La Jornada 27 de junio de 1998

No abordaron el tema del depósito de tóxicos de Sierra Blanca

Matilde Pérez, enviada, Mérida, Yuc., 26 de junio Ť Uno de los temas que en materia ambiental preocupan más a México, Sierra Blanca, no fue abordado durante la sesión de la Comisión para la Cooperación Ambiental (CCA) ni se incluyó en el comunicado conjunto.

En la breve conferencia de prensa que ofrecieron las tres ministras del medio ambiente de México, Canadá y Estados Unidos, la de este último país, Carol Browner, dijo que cualquier decisión sobre el asunto depende del gobierno de Texas, al gobierno estadunidense sólo le toca, a solicitud expresa de éste, revisar que la ubicación de ese confinamiento de desechos tóxicos radiactivos de baja intensidad no afecte la salud pública de la población.

A su vez la secretaria de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca, Julia Carabias, expresó: ``Eso es sólo una parte del problema'', y aclaró que la Secretaría de Relaciones Exteriores, está planteando la revisión del caso con el argumento de la ``armonía del buen vecino''.

La postura de México, subrayó, no es compatible con el punto de vista externado por la directora de la Agencia de Protección Ambiental (EPA), ya que ``nosotros sí insistimos en la necesidad de que el gobierno federal se involucre en este asunto para que se tome una decisión de su reubicación, tomando en cuenta los Acuerdos de La Paz''.

Poco antes, el asistente de Asuntos Internacionales de la directora de la EPA, William Nitze, comentó que el gobernador de Texas, George Bush, sí está tomando seriamente la preocupación del gobierno y del pueblo mexicano, pero la decisión queda en manos del gobierno local.

Si este proyecto cumple con todas las leyes internas y con todos los procesos legales respectivos, la decisión de si se abre o no el sitio la tomará directamente el gobernador de Texas, reiteró.

Para la EPA este es un asunto en el que se han tomado todas las precauciones para que los desechos tóxicos que se depositen en este sitio no tengan ninguna filtración al suelo. ``A pesar de que el lugar se encuentra cerca de México, los que viven en los alrededores son estadunidenses y serían los primeros perjudicados, por eso se busca darles seguridad''.

Empero, descartó que la posible instalación del citado depósito altere las buenas relaciones entre México y Estados Unidos, ambos tienen muchos proyectos comunes y lo de Sierra Blanca no debe afectarlos.