Zedillo: ``así es como debieran actuar todos los mexicanos''

Por primera vez desde que están en Francia y luego de lograr su pase a la siguiente etapa en la Copa del Mundo, el presidente Ernesto Zedillo se comunicó ayer telefónicamente, de manera pública, con el entrenador de la selección mexicana, Manuel Lapuente, para felicitarlo por el trabajo de su equipo a lo largo del torneo. Por su convicción y carácter, resaltó el jefe del Ejecutivo, el representativo nacional es ejemplo de ``cómo debemos actuar todos los mexicanos''.

La comunicación logró establecerse luego de tres intentos y cuando el director técnico y los jugadores Ricardo Peláez, Luis Hernández y Jesús Arellano concedían una entrevista exclusiva para Televisa. En la conversación participó también la esposa del mandatario, Nilda Patricia Velasco, que es, les dijo Zedillo, ``una aficionada de la selección mexicana, de todos ustedes (y) que quiere darles un saludo y hacerles una invitación''.

A continuación, el texto íntegro de la charla de los seleccionados con el matrimonio Zedillo.

Presidente Ernesto Zedillo: ¡Ah, qué bien, Manolo! Pues estoy seguro que hablo en nombre de todos los mexicanos cuando les expreso que estamos profundamente orgullosos de lo que han hecho en este campeonato mundial en éste y en todos los juegos.

Manuel Lapuente: Se lo agradezco mucho, señor Presidente.

Presidente Ernesto Zedillo: Querer es poder. Ustedes quisieron, han podido y han mostrado no solamente una enorme capacidad física como deportistas, y usted como entrenador, sino un extraordinario carácter que, estoy seguro, es un ejemplo para todos los mexicanos.

Con esa fuerza, con esa convicción, con ese carácter es como debemos actuar todos los mexicanos. Ustedes nos han dado como gran equipo que son, un gran ejemplo. Por eso, a nombre de todos los mexicanos reciban una cariñosa felicitación, Manolo. ¿Cómo se siente?

Manuel Lapuente: Realmente nos sentimos muy a gusto, muy contentos. Les comenté aquí a los muchachos que vamos a festejar hoy, señor Presidente, pero ya mañana otra vez al trabajo. Hay otro partido enfrente.

Presidente Ernesto Zedillo: ¡Claro que sí! Nuestro equipo tiene tamaños para cosas más grandes y hay que seguir luchando como ustedes lo han hecho hasta ahora.

Manuel Lapuente: Muchas gracias, señor Presidente.

Presidente Ernesto Zedillo: Pero lo realizado, pues, debe ser un enorme estímulo para ustedes, y les aseguro que ha sido un gran estímulo para todos los mexicanos, una causa de enorme alegría, de enorme gozo, de enorme satisfacción para todos nosotros. Y si me lo permite, Manolo, quiero pasarle aquí a una aficionada de la selección mexicana, de todos ustedes, que quiere darles un saludo y hacerles una invitación, se trata de mi esposa.

Señora Nilda Patricia Velasco de Zedillo: Bien, señor. Estamos felices todos los mexicanos. Estamos encantados con lo que acabamos de ver y con lo que hemos visto durante los juegos. Sólo un momentito porque me imagino que se muere de las ganas por ir a abrazar a todos los jugadores y nosotros también lo haríamos, todos los mexicanos, si pudiéramos. Así que, por favor, usted abrácelos de parte de todos los mexicanos, que nos tienen mucho muy felices. Como dijo mi esposo, los esperamos en cuanto regresen a México a todos los jugadores, a usted, para poderlos abrazar. ¡Felicidades! Dígame algo que quiera que les diga a los mexicanos.

Manuel Lapuente: Les quiero decir a los mexicanos que es día de festejo, obviamente, y también, por qué no, salir a disfrutar a las calles, pero en buen plan, todo mundo tranquilo.

Señora Nilda Patricia Velasco de Zedillo: ¡Claro, claro que en buen plan! ¿Usted cree que no lo vamos a hacer en buen plan? ¡Nos tienen tan orgullosos y tan felices que seguramente todos los mexicanos lo vamos a hacer en buen plan! ¡Felicidades otra vez!

Manuel Lapuente: ¡Ah, qué bueno, señora! Un saludo, y yo le paso su saludo a los muchachos.

Presidente Ernesto Zedillo: Por ahí está Luis ¿verdad Manolo? Aprovecho para mandarles también un abrazo a estos dos extraordinarios jugadores que tantas satisfacciones nos han dado durante este Mundial, los goles de hoy son realmente excepcionales por el momento y las circunstancias en que ocurrieron, pero también en la manera en que lo hicieron, porque de nuevo no solamente mostraron la capacidad física de ellos, sino el enorme deseo de triunfar, de hacer bien las cosas y de sacar adelante al equipo mexicano. Un abrazo para Ricardo y para Luis.

Ricardo Peláez: Muchas gracias, señor Presidente, es usted muy amable, es un aliento muy importante para nosotros escucharlo en representación del pueblo de México, y como dije anteriormente, este triunfo es dedicado para todos ustedes, para todo el pueblo de México y esperamos darles muchísimas satisfacciones más a todos ustedes que se los merecen. Muchas gracias por escuchar su voz.

Presidente Ernesto Zedillo: Estoy seguro que así será, y adelante muchachos ¡querer es poder!

Luis Hernández: Señor Presidente, gracias, pues bueno, nos toca otra vez hablar en situaciones muy bonitas para México. Bueno, le agradezco la molestia que ha tenido con nosotros, para poder darnos un espacio de aliento y ojalá esta motivación la transmitamos para todo el pueblo de México. Muchas gracias.

Presidente Ernesto Zedillo: Bueno, pues de nuevo muchas felicitaciones. Los que nos han dado la satisfacción son ustedes y de veras que nuestro reconocimiento y nuestro estímulo y ánimo para que sigan adelante con las ganas y la enorme capacidad que han tenido hasta ahora. Arellano, te mando un abrazo, felicidades.

Jesús Arellano: Si, bueno, me ha tocado la suerte de entrar y que el equipo pase, y ahora a esperar a seguir así.

Presidente Ernesto Zedillo: Claro que sí, a seguir luchando con ese enorme talento y con ese gran carácter. De nuevo mi reconocimiento a ese gran equipo y a nuestro gran entrenador Lapuente. ¡Viva México!

Por otra parte, el presidente Zedillo, quien vio el encuentro en compañía de su familia, recibió durante la mañana la felicitación telefónica de su similar de Guatemala, Alvaro Arzú, por la relevante participación del equipo mexicano en la Copa del Mundo Francia 98.