La Jornada 27 de junio de 1998

Anuncia la Compañía de Jesús que tomará la parroquia del expulsado Miguel Chanteau para continuar su obra

Alma E. Muñoz Ť Sacerdotes jesuitas ``tomarán'' la parroquia que dejó el padre Miguel Chanteau al ser expulsado de México, con el fin de continuar el trabajo pastoral y social que impulsa la diócesis de San Cristóbal de las Casas, en el estado de Chiapas, informó el provincial de la Compañía de Jesús, Mario López Barrio, quien lamentó que las voces de denuncia de misioneros de la organización, acerca de la violación de los derechos humanos de los indígenas, no fueran tomadas en cuenta por las autoridades cuando éstos iniciaron sus trabajos, hace 40 años, en la región.

A su vez, el cardenal Ernesto Corripio Ahumada consideró que la separación del obispo Samuel Ruiz García de los trabajos de intermediación se debió a que ``él mismo quiere encontrarse en aquel lugar en el cual puede llegar a lograrse el bienestar del pueblo''.

Ahora, agregó, la preocupación es que las partes en conflicto se entiendan plenamente y el pueblo deje de sufrir ``contrariedades y contradicciones''.

En el marco de la presentación del informe del rector de la Universidad Iberoamericana, Enrique González Torres, los religiosos lamentaron la renuncia de Samuel Ruiz a la Comisión Nacional de Intermediación (Conai), aunque el cardenal Corripio Ahumada se mostró convencido de que el obispo aceptó voluntariamente su retiro, porque ``él mismo quiere el bienestar del pueblo''.

Al respecto, Mario López Barrio consideró que la decisión de Ruiz García ``nos lanza a toda la sociedad civil a pensar en nuestro propio papel; ya llegamos a un tiempo en que no hay que dejar en otros la propia responsabilidad cuando se trata de asuntos tan serios como la pacificación del sureste, concretamente en Chiapas''. Ahora, dijo, la pregunta es: ¿quién va a suplir su ausencia?

Aclaró que después de los ataques contra algunos sacerdotes en Chiapas, la Compañía de Jesús no modificó su trabajo, por el contrario, agregó, ``continuaremos apoyando a la diócesis de San Cristóbal con nuestra misión en la zona tzeltal, Bachajón, Chilón, y estamos tomando una parroquia, la que dejó el sacerdote expulsado, el padre Miguel Chanteau, porque vamos a colaborar ahí''.

Al hacer un breve análisis sobre la misión de los jesuitas en Chiapas, dijo que la situación ha empeorado ``en la paz y la vida de las comunidades indígenas. Desde mucho tiempo atrás fueron muy aplastadas y opacadas, explotadas, pero no se sabía. El gran cambio ahora es que se está sabiendo, inclusive internacionalmente, sobre el atropello a los derechos humanos de estas comunidades, y nuestra presencia ahí ha tratado de frenar la violencia, ir en camino de la pacificación, la evangelización y el apoyo a los indígenas''.