Luego vendrían el esplendor (``Naranja dulce, limón partido, Carlos Salinas es bienvenido'') y la revancha (``¡Cuauhtémoc tenía razón, Salinas era un ladrón!'').
A diez años de la cuestionada elección de 1988, Cuauhtémoc Cárdenas, actual jefe de Gobierno del Distrito Federal, respondo preguntas de Masiosare sobre el ex mandatario.
1. ¿Qué representa en estos momentos Carlos Salinas de Gortari?
Carlos Salinas representa y constituye un factor fundamental de la política vigente: una política entreguista, de enajenación del ejercicio de la soberanía nacional, de subordinación a intereses contrarios a los de las mayorías del país; una política que en lo social ha producido el empobrecimiento de muy amplios sectores de la población; una política que ha desvalorizado, debilitado las defensas y lanzado al conjunto de la fuerza de trabajo a la economía informal; una política de priorización del capital financiero y no de la inversión productiva; una política, finalmente, de desindustrialización, de marginaciones sociales y regionales.
Carlos Salinas es factor fundamental también de una política que en materia petrolera ha tendido a hacerla monoproductora, esto es, a la casi exclusiva exportación de petróleo crudo y a no tomar las medidas y las previsiones para ir transformando el petróleo en otros productos, como los que pueden obtenerse de la petroquímica más avanzada. Hoy estamos viendo los resultados de una política que hace depender las finanzas del Estado de las fluctuaciones en el precio del crudo, y que ha prácticamente cancelado la diversificación de la producción petrolera mediante el desarrollo de la petroquímica.
Carlos Salinas, podemos decir también, representa un elemento primordial dentro de las asociaciones existentes en los grandes grupos financieros y económicos del país; él fue quien los diseñó, quien instrumentó su organización, el que dijo quién debía formar parte de ellos y quiénes no; por lo tanto, todo deja ver, a partir del momento en que está vigente la misma política económica y financiera en el país, que sigue siendo un factor fundamental dentro de esas grandes asociaciones de negocios en el país.
2. ¿Qué le debe México a Carlos Salinas?
Podríamos decir que le debe el empobrecimiento de sectores muy amplios de la población; el desempleo creciente; sin duda alguna, la crisis de 1994-1995, a partir de un manejo económico que no tenía otra salida que esas crisis recurrentes en las que se encuentra el país. Le debe también el que se hayan sentado las bases de la actual crisis económica que ha llevado al borde del desastre al sistema bancario del país; le debe la extensión y profundización de la corrupción y la insurrección en Chiapas. Esto cuenta entre las grandes aportaciones que dio como responsable de las principales decisiones políticas del país.
3. ¿Qué le debe Salinas a México?
Todo lo que no tiene, que parece ser muchísimo si lo vemos simplemente desde el punto de vista patrimonial.
4. ¿Cuál es su influencia real en la actualidad?
Todos los altos funcionarios de la administración federal actual lo fueron también de su gestión, por lo tanto, uno puede suponer que existe un vínculo político y en muchos casos personal con quienes siguen ejerciendo funciones de gobierno en altos cargos y quienes toman las principales decisiones en materia política, económica o social en el país. Y lo mismo podría decirse respecto a los grupos financieros: él los estructuró, los diseñó, él dijo quiénes debían ser los dueños de los diferentes bancos, para dar un ejemplo muy concreto, y esto permite también pensar que sigue habiendo una fuerte influencia de él en las decisiones y en las medidas que se toman dentro de esos grupos, que tienen mucho que ver con la forma como van los negocios y en general la economía del país.
5. ¿Debe o no regresar a México el ex presidente Salinas?
Más que preguntar si debe o no regresar al país, habría que preguntar si se atreve o no a regresar, si es que hablamos de un regreso público, no en un jet privado, sino de un regreso abierto: de caminar por las calles, acudir a los centros de reunión, etcétera.