La Jornada sábado 27 de junio de 1998
Precisiones del jesuita David Fernández
Señora directora: Respecto a la orientación de la nota y los encabezados que el 25 de junio publicó su prestigiado diario a propósito de mi participación en una mesa redonda sobre derechos humanos de personas homosexuales, transcribo a continuación lo que fueron mis palabras textuales, antes de haber procedido a leer parte del mensaje pastoral de los obispos estadunidenses en torno al tema:
Dije ahí:
``Con mucha frecuencia, las violaciones a los derechos humanos de las personas homosexuales y las actitudes y conductas discriminatorias contra gays y lesbianas pretenden justificarse con discursos religiosos, presuntamente derivados de doctrinas eclesiales, particularmente católicas. El rechazo familiar y social que experimentan las personas con orientación homosexual es frecuentemente avalado con el recurso a citas bíblicas o a normas eclesiásticas.
``En la lucha contra la violación a los derechos humanos de gays y lesbianas es imprescindible desestructurar ese discurso seudorreligioso y quitar todo fundamento, prentendidamente cristiano, a actitudes y conductas agresivas y dañinas, contrarias al espíritu del Evangelio y a una cultura de respeto y aprecio por los derechos humanos.
``En esta ocasión no quiero hablar como funcionario de ninguna institución, ni universitaria ni de derechos humanos. Aquí no represento a nadie. Voy a intervenir, en cambio, como persona y como presbítero católico. Les ruego comprensión, demando tolerancia''.
Como puede apreciarse, en ningún momento hablé de la Iglesia --así, en general--, ni le imputé conductas persecutorias. Yo mismo soy parte de la Iglesia, al igual que los obispos católicos estadunidenses autores del mensaje pastoral ``siempre serán nuestros hijos'', y nuestra actitud es manifiestamente distinta a la discriminatoria.
En la misma cita que hice de Voltaire se habla en realidad de ``los cristianos'', concepto que es, a un tiempo, mucho más amplio y más concreto que el de ``la Iglesia''.
Por último, le agradezco los cálidos conceptos que dedica a mi persona en su editorial de la misma edición.
Aprovecho para saludarla, le ruego que publique esta aclaración en El Correo Ilustrado, y me repito a sus órdenes.
Atentamente
David Fernández DSJ
Exigen respeto a los ``propósitos de beneficio'' del Centro Cultural Helénico
Señora directora: Le hacemos llegar una copia de la carta que diversos miembros de la comunidad teatral hemos dirigido a Ernesto Zedillo Ponce de León, presidente de la República, a Miguel Limón Rojas, secretario de Educación Pública, y a Rafael Tovar y de Teresa, presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, por considerarlo de interés para los lectores del periódico a su digno cargo.
Indignados por el abuso que el Centro Cultural Helénico comete al adulterar los propósitos de beneficio público que justificaron en su momento el decreto presidencial que les otorgó a título gratuito el predio y las instalaciones de avenida Revolución 1500, exigimos se ponga remedio a una ya demasiado prolongada irregularidad.
No existe hoy, ni ha existido durante 15 años, razón alguna que explique el destino que se ha dado a estos bienes de la nación. Exigimos se corrija de inmediato y de fondo la situación revocando el decreto original o emitiendo uno nuevo que devuelva al país lo que ha sido distraído para fines ajenos al bien público.
Exigimos asimismo que se respete la vocación teatral de esos espacios y se continúe decididamente con el proyecto público, abierto y plural que el CNCA ha mantenido allí durante los últimos seis años bajo el nombre de Centro Cultural Helénico. Ahora que se logran unos espacios en donde se concilian el buen hacer teatral y la afluencia generosa y convencida de espectadores, sería inaceptable hacer cualquier cosa que no sea preservarlos de la mezquindad que los amenaza.
Muchos de nosotros hemos trabajado en estos teatros; muchos, cada vez más, habitantes de esta ciudad acuden a ellos a establecer o restablecer un lazo con el arte teatral, todos nosotros los consideramos nuestros teatros --teatros públicos-- y estamos dispuestos a defenderlos. Les pedimos nos acompañen en ello y salvaguarden así el interés de México.
Ana Ofelia Murguía, Martha Aura, Luisa Huertas, Angelina Peláez, Mónica Serna, Sergio Klainer, Zaide Silvia Gutiérrez, Gustavo Rojo, Eduardo López Rojas, Blanca Guerra, Luis de Tavira, Diana Bracho, Héctor Bonilla, Francisco Franco, Mercedes Pascual, Héctor Ortega, José Ramón Enriquez, Mauricio García Lozano, Adriana Roel, Mercedes Olea, Abraham Stavans, Benjamín Cann, Luis Mario Moncada, David Olguín, Otto Sirgo, Alejandro Bichir, Willebaldo López, Claudio Obregón, Ricardo Blume, Emilio Ebergeny, Blanca Sánchez, Jesús Ochoa, Eugenia Leñero, Emilio Carballido, Mónica Raya, Marta Luna, Raúl Zermño, Angeles Marín, Alberto Estrella, Víctor Carpinteiro, José Solé, Julieta Egurrola, Javier Rojas, Regina Torné, Rafael Cortés, Tomás Urtusástegui, Federico Lezama, Lázaro Becker, Enrique Singer, Gabriel Pascal, Muriel Foulland, Jorge Galván, Leticia Huijara, Arcelia Ramírez, Mauricio Jímenez, Ella Laboriel, Lucero Trejo, Iona Weissberg, Jaime Chabaud, Luis Eduardo Reyes, Mario Espinosa, José Caballero, Estela Leñero, José Sefami, Tolita Figueroa, Daniel Giménez Gacho, Emilio Echevarría, Norma del Rivero, Berta Hiriat, Martín Acosta, Antonio Crestani, Matías Gorlero, Carlos Cobos, Blanca Forzán, Natalia Traven, Teresa Rábago, Morris Savariego, Marta Zamora, Nicky Mondelini, Boris Schoeman, Gabriel Porras, Sergio Zurita, Lorenzo Mijares, Susana Robles, Aline Menasse, Luis Artagnan, Irene Barssé, Simón Guevarta, María Rebeca, Pituka de Foronda, Mara Ibarra, Andaluz Russell, Napoleón Glockner, Adam Guevara, Miguel Flores, Arturo Nava, Guillermo Barclay, Félida Medina, Patricio Castillo, Rafael Velasco, Graciela Doring, Maricruz Najera, Patricia Llaca, Héctor Carrillo, Eduardo Ruíz Savigñon, Helena de Haro Andrés Torres, Laura Elena Padrón, Mario Casillas, Alejandro Rábago, María de la Luz Cendejas, Hilda Saray, Genoveva Pérez, Juan Carlos Serrán, Fernando Becerril, Gabriel Bertier, Socorro de la Campa, Evelyn Solares, Mario Ficachi, Silvia Caos, Silvia Suárez, Mijail Vassiliev, Isabel Quintanar, Alvaro Carcaño, Fernando Jaramillo, Felio Eliel, Luis Cárdenas, Cristina Michaus, Alejandro Ainslie, Josefina Brun, Claudia Ferriz, Héctor Sánchez Ruet, Sara Zúñiga, Luis Dávila, Jorge Acuña, Nieves Marcos, Gabriela Reynoso, Raúl Díaz, Pilar Souza, Magda Vizcaíno, Yolanda Mérida, Javier Segoviano, Felipe Galván, Natalia Guadarrama, Rocío Carrillo, José Carlos Rodríguez, Regina Quintero, Patricia Rivas, Antonio Algarra, Carlos López, Tania Viramontes, Rocío Belmont, Gabriela Lozano, Ricardo Díaz, Aarón Hernández, Carlos Pascual, Pedro Kominik, Concepción Márquez, Juan José Barreiro, Vanessa Bauche, Aurora Cano, Marta Papadimitriu, Rosario Zúñiga , Fernando Moguel, Circee Rangel, Angeles Marín, Emilio Licea, Patricia Marrero, Alvaro Hegewisch, Marpia Morett, Daniel Abundis, Constantino Morán, Ilian González, Alejandra Trigueros, Anabel Montes, Laura Sosa, Lucia Muñoz, Gema Aparicio, Ana Graham, Bárbara Eibenschutz, Carmen Beato, Leonor Azcárate, Claudette Maillé, Jorge Zárate, Mario Oliver, Juan Carlos Vives, Karina Gidi, Humberto Leyva, Raúl Zambrano, Mariana Lecuona, Ana Perusquía, María Inés Cárdenas, Antonio Peñuñuri, Rogelio Luévano, Miguel Cárde- nas, Responsable de la publicación: Estela Leñero.
Aclaración de Carlos Martínez García
Señora directora: En mi artículo de anteayer (Los catequistas) apareció en la primera línea un gazapo que yo no escribí. El original que envié decía ``La relación mecánica...'', y no ``La relación mexicana...'', como algún capturista del periódico me hizo decir. Agradeceré se haga la aclaración pertinente.
Atentamente
Carlos Martínez García.