Muere otro concejal en un bombazo de ETA
Afp, Dpa y Reuters, Bilbao, España, 25 de junio Ť El concejal conservador de la ciudad vasca de Rentería, Manuel Zamarreño, de 42 años de edad, fue asesinado este jueves en un atentado con bomba atribuido a ETA. Se trata del sexto concejal del gobernante Partido Popular (PP) muerto a manos del grupo separatista en el último año.
Unas 200 personas se manifestaron poco después para repudiar el asesinato de Zamarreño. El presidente José María Aznar aseguró que los autores del atentado ``pagarán su crimen'', y miembros del gobierno reiteraron que éste no negociará jamás con los separatistas, mientras no cesen definitivamente sus acciones armadas.
La manifestación de esta noche ocurrió sin incidentes, pero poco después, cinco encapuchados atacaron a un camarógrafo de la cadena televisiva española, quien resultó herido.
Cuatro ministros del gobierno conservador asistieron a la capilla ardiente que se instaló en la alcaldía de Rentería, y la familia real envió mensajes de pésame a la familia de Zamarreño.
El hoy fallecido llevaba poco más de un mes en el cargo, en el que había sustituido al anterior edil, José Luis Caso, asesinado por ETA en diciembre pasado. El sustituto original de Caso fue Concepción Gironza, quien renunció tras recibir amenazas de muerte.
Los autores del atentado contra Zamarreño hicieron estallar a control remoto una motocicleta, que se encontraba estacionada, en el momento en que el concejal y sus guardaespaldas pasaban a pie junto a ella. Uno de los escoltas resultó herido, pero fuentes hospitalarias indicaron que su vida no corría peligro, aunque sus heridas eran graves.
El ministro español del Interior, Jaime Mayor Oreja, confirmó que Zamarreño, padre de cuatro hijos, ya había recibido amenazas de muerte, y que su nombre había aparecido en pintas callejeras atribuidas a simpatizantes de los separatistas en Rentería.
Elogió la labor de los concejales conservadores, quienes continúan con sus tareas a pesar de que el grupo armado los ha convertido en el principal blanco de sus acciones armadas.
Esta tendencia comenzó en julio del año pasado, cuando fue secuestrado el concejal conservador Miguel Angel Blanco Garrido, en un intento de ETA de presionar al gobierno español para que reubicara a sus correligionarios presos en cárceles de todo el país, en penales del País Vasco.
Tras conocerse el último ataque, la policía de Rentería informó que en diciembre pasado, poco después del asesinato de Caso, desconocidos incendiaron el auto de Zamarreño en una aparente represalia a críticas que el político conservador formuló días antes a la coalición Herri Batasuna, considerada brazo político de ETA.
Las autoridades señalaron que no se habían observado actividades sospechosas en torno a Zamarreño en los últimos días, pero señalaron que recientemente solía salir acompañado de un policía.
``La muerte de Zamarreño nos recuerda que ETA es una realidad que está ahí, que no ha desaparecido, y que no debemos bajar la guardia nunca'', afirmó Mayor Oreja, y agregó: ``la sociedad debe saber que tenemos enfrente a una organización que, lejos de aproximarase a treguas, lo que trata de hacer en estos momentos es buscar una fórmula pare decir que está viva''. Atribuyó el asesinato de Zamarreño al Comando Donosti --o San Sebastián-- de ETA.