La Jornada 2 de julio de 1998

Entrégate, Daniel, para terminar con nuestros males: Aurelio Arizmendi

Armando Torres, Agustín Pérez y Alejandra Gudiño, corresponsales, y Jesús Aranda Ť Desde su cama en el Hospital Militar, Aurelio Arizmendi López confesó mutilaciones y asesinatos de la banda de secuestradores que, afirmó, dirige su hermano Daniel, a quien hizo un llamado para que se entregue, ``haga uso de razón porque no será posible que esté huyendo toda la vida'' y para resolver el problema de su familia, actualmente detenida.

En entrevista con Guillermo Ortega, de Televisa, el delincuente dijo dedicarse al plagio de gente adinerada desde hace dos años, en los que ha participado por lo menos en ocho raptos. Aseguró que su hermano Daniel planeaba los ilícitos, entregaba las armas y negociaba con los familiares de las víctimas.

Inmutable, Aurelio Arizmendi expresó que la banda nunca cortó dedos de los secuestrados pero que su hermano Daniel decidió cortar orejas ``para meter presión en esa forma''. Precisó que fue testigo de la mutilación de cuatro personas.

Daniel lo hacía con tijeras, sin anestesia, con la víctima vendada de los ojos, ``ensillada y así nada más''. El único ``cuidado'' que tenían los secuestradores para evitar infecciones o desangrados era aplicar en la herida ``un trapo quemado''.

Reconoció que por cada plagio recibió de dos a tres millones de pesos. Con ese dinero compró dos casas, cinco automóviles último modelo y ``llegué a irme a pasear a Acapulco en dos ocasiones''.

A través de la televisión, Aurelio Arizmendi pidió a su esposa ``abra su celular para decirle que entregue ese dinero (10 millones de pesos en su poder) que no es de nosotros y que se acabe un poquito todo esto''. Finalmente, definió el carácter de Daniel como ``tranquilo, calmado, sin arranques violentos''.

Por su parte, en Brownsville, Texas, el procurador general de la República, Jorge Madrazo Cuéllar, afirmó que con la detención de Aurelio Arizmendi, junto con el aseguramiento de propiedades, dinero y joyas en poder del indiciado, ``se avanzó en el desmantelamiento de una de las bandas de secuestradores más peligrosas del país''.

El funcionario, que viajó a esta ciudad texana para firmar un convenio de cooperación antinarcóticos con su similar estadunidense Janet Reno, reconoció que falta detener a la cabeza del grupo, ``pero la PGR y otras corporaciones están sobre él, por lo que su detención se puede presentar de un momento a otro''.

En otro orden, la defensa de María de Lourdes Arias García, Daniel Arizmendi Arias y de la esposa de éste, Verónica Jaramillo Saldaña, apeló ayer del auto de formal prisión que les dictó Armando Báez Espinoza, juez segundo en materia penal con sede en Toluca, estado de México.

Manuel Becerril Urdapilleta, abogado de la esposa, hijo y nuera del secuestrador Daniel Arizmendi, consideró que no había elementos para acusar a sus clientes de realizar operaciones con recursos de procedencia ilícita, si bien no apeló de los cargos por supuesta violación de la Ley Contra la Delincuencia Organizada.

También apeló del auto de formal prisión Eugenia López Fuentes, defensora de Nelson Hernández Castro, quien dijo que había pruebas suficientes para exculpar a su defendido ``de algunos delitos''.

El ex agente de la Policía Judicial Federal, Angel Germán Vidal Chávez --acusado de crimen organizado con hipótesis de secuestro-- era hasta el momento el único de los cinco procesados presos y relacionados con la banda de Arizmendi López, que no había apelado de la resolución y contaba hasta este jueves para hacerlo.

Empresario de Ecatepec denuncia allanamiento

Al menos 200 agentes policiacos de la DEA, FBI y PGR irrumpieron en forma violenta al domicilio particular de Manuel Bautista López, empresario de Ecatepec, estado de México, quien denunció que con el pretexto de encontrar a Daniel Arizmendi López allanaron y saquearon su casa, sin presentarle una orden judicial de cateo.

Bautista López se presentó a la agencia del Ministerio Público de San Cristóbal Ecatepec, para denunciar los presuntos delitos de allanamiento de morada, abuso de autoridad, robo con violencia y tortura sicológica y física. El empresario narró en entrevista que alrededor de las 21:00 horas del martes pasado, un grupo de hombres vestidos de negro y con el logotipo de DEA, FBI y PGR Grupo Antisecuestros en sus ropas, derribaron el portón de la entrada principal y dañaron la puerta trasera y la del frente de su casa.

Afirmó que en el operativo, que duró más de dos horas y media, él, su esposa, sus dos hijos menores de edad y su suegra fueron ``víctimas'' de los agentes, que los mantuvieron encañonados y tirados en el suelo mientras los amenazaban con lastimar a los niños, diciendo ``les vamos a romper las piernas si no nos dices el paradero de Arizmendi. ¿Dónde lo tienes escondido?''.

Agregó que cuando los agentes se dieron cuenta de su equivocación, le quitaron de la cabeza una bolsa de plástico con la que intentaron asfixiarlo y lo sacaron al jardín, donde observó un helicóptero y una tanqueta, y le ofrecieron disculpas.

También mencionó que la agente del Ministerio Público del tercer turno, Alicia López Ramírez, ``se portó déspota'', trató de intimidarlo para que no presentara denuncia e intentó que cambiara su declaración sobre los hechos.

Por otro lado, fuentes de la Secretaría de la Defensa Nacional informaron que Aurelio Arizmendi seguirá internado en el Hospital Central Militar alrededor de tres semanas más, y será hasta que éste se encuentre recuperado cuando se le trasladará al penal de máxima seguridad de Almoloya de Juárez.

Tras informar que el hermano del secuestrador Daniel Arizmendi López se encuentra estable, añadieron que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) proporciona en esta acción la infraestructura y los médicos para atender al herido, pero que su seguridad y custodia corre a cargo de la Procuraduría General de la República.