Italia cayó ante el anfitrión en dramáticos penales; Alemania enfrenta a Croacia
Dpa, Afp y Reuters, Saint Denis, 3 de julio Ť En un partido cercano a una pesadilla futbolística, Francia se clasificó hoy para las semifinales del Mundial 98, al imponerse a Italia por 4-3 en la definición de penales, tras empatar 0-0 en los 120 minutos de juego. Los franceses esperan ahora al ganador del choque de mañana entre Alemania y Croacia.
En los penales, acertaron por los locales Zidane, Trezeguet, Henry y Blanc, mientras que Italia convirtió por medio de Roberto Baggio, Costacurta y Vieri. Lizarazu desperdició el segundo penal para los locales y Albertini el segundo de los italianos. Sin embargo, fue la sacudida que le dio Luigi di Biagio al travesaño en el último penal de la serie regular, lo que desató el festejo del equipo francés, que sólo vio la luz en la tanda de penales.
Pese al suspenso, el triunfo de Francia hizo justicia, ya que fue el único equipo que quiso jugar ante una Italia que no la dejaba y apostaba toda su suerte al contragolpe. La presión francesa, en el campo y desde las gradas, parecía poner en dificultades a los italianos, marcados en las primeras instancias del encuentro por imprecisiones de la defensa, sobre todo cuando quería salir jugando un balón que circulaba a velocidad desde el terreno francés hacia el italiano.
Karembeu, Petit y hasta Blanc y Lizarazu subieron con comodidad el primer cuarto de hora, pero eran Djorkaeff, Zidane -a pesar de la pegajosa marca de Pessotto--y Guivarc«h los que llevaban auténtico peligro a Italia. Petit, al minuto cuatro, estuvo cerca de marcar el primer gol, cuando le pegó hacia atrás a la pelota, de espaldas al marco, y casi bate al portero Pagliuca, quien tuvo que estirarse más de la cuenta para mandar el envió a tiro de esquina.
A los ocho minutos, Italia tuvo su única oportunidad, en un contragolpe conducido por Moriero, cuyo centro fue rematado con la cabeza por el goleador Christian Vieri, a un metro del poste derecho del guardameta Barthez.
En los siguientes minutos, Francia se hizo dueña absoluta del partido, que era malo en general, jugado con brusquedad y sin limpieza, con varias piernas que iban más allá del límite. Aunque la prioridad de Italia era contener a sus rivales antes que crear oportunidades, a los 32 minutos un misil de Vieri tomó a Barthez en el lugar justo para evitar la caída de su valla. La pobre producción de los azzurri adelante, se debía también a que Del Piero se convirtió en un fantasma en la cancha que no entraba en juego.
La última jugada de riesgo llegó con la expiración del primer tiempo. Pase de Djorkaeff a Deschamps, devolución de éste a Djorkaeff y pésimo remate del mediocampista, que provocó la ira del entrenador Aimé Jacquet, estrellando su cuaderno de notas contra el piso.
En el segundo tiempo no varió la historia. Italia demoró media hora en cruzar con cierto peligro la media cancha y Francia siguió envuelta en sus propias urgencias, con actitud ofensiva pero sin claridad.
El ingreso de Henry por Karembeu y Trezeguet por Guivarc«h le dio a los franceses más empuje, especialmente por la derecha, el sector del primero. Un minuto después, al 23, Roberto Baggio entró por Del Piero, y los italianos tuvieron mayor sabiduría adelante, aunque no se pudo romper el 0-0.
En la prórroga, el partido se equilibró y cualquiera podía ganar. Los dos equipos se fueron hacia delante, pero el cansancio y los nervios multiplicaron las imprecisiones. Aún así, Roberto Baggio pudo sentenciar el partido, pero su tiro cruzó el arco y se fue afuera. A un minuto del final, Pagliuca tapó una entrada franca de Djorkaeff y preservó el empate. Los penales serían la única manera de ver moverse la red esta tarde en Saint-Denis.
Empezó la serie Francia, con Zidane convirtiendo (1-0); Roberto Baggio también lo hizo (1-1). El tiro de Lizarazu lo atajó Pagliuca, pero el portero Barthez hizo lo propio con el de Albertini. Vino Trezeguet y puso el 2-1; Costacurta, el 2-2; Henry, el 3-2; Vieri, el 3-3; Blanc, el 4-3. A Di Biagio le correspondía cerrar la serie y mandó su tiro al travesaño, con lo que Italia fue eliminada por tercera vez consecutiva en la suerte de penales. En el Mundial 94 cayó ante Brasil en la final, y cuatro años antes, en su feudo, ante Argentina.
Ap, Afp y Reuters, Lyon, 3 de julio Ť Alemania y Croacia disputarán mañana un lugar en la semifinales del Mundial. Los alemanes están comprometidos a ganar y borrar la amarga experiencia de hace cuatro años, cuando fueron eliminados en cuartos de final por Bulgaria, mientras que los croatas buscarán la revancha que les dejó la Copa Europea, en la que fueron derrotados (1-2) por los teutones en 1996.
El delantero alemán Jürgen Klinsmann consideró que van decididos a ganar y aunque conocen a la perfección el juego de los croatas, reconoció que será un partido difícil y duro. ``Tienen muy buenas figuras individuales y atacan de manera muy persistente, por lo que tenemos que asumir el control desde el principio'', observó.
Sin embargo, el veterano jugador indicó que con todo el respeto que se merecen los croatas, los alemanes ``estamos decididos a llegar a la final'', a pesar de que han sido criticados por ser el equipo de mayor promedio de edad (más de 30 años) y faltos en su rendimiento.
Más cauto, el técnico Berti Vogts, quien sumará su centésimo partido al frente del equipo teutón, pidió al árbitro noruego Rune Pedersen actuar con firmeza desde el comienzo del encuentro. ``Espero que actué en el momento correcto'', suplicó el estratega, quien lleva 66 partidos ganados, 22 empates y 11 derrotas y, si Alemania conquistara su cuarto título del orbe, Vogts se unirá al brasileño Mario Zagallo como los únicos campeones mundiales como jugador y entrenador.
Aunque no adelantó la alineación que enviará al campo, se espera que Vogts no realice muchas modificaciones con relación al equipo que eliminó el lunes por 2-1 a México en octavos de final. El encuentro será observado por el canciller alemán Helmut Kohl, quien se ha convertido en el talismán del seleccionado teutón, que nunca ha perdido cada vez que el funcionario está presente en los partidos.