La Jornada 30 de junio de 1998

Bours: en todos lados hay crisis, y el contribuyente ``siempre paga''

Antonio Vázquez S. /II y última Ť Crisis bancarias y financieras como las que enfrenta México no son exclusivas y ocurren en todas partes del mundo. Desgraciadamente, en todos los casos, los contribuyentes son los que tienen que pagar las consecuencias. México no tiene por qué ser excepción, y los contribuyentes deberán pagar el Fobaproa.

Bajo esta premisa, el presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Eduardo Bours Castelo, insiste en que, sin caer en una postura de ``borrón y cuenta nueva'', los tres poderes de la Unión deben aportar lo mejor de sí mismos para reforzar la ley y evitar nuevos delitos patrimoniales.

Considerado uno de los dirigentes empresariales con mayor influencia política y económica, Bours rechaza que el Fobaproa pueda ser el talón de Aquiles de la administración del presidente Ernesto Zedillo, pero le preocupa que haya quienes apuestan a pegarle a ese talón ``y perder de vista que éste es un problema económico muy grave''.

En entrevista, augura que la transición sexenal será ``movidita, por decir lo menos'', pero sin turbulencias. Confiado, el empresario sonorense sostiene que los mexicanos poco a poco han encontrado la forma de privilegiar la política sobre los voluntarismos.

Afirma que lo importante en el cambio sexenal, en la actividad legislativa del país y en la solución a conflictos como el del Ejército Zapatista de Liberación Nacional lo importante es que impere la política, entendida como la búsqueda de acuerdos y consensos ``y no las grillas o las politiquerías''.

``Estoy convencido de que la política va a prevalecer por encima de revanchismos y partidismos. Creo que el interés general de la nación estará por encima de intereses partidistas o particulares'', dice.

Por otra parte, Bours Castelo afirma que sólo en la medida en que México avance en la actualización de la Ley Federal del Trabajo será un país más competitivo. ``Nosotros le apostamos a que toda reforma, actualización o modificación que se le haga a la ley deberá surgir por consenso entre empleadores y empleados'', señala.

Lo verdaderamente importante, comenta, es que de las pláticas en las mesas de la nueva cultura laboral surja una nueva ley que promueva de manera real y efectiva el empleo, que ayude a elevar la productividad y la competitividad del país y que satisfaga las demandas mínimas de las partes. ``Si una de las partes pretende llevar a cabo estas reformas por sí sola o por imposición sin consultar a sus representados caeríamos en un error muy importante no sólo de implementación, sino hasta de conceptualización.''

Sobre la representatividad de la dirigencia empresarial y de las cámaras, Eduardo Bours descarta que éstas puedan quedar rebasadas. Asimismo, invita a los inconformes a participar y a que realmente aspiren a dirigir sus cámaras. ``Si creen que los que estamos aquí no tenemos suficiente capacidad y talento, pues que vengan otros, pero la manera de hacerlo es participando y buscando mayor representatividad.''