La Jornada sábado 4 de julio de 1998

Fernando Benítez
Un discurso espinoso

Frente al mutismo del EZLN a los exhortos presidenciales para que el grupo armado vuelva a la mesa de negociaciones, el presidente Ernesto Zedillo volvió a la carga con un severo discurso que ha generado enorme controversia.

El llamado presidencial parece caer de nuevo en el vacío porque el EZLN cuando se replegó a la selva asentó que sólo volvería al diálogo si el gobierno cumplía cinco condiciones básicas, entre ellas el proyecto de la legislación indígena de la Cocopa.

El Presidente dice que no ejercitará la violencia para solucionar el conflicto en Chiapas, pero la verdad es que en los últimos dos años -en especial con la masacre de Acteal y de El Bosque- el Ejército y los paramilitares han tenido al estado al borde de la guerra.

Más que un llamado al diálogo y a la conciliación el discurso presidencial parece una justificación de la presencia militar en el estado, que aleja aún más las esperanzas de un acercamiento entre las partes.