la igualada el partido mejoró, ya que los belgas buscaron reaccionar y atacaron, pero a la vez dejaron más espacios en la defensa para los rápidos coreanos. La movilidad de los hermanos Mpenza, especialmente por la derecha, y la insistencia de Nilis, el mejor de su equipo, no le alcanzaron a los europeos.